En defensa del cliché

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En la literatura wattpadiana, el término de "Cliché" se utiliza para referirse a algo común y previsible, y se asocia sobre todo a historias románticas o juveniles. En varios grupos y foros en los que participo, si te acusan de cliché es como si te dijeran que no eres original y tu obra carece de talento. Por ello es que cada vez es más frecuente que al promocionar su novela los autores recurran al "No es cliché", como si esas palabras fueran al mismo tiempo una promesa de calidad.

Sin embargo, las fronteras del concepto no están bien delimitadas, ya que una misma trama puede ser considerada novedosa por unos, mientras que otro grupo señalará al autor de haber cometido cliché en primer grado. ¿De qué depende? No se trata de cuántas historias "parecidas" a la tuya existan, sino del historial de lecturas que tenga cada lector. Me explico: alguien acostumbrado a leer terror será más difícil de asustar porque ya conoce los elementos más recurrentes del género; de igual manera, alguien que gusta de leer romance podrá anticipar el momento del primer beso de tus protagonistas porque quizás ya ha leído algo similar en otra novela. Así, cada escena es un nuevo gato de Schrödinger, ya que es y no es cliché al mismo tiempo. ¿Cómo escribir con esa presión sobre tus hombros?

Alrededor del año 1900, Georges Polti realizó una investigación acerca de los posibles temas que abarcan el teatro y la literatura. Este escritor francés llegó a la conclusión de que sólo existen 36 situaciones dramáticas (que explicaré más adelante). Es decir, que sólo tenemos un catálogo de 36 temas acerca de los cuales escribir. Este estudio tiene más de un siglo de añejo, es anterior a J. K. Rowling, John Dashner, Haruki Murakami, Carlos Ruiz Zafón, Patrick Rothfuss, Anna Todd, Stephen King, John Katzenbach, George R. R. Martin, Cecelia Ahern, Robin Hobb o Nicholas Sparks, y aun así sigue siendo respetado por la comunidad literaria de nuestros tiempos.

Dentro de las situaciones dramáticas se mencionan algunos que quizás te parecerán conocidas:

a) Rescate: Una víctima + una amenaza + uno que rescata.

b) Rebelión: Un tirano + un conspirador.

c) Empresa atrevida: Un líder + un objetivo + un adversario.

d) Enigma: Un problema a resolver + un investigador.

e) Adulterio: Un traicionado + dos adúlteros.

f) Obstáculo al amor: Dos que se aman + el obstáculo.

Insisto, es una investigación realizada hace aproximadamente cien años, y como puedes ver desde entonces existen el romance, la aventura, la traición, el misterio, la osadía, etcétera. Ahora cambiamos por pistolas o rayos antimateria las espadas, por mensajes de Whatsapp las cartas, por internet las bibliotecas, por cámaras ocultas los detectives privados...; sin embargo, los temas centrales siguen ahí, intactos y a la espera de nuevas generaciones de escritores.

Con este antecedente, ¿no te parece que todo podría considerarse cliché?

Yo antes de ti, After, Hush Hush, Crepúsculo, 50 Sombras de Grey, tienen una base y muchos elementos "clichés" similares: dos personas que se aman, pero que algo se interpone. Sí, como dicta la situación dramática. Sin embargo, no tienen los mismos lectores. Conozco varias personas que adoran Yo antes de ti, pero odian 50 Sombras de Grey; hay seguidores de Crepúsculo que acusan a Hush Hush de ser sólo una copia del primero. ¿Por qué si comparten una misma temática tienen lectores tan diferentes? Por el estilo del escritor, por el estilo y cómo utiliza esos recursos cada autor.

No se trata de huir de ellos como si se tratara de una horda de zombis con gripa, ya que sin clichés nos quedaríamos sin esos elementos tan conocidos que tanto amamos de la literatura: ya no habría primer beso luego de una cita increíble, ni personas ordinarias que se atrevan a salvar al mundo, ni esa chica nerd que logra enamorar y convertir al chico malo del instituto...

Una vez en una sesión del taller de creación literaria, un buen amigo dijo durante su crítica a un cuento: "Tienes que trabajar tu texto, no para evitar el cliché sino para hacerlo algo inevitable". Si sólo narras que Juan y María al fin se besaron bajo la lluvia, y esperas que el lector suelte un "Awww" por eso, casi seguro te llevarás una decepción. Esa imagen por sí sola no tiene tanta fuerza como crees. En cambio, si cuentas con lujo de detalle cómo fue su primera cita, cómo van creciendo los sentimientos de él y ella, como el nerviosismo se convierte en emoción, si te tomas unas líneas extra para contarnos ese instante en el que Juan descubre cuán enamorado está de María al verla entregar un oso de peluche a una niña pequeña que lloraba por no haber ganado nada; si lo envuelves en una atmósfera adecuada, el lector ansiará ese gran beso tanto como tus protagonistas al final de la escena. Escritor, gánate ese "Awww".

Ya que según Polti no podemos ser originales,nuestro deber es ser creativos.

Escuché que quieres ser escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora