Capítulo 4

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James tenía un rato manejando y aun no parábamos.

Llegamos a una playa, ¿Qué hacíamos ahí? No lo sé, era un misterio por descubrir.

-¿Qué hacemos aquí James? – pregunto.

-Ven, agarra mi mano – estira su mano.

Agarro su mano, sin saber a dónde me iba a llevar, ¿Acaso me secuestraria? Todo un misterio, al igual que él.

Paramos.

-Cierra los ojos – yo obedecí a sus órdenes – ni se te ocurra abrirlos.

Caminamos durante unos minutos más paramos.

Lo primero que miro al abrir los ojos es un camino lleno de velas, lo que hizo que me sorprendiera demasiado.

Por un lado tenía fotos mías, sabía que Mayra se las había dado, solo ella tenía fotos.

Sigo caminando y observando todo el camino, cuando de repente llegamos a una mesa. En ella estaba una botella de vino tinto, velas, los platos y cubiertos.

La mesa estaba adentro de un corazón hecho con pétalos de flores rojas y velas.

Este chico estaba completamente loco, pero era demasiado romántico.

-No lo puedo creer – digo al ver la mesa.

-Pues créelo, supuse que te gustaría una cena romántica en el mar.

Solo moví la cabeza diciendo que sí.

-Acompáñame.

Me da la mano, nos dirigimos a la mesa y nos sentamos.

-¿Qué te parece? – dice.

-Me parece que este muy loco – dije juguetona.

-Y estas en lo correcto – ambos empezamos a reír.

Llega el mesero y nos trae un platillo cubierto ¿Qué era? Espero este delicioso.

James descubre el platillo.

El misterioso platillo era unas costillas a la BBQ, con tacos alrededor.

-Tu comida favorita – dijo mientras abría la botella de vino.

¿Cómo supo que era mi comida favorita? Solo tenía una explicación, Mayra.

-¿Cómo sabias que era mi comida favorita? – pregunte.

-Mayra – responde sirviendo vino en las copas.

-Espera, yo no bebo al...

-No tiene alcohol – me interrumpió – yo sé que no bebes alcohol.

Este chico sabía mucho de mí.

Me aterrorizaba, pero también me gustaba.

-Háblame de ti – me pregunta mientras mueve la copa con vino y me mira fijamente.

-¿Qué quieres que te diga? – dije.

-La razón por la cual te gusto venir a estudiar aquí.

-Es sencilla. La universidad de Chicago, es una de las mejores, y yo quiero ser una gran maestra.

Se forma la más hermosa y bella sonrisa del universo, la sonrisa de James.

-Y tú, ¿Tienes mucho viviendo aquí?

-Desde que tenía 5 años. Vivíamos en Pittsburg, pero a mi padre lo cambiaron a chicago – le da un trago al vino.

Toda la cena estuvimos hablando, fue algo hermoso, imposible de olvidar. Reímos muchos, bailamos, incluso estuvimos muy cerca. Este chico, era maravilloso, como si fuera de un cuento de princesas.

Terminando la cena, entramos al carro.

-Aún falta otro sitio – dijo mientras encendía el coche y se ponía el cinturón.

¿Aun otro? No me lo podía ni imaginar.

Durante el camino, solo escuchamos música. No hablamos ni un solo momento. Yo solo mire todo el camino la ventana, no sabía cómo enlazar una conversación.

Varios minutos de estar en el carro, llegamos a un parque de diversiones. ¿Era enserio?

-Llegamos – bajo, y se dirigió a mi puerta para abrirla.

-Es enserio, ¿O es broma? – pregunte mientras iba agarrada de la mano de James.

-Es enserio. Mayra también me dijo que te encantan los parques de diversiones – estúpida Mayra, le conto todo sobre mi a su primo.

-Vamos – caminamos hasta la entrada del parque.

Estuvimos viendo varios juegos al cual subirnos, hasta que mire uno perfecto.

-Me gustaría subirme a ese, pero me da miedo.

-¿Y tú piensas que yo te dejare subir a uno sola? No, ni de loco – solo pude sonreír – vamos a comprar boletos para subir.

Llega una chica pelo castaño, bajita, ojos verdes, muy bonita. Demasiado bonita.

-Hola James – le da un beso en el cachete.

¿Qué te crees? Aléjate de él, es mío. ¿Qué no ves la etiqueta MEYBE en su frente? Me entraron demasiados celos, algo que me parecía raro, yo nunca he sido celosa.

-Hola, Jessy.

-¿Cómo has estado James? – pregunta Jessy.

-Bien Jessy, te dejo porque Meybe y yo nos subiremos a este juego – por fin se despidió.

Jessy se va.

-¿Quién era ella? – pregunte intentando disimular mis celos.

-Es una exnovia - ¿Acaso dijo exnovia?

-¿Una exnovia?

-Sí, ¿Estas celosa? – mierda, se dio cuenta.

Rápidamente dije que no.

-Se te nota, Meybe – me abraza.

Mi corazón empezó a acelerarse a mil kilómetros por hora.

-Bueno, sí. Me puse algo celosa – acepte.

-No tienes por qué ponerte celosa – dice James.

Pero eso no me tranquilizaba, estaba demasiado bueno.

No respondí.

Entramos al juego, al momento de subir, siento como una mano me voltea, era mi ex.

-Hola mi amor – James al escuchar eso, se pone enfrente de él.

-¿Qué dijiste?

Amor Complicado [LPG #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora