14

10.4K 702 223
                                    

Al día siguiente, me desperté más temprano de lo normal. Aún así, Hermione ya no estaba en su cama. Lavender y Parvati dormían todavía, así que me levanté con cuidado, me aseé y me vestí en silencio. Al bajar a la sala común, había algunos estudiantes de séptimo que estudiaban para sus ÉXTASIS. Las chimeneas estaban prendidas y la sala tenía un ambiente acogedor. Quedaban diez minutos para que el desayuno comenzara, así que me até el pelo en una coleta alta y salí por el retrato de la Señora Gorda. Me decepcionó un poco no ver a Draco esperándome donde siempre, pero supongo que en el fondo me lo esperaba.

Caminé a paso lento hasta el Gran Comedor que acababa de abrir sus puertas. Los profesores ya estaban allí, al igual que la mayoría de los alumnos. Me senté sola en la mesa de Gryffindor porque mis amigos todavía no estaban. Unos segundos después, mi vista se dirigió a la puerta de nuevo. Draco estaba entrando por ella con Astoria apoyada en su brazo derecho y Pansy al izquierdo. Nuestras miradas se cruzaron por un segundo pero la aparté rápidamente.

Los gemelos llegaron a mi lado interrumpiendo mis pensamientos, y se colocaron cada uno a un lado mío.

- Hola, bella damisela. -Saludó George. Yo sonreí levemente. Sabía que Draco me estaba mirando desde su mesa.

- Te notamos un poco alicaída. -Continuó Fred- ¿Necesitas que le demos una paliza a cierto rubio mimado?

Reí, estos chicos me conocían mejor de lo que yo lo hago.

- No, chicos, gracias. Creo que se la daré yo misma. -Bromeé, y me llevé una cucharada de cereales a la boca. Ayer no cené y estoy muerta de hambre.

- Esa es nuestra chica. -Dijeron al unísono y me abrazaron. En ese momento llegaron Harry, Ron y Hermione, que me miraron con una sonrisa compasiva. Seguro que Harry les había contado el show de ayer.

- Pronto va a ser la excursión a Hogsmeade. -Informó Ron-. Estoy ansioso por ir a Honeydukes.

- Yo quiero visitar la Casa de los Gritos. -Dije y los tres me miraron asustados, a diferencia de los gemelos que sonrieron.

- Nosotros hemos ido muchas veces. -Vaciló Fred.

- No da tanto miedo. -Terminó George. Yo asentí, divertida.

- Oh, claro, no os da miedo la Casa de los Gritos, pero os hacéis pis en los pantalones cuando os mencionan a un... ¡dementor! -Reí y los gemelos dieron un respingo. Harry dio una carcajada que me animó un poco.

- ¿Eso crees? -dijeron los gemelos al mismo tiempo. Yo asentí, de nuevo, siguiéndoles el juego. Ya toda la casa de Gryffindor estaba atenta a nosotros. Me fui levantando poco a poco de mi asiento porque les veía las intenciones a los gemelos.

- Ni se os ocurra... -Les advertí, señalándolos con mi dedo índice. Pero ellos eran más rápidos que yo. Se levantaron, me cogieron en peso y empezaron a correr alrededor de nuestra mesa. Suerte para ellos y desgracia para mí que los profesores ya se hubieran retirado para ir a preparar sus clases del día.- ¡Parad! -gritaba continuamente entre risaspero no me hacían caso. Todo el Gran Comedor estaba riendo.

- ¡Ha dicho que paréis! -Gritó la persona que menos me esperaba desde la mitad del Gran Comedor. Los gemelos pararon al mismo tiempo y se miraron divertidos. Me bajaron y empezaron a sacudirme la ropa y a peinarme con saliva, como si fueran madres.

- Cuidado, George, no vayas a tocarla demasiado que su noviecito se pone celoso. -Bromeó Fred y todo el comedor soltó un "uhhhhh". Les di un golpe en el hombro a ambos y volví a mi sitio.

- Ya habéis hecho el espectáculo del día -Dijo Ron divertido. Yo rodé los ojos con una sonrisa.

- Tus hermanos son unos idiotas, Ronald. -Afirmó Hermione, y me hizo dar una carcajada.

Detrás de nosotros, la risa exagerada de Astoria inundó mis tímpanos. Yo hice una expresión de desagrado que hizo reír a Harry.

- ¡Qué gracioso eres, Draqui! -Chilló con esa voz insoportable.

- Sí, graciosísimo... -Susurró Harry con cólera.

- Lo están haciendo para que los mires, Danae. Draco no quita su vista de ti. -Me informó Hermione.

- Pues lo siento, pero no los voy a mirar. Acabo de desayunar y no tengo ganas de vomitar. -Bromeé, cogí la bolsa con mis libros y me levanté de mi asiento.- ¿Venís, chicos?

- Yo tengo que terminar de estudiar, y Ron aún no ha terminado de comer. -Me contestó Hermione. Fijé mi vista en Harry.

- Yo sí voy. -Se apresuró a terminarse su zumo de calabaza y le causó tos. Yo me reí y le palmeé levemente la espalda.

- Respira, Potter. -Dijo Draco con su tono despectivo al pasar por nuestro lado.

- Vámonos, Harry. -Salimos juntos del Gran Comedor.
Ya estábamos llegando a nuestra siguiente clase y sentía los pasos de Draco detrás de nosotros, bufé y me di la vuelta.

- ¿Qué quieres, Draco? Tu clase no es por aquí.

- Nada. -Contestó indiferente, encogiéndose de hombros. Resoplé y volví a caminar en dirección al aula de pociones, con Harry a mi lado-. Bueno, sí. Quiero hablar contigo. -Puso su mano en mi hombro. Paré de andar automáticamente y lo miré a los ojos. Grave error. Podría hacer lo que me pidiera si me miraba así.

- Luego, ¿vale? -Murmuré.- Nos vemos en la torre de Astronomía después de clases.

Él asintió, sonriente. Se estaba acercando a mí para despedirse cuando la insoportable voz de su insoportable amiga volvió a hacerse presente.

- ¡Draqui! ¿Qué haces ahí? Ahora no tenemos Pociones... -Dijo la estúpida de Astoria, que caminaba hasta nosotros mirándose las uñas. Levantó la vista y se fijó en mí y en Harry.- Ah, estás con los mestizos. -Su boca escupía desprecio, y me hizo dar una carcajada irónica.

- Venga, Draqui, ve con ella. -Dije con sarcasmo y volví a darme la vuelta. Agarré a Harry de la mano y anduve a paso rápido hasta que estuvimos en las mazmorras.- Perdón por eso, Harry. Siempre tiene que estar en todas partes.

- No pasa nada. Se ve que le gustas... -Dijo con tono triste. Iba a contestar pero llegaron Ron y Hermione, lo que fue un alivio para mí. Los Hufflepuff empezaron a llegar también. Cuando estábamos todos, Snape entró en la clase y empezó a dar instrucciones sobre la poción del día.

salvándote, draco malfoy;Where stories live. Discover now