Capítulo 2: El jefe diabólico

Comenzar desde el principio
                                    

-          Estoy en el de dirección, aunque bajo supervisión. Pero es temporal, hasta que coja el ritmo de la empresa.

-          A eso en Williams Inc. lo llamamos ser un becario – comenta Derek como si nada.

Lo miro mal y antes de contestarle, mi padre habla:

-          Derek, no seas grosero. Es normal que al principio esté bajo supervisión. Tú también lo estabas hace un año.

-          Pero ya no – comenta él con una sonrisa triunfal.

-          Puede que me lo piense mejor – le responde mi padre con tono de ironía.

Derek lo mira con miedo y nosotros empezamos a reírnos. Derek nos mira mal y empieza a comer en silencio.

-          Dime Kev, ¿cuándo empiezas a dar clase? – le pregunto cambiando de tema.

A Kevin lo han contratado en Foris School, una escuela privada de Manhattan, donde también trabaja Betty, la mujer de mi primo Ethan.

-          Empiezo la semana que viene. En principio es para hacer una sustitución en la clase de historia, pero me han comentado que si quedan contentos con mi trabajo, lo más probable es que me amplíen el contrato.

-          Eso es genial – comenta Chris. – Así puedes coger experiencia antes de enseñar en el internado.

-          En realidad voy a dar clase a niños de 12 años, así que no creo que sirva de mucho. Pero tengo muchas ganas de empezar. Y de buscar un apartamento.

-          Kev, sabes que puedes quedarte aquí el tiempo que quieras – le recuerdo con voz cariñosa.

-          Lo sé Lena, pero no quiero molestar. Lo que quiero es encontrar un apartamento decente y mudarme. Pero tampoco quiero mudarme al primero que vea. He estado viendo unos cuantos, pero todos mis compañeros de piso son raros.

-          ¿A qué te refieres con raros? – pregunta Derek interesado.

-          El último apartamento que vi estaba en Chinatown y los compañeros de piso eran universitarios de primer año.

-          Kev, eso no es tan malo. – comento.

-          Estaban en el medio de una fiesta. – sigue diciendo Kevin.

-          Bueno, eso respetable. Estaban en su casa – le dice Chris

-          Eran las nueve de la mañana. – termina de decir Kev.

Los cinco nos miramos entre nosotros aguantando la risa.

-          Vale, quizás ese no era el apartamento ideal. Pero todavía habrá alguno libre. – le dice Chris.

-          Y los compañeros de piso no son todos tan extraños. Bueno, los míos sí – empieza a quejarse Derek.

Otra vez con el tema de los compañeros de Derek. Dek antes vivía con Ethan, pero desde que Ethan se ha casado con Betty hace ya dos años y se mudase del apartamento que ambos compartían, Derek ha tenido veinticinco compañeros de piso diferentes. Ninguno le ha durado más de un mes. Eso se debe a que Derek pretende que sus compañeros de piso sean sus criadas y se encarguen de todo, cosa a la que se niegan pasado un tiempo. Por lo que no es raro que Derek busque compañero de piso de nuevo.

-          Derek, eres un vago y pretendes que tus compañeros sean tus criadas. Así no hay nadie que viva contigo.

-          No es que yo sea un vago. Es que ninguno cocina bien. Y yo no sé cocinar. Así que necesito un compañero que cocine medianamente bien y no sea un gilipollas.

St. Peter College: GraduadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora