2. El grupo de los peores

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Disclaimer: Todos los personajes son propiedad de Isayama-sensei y Kodansha




Mikasa siguió con la mirada al muchacho y frunció el ceño, pensativa. Armin tenía razón nadie te defendía sin motivos aparentes, nadie era así de bueno. Excepto... No, nadie hacía algo así. Sin embargo, le estaba agradecida.

Armin era su mejor amigo, pero desde que recuerda ha tenido que lidiar con las burlas, mofas y frases soeces, y no sólo eso sino también con golpes y riñas donde él siempre sale perdedor. Es por eso que ella ha tenido que defenderlo y ha resultado vencedora casi siempre. Sólo porque su amigo es diferente al resto, y ella más bien diría porque piensa más que los demás. Su amigo era un poco más bajito que ella, miope desde que se acuerda y con su rubio cabello más largo de lo que se lo permiten; con esas camisetas con estampados frikis y los pantalones arrastrando, pisados por unos converse negros. Noble, amable y siempre alegre, lo había conocido desde que ella se mudó a la ciudad, se hicieron amigos de inmediato. Porque Armin era como un prisma: noble y puro por fuera, pero cuando lo veías con la luz correcta era capaz de desprender muchas facultades, entre ellas el ingenio. Era su amigo, su mejor amigo.

- Esperemos que esta vez tenga su justa retribución. – Escuchó decir, a lo que la chica asintió sin apartar la vista del desconocido, hasta que desapareció por la entrada del edificio administrativo.

- ¿Fuiste tú quien le avisó a la profesora Ral? – Preguntó Armin, Marco, quien había aparecido junto a ellos asintió con la cabeza.

- Alguien debía detenerlo. – Dijo con voz apagada. Ambos habían sido víctimas después de todo.

El incidente se olvidó y los tres comenzaron a levantar sus cosas y caminaron en dirección al centro del patio. Mikasa comenzó a hablar con su amigo, quien de inmediato mostró entusiasmo por algunas canciones. Armin sacó sus audífonos y los conectó a su celular, le dio el par izquierdo y la chica de inmediato se lo acomodó, ambos comenzaron a cantar mientras caminaban hombro con hombro, mirando su paisaje. El patio estaba a rebosar de alumnos quienes se saludaban entre sí de muchas maneras: con abrazos, besos, golpes... de todo. Muchos de ellos eran rostros conocidos, otros los típicos novatos de primero y algunos más, los que no importaba no conocer. Tal vez ellos mismos pertenecían a ese grupo pero eso no les preocupaba, porque se tenían el uno al otro. Para Armin, Mikasa era la única amiga que siempre lo fue, que con el pasar del tiempo seguía allí. En realidad, era su única amiga verdadera.

Siguieron su camino, Marco se había despedido para ver a otros compañeros miembros del club de rol cuando un chico de cabeza rapada corría frente a ellos, para saludar a una chica que comía plácidamente un panini de jamón. Al verse se abrazaron con tanta felicidad que parecía se iban a desbaratar de lo fuerte que se abrazaron, Armin no pudo evitar sonreír al verlos. Poco después se les acercaron.

- ¡Hey Armin! ¿Qué tal tus vacaciones? – Exclamó Connie al verlos, el rubio le bajó al volumen de celular, mientras Mikasa seguía cantando su estrofa favorita mientras ojeaba un libro que llevaba en la mano.

- Bastante bien, ¿y las suyas? – Connie hizo un bufido escandaloso, mientras Sasha saludaba con la mano a los dos chicos.

- Horrendamente aburridas. Y el calor casi logra derretirme. – Se quejó mientras se encorvaba. – Aunque pude terminar el Resident Evil 6 junto con Sasha ¿verdad?

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