Uno

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Aun lo recuerdo como si hubiese sido ayer, jamás olvidaría ese día, comenzando por el cielo, estaba completamente despejado, azul. El sol quemaba mi piel, sin duda eran las vacaciones más espectaculares que había tenido en toda mi vida. No había rastros de alguna nube que pudiera estropear el momento. El mar en su inmensidad tal y como lo imaginaba.
Había chicas que asoleaban sus torsos desnudos, como si nadie las estuviese observando, algo completamente normal, me quede mirando la seguridad de aquellas mujeres. Sin duda, yo no sería capaz de hacer algo así.
Any caminó hacia mí, ella, al igual que yo, era algo tímida, mucho más que yo, no usaba bikini, su traje de baño consistía en unos shorts pequeños y una camiseta de tirantes muy delgados. A pesar de ser una mujer delgada, tenía varios complejos con su cuerpo.
Era la primera vez que salíamos del país y estábamos súper emocionadas.
-Me muero de hambre- dijo sentándose a mi lado, debajo de mi sombrilla playera.
-También yo -dije apartando la vista de mi celular. - ¿Qué te parece si me traes algo de comer? -Ella me miro con cara de pocos amigos y me eche a reír - es broma tonta, pero no quiero moverme de aquí. Se supone que son nuestras vacaciones.
-Tampoco quiero hacer nada -dijo ella después de un suspiro - además estoy subiendo de peso.
Me le quedé mirando, obviamente estaba perfecta pero era tan floja, que no quería ir por algo de comer, y sinceramente yo también era una floja de primera.
Nos quedamos calladas un buen rato hasta que decidimos ir al agua.
California solía estar atascada de personas, pero extrañamente este día habíamos pocos turistas. Entramos al agua relajando el calor en nuestros cuerpos.
-No inventes -dijo Any sacando la cabeza del agua y fijando su vista en un punto en específico -ahora sé por qué no hay turistas.
Mierda. Pensé. Me imaginé algo desagradable como algún animal muerto. Lo sé, extraño pero fue lo primero que se me vino a la mente.
-¿Qué es? -pregunté tiritando a pesar el calor.
Any levantó la cabeza indicándole que mirara hacia donde ella me apuntaba. A lo lejos a diez metros de nosotras aproximadamente, un chico bronceado de cabello castaño se encontraba en la orilla de la playa mirando el agua con las rodillas pegadas a su pecho y jugando con la arena. Las gotitas de agua en su espalda brillaban con la luz del sol. Su mirada estaba tan fija sobre algo, que obviamente no podía ser nada más que el mar. Cuando el giro ligeramente la cabeza hacia donde nosotras estábamos, me obligue a mirar a Any.
-¿Quién es? -le pregunté
-¿Eres tonta o te haces?
Dijo Any mirándome confundida. Volví a mirar al chico pero el sol me daba directamente en los ojos. Any lo noto. Pero yo sabía perfectamente quien era el chico.
-Bien, quería que lo descubrieras tu sola pero tu ceguera es alarmante- dijo ella sarcásticamente, aunque tenía razón, mi miopía no me dejaba ver bien. - es Jordan el cantante
Abrí los ojos completamente, mi amiga hizo una mueca.
-Por Dios Amber, el de "Voy a comerte a besos"- dijo ella imitando la voz del chico.
-¡Para, para ya de hablar! Sé quién es. Vámonos - le dije callándola y secándola del agua. Sabía la fama que se cargaba el tipo, (aunque en el fondo lo amaba) no quería que en cualquier momento llegarán sus guaruras y nos atacaran simplemente por estar ahí. Así había sido en secreto durante mucho tiempo, fingía que no me gustaba ni él ni su música, pero era todo lo contrario. Sin embargo el buen juicio que tenía hasta ese momento, me hacían pensar que Jordan solo debía ser un gusto culposo en mi vida.
-¿pero qué te pasa? -Quiso saber ella. Me miraba con el entrecejo fruncido, tanto que podría jurar que casi se le hacia una "uniceja".
-Me pasa -dije recogiendo mis cosas llenas de arena- que el tipo no es muy sociable que digamos, y lo sabes -la señale con un dedo mientras dejaba de arrebatar mis cosas de la arena- y nos sacarán a patadas de aquí, por eso no hay turistas -suspire asintiendo para mí misma- a él no le gusta que invadan su espacio.
Any me fulmino con la mirada y recogió sus cosas murmurando cosas que solo ella podía entender.
-Como digas -dijo ella no muy contenta.
Para ir a tomar un taxi teníamos que pasar por donde estaba el chico. Era algo del destino quizás, ¿Por qué, siendo la playa tan extensa, tenía que ponerse precisamente por donde debíamos pasar? Eso me exasperaba aún más.
Por fortuna Jordan, mi amor imposible y a la vez odioso hombre famoso del momento, estaba muy en la orilla del agua como anotar nuestra presencia.
-A la de tres corre - le dije a Any quien me miro como si yo fuera una loca.
-Estas exagerando, Amber, no seas ridícula - ella me miró como quien mira a una persona loca.
-Any, no exagero, vamos contemos juntas hasta tres
Ella negó con la cabeza.
-pero anda, a la de tres. Antes de que me pueda arrepentir.
-Una, dos... ¡tres! -nos echamos a correr como dementes, Any se carcajeaba mientras yo me reía, estábamos completamente locas, y yo más por haber tenido esa idea. Sinceramente si había sido una idea estúpidamente loca. Tenía que aceptarlo, pero, fue divertido.
Suspire fuertemente cuando dejamos atrás a Jordan y disminuimos el paso. Ambas no dejábamos de reírnos, esa risita tonta y boba que algunas veces se nos escapaba cuando hacíamos algo loco.
Any se giró para verme con una sonrisa. Su rostro moreno quedó frente al mío, un par de centímetros más arriba que mi cara, ya que era ligeramente más alta que yo.
-Ya está -dijo- lo conseguimos
La sonrisa se le borro, y abrió la boca, estaba boqueando como un pez al que le falta el agua. Se llevó una mano a la boca y dijo:
-Doblemente miera..
-¿Qué pasa? -pregunte curiosa, esperando que de un momento a otro soltara un risa fuerte y me dijera "Nada, ¡caíste!"
-¡Oye! Espera- escuché una voz masculina un tanto molesta. Mi corazón se detuvo por al menos tres segundos, quizás fueron más, o quizás ni si quiera se detuvo pero en ese momento así lo sentí.
Mierda pensé.
No, doblemente mierda.

Amor mío  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora