Capítulo 10

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Probablemente pensaba sobre mi padre y su abandono en mí.

—No te preocupes —dije rápidamente—. Me gusta hablar sobre ellos. Y sí, tengo dos hermanastras, Ari y

Jessica.

Durante un momento, el único sonido era nuestras manos rebuscando a través de las páginas polvorientas. Pensé sobre toda la gente de ahí fuera, en la ciudad. Podían parecer a un millón de distancia, pero estaban tan cerca. Sólo unas cuantos km. ¿Pensaban en mí? ¿Estaban preocupados?

—Ellas son muy guapas, supongo — continué—, nos peleamos a veces, por supuesto y no me hablan en el colegio. Pero las quiero. Me di cuenta de que era de verdad una vez que vine aquí.

Él me estaba observando, tal vez buscando alguna señal de que el tema iba a hacer entristecerme.

—Puedo contártelo —le dije finalmente.

—Tus ojos brillan cuando dices sus nombres. ¿Cuántos años tienen?

—Ari es un par de meses mayor que yo y Jessica es dos años mayor. —Sólo decir sus nombres hacía que mi garganta se sintiese estrecha.

En los recuerdos de mi mente, veía sus largos cabellos negros, sus grandes ojos castaños y sus sonrisas.

—Apuesto a que realmente las echas de menos —Su tono era sorprendentemente amable.

—Sí, lo hago —Miles de emociones llenaron esa sencilla oración. Mi pecho se apretó y me tragué un sollozo repentino.

DaeHyun estudió mi cara, digiriendo mi tristeza. Apretaba y separaba sus manos, dudando.

—Así que tú eres la más joven —lo dijo como si estuviera confirmando una sospecha.

Estaba cambiando de tema bastante claro para intentar animarme. Fue dulce. Así que le dejé. Seguí el juego, frunciendo mi ceño en un simulacro de indignación.

— ¿Qué estás diciendo Chico Bestia?

—Bueno —dijo inocentemente—. Mi hermano siempre me dijo que era el más joven, estaba condenado a muestras dramáticas de furia cuando no me salía con la mía y un insaciable deseo de atención…

Se agachó y el libro que tiré voló por encima de su cabeza y golpeó la pared.

— ¡Estoy bromeando, estoy bromeando!

—Más te vale. —Pero yo me estaba riendo. La risa me calentaba como un fuego alegre. ¿Cuánto tiempo había pasado realmente desde la última vez que me reía? ¿Semanas? Se sentían como años.

Todavía sonriendo con complicidad, DaeHyun agarró el libro que yo había arrojado y comenzó a hojearlo. Lo puso en el estante con un suspiro. El buen humor se desvaneció de nuevo a la seriedad como si alguien hubiera tirado de un interruptor. Sólo había bastantes emociones revolviéndose dentro de ambos, suponía yo. Estábamos de tan mal humor hoy.

—Desearía haber tenido un hermano — dije, después de otro corto silencio—. Siempre quise un hermano. O una hermana muy feroz y protectora. Alguien para buscarme en el colegio cuando era intimidada…

— ¿Fuiste intimidada?

—Por supuesto. Quiero decir, mírame.

—Estoy mirándote. ¿Se supone que voy a ver algo que valide la intimidación?

Hice un gesto inútil. —Tú mismo dijiste que el que yo fuera llamada HyeSun era un error.

—No dije eso como eso y ya hemos establecido que yo estaba siendo un, ¿Cómo se dice? Un gilipollas —me estudió, con una evaluación de arriba abajo—. Y yo estaba terriblemente mal. Tú eres muy guapa, sabes.

The Beast (Daehyun FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora