Mi guardaespaldas |Dylan O'Brien|[Editando]

26. Mi lugar favorito

Grace.

— Ya te dije que no Daniel — contesto molesta

— Vamos Grace, solo una oportunidad — insistió Daniel del otro lado de a línea.

— Vuelvo a repetir. No.

— Es por ese idiota, ¿Verdad?— dijo cínico.

— No es por otro "idiota", solamente quiero descansar, los ejercicios que me ha puesto el Doctor me ha traído mi exhausta — comenté

— Esta bien — dijo tranquilo — te dejo, pero lo piensas

— Como sea, Adiós — colgué

Dejó caer mi celular en la cama, suspiro de frustrada, es desesperante estar recibiendo sus llamadas, me siento en el suelo y alguien toca la puerta.

— pase.

—No pude evitar la discusión que...— se detuvo un momento y me miró confundido— ¿Qué haces ahí sentada en el suelo? — preguntó Tyler

— ¿En dónde estabas? — respondí con otra pregunta.

— ¿Hace un rato?— asentí — Fui a visitar unos viejos amigos. ¿Por qué?

Suspiré pesadamente, obviamente el no fue quien le abrió la puerta a esa señora.

Noté que se sentó a lado mío.

— Lo que te voy a decir no se lo tienes que contar a papá ¿De acuerdo? — él asintió — Bien. Llegó una visita inesperada...

— ¿Quién fue? — preguntó

— Esa señora a la que se le puede decir "Mamá" — dije cruzando mis brazos.

— ¡¿Qué?!— dijo algo asombrado — Y...y... ¿Qué pasó? ¿Hablaste con ella?

— No mucho, lo que hice fue esconderme de ella — dije

— Es una tontería ¿Cierto?

— Claro que no, bueno si. Mejor cambiemos de tema ¿Si? — insistí

— Esta bien, cierto. ¿Con quién estabas discutiendo? — preguntó

— Con Daniel, quiere regresar conmigo pero sinceramente yo no quiero.

— Y esta bien en lo que haces, ese tipo no me agrada.

— Lo sé — sonreí

— Ya sabes quién me agrada — dijo

— No empieces — le doy leve golpe en su brazo — siempre hemos hablado de mí. Sabes, desde que llegaste no me has contado sobre tu vida en Europa.

— Oh no, eso sí que no — dijo levantándose del suelo y salió huyendo de mi habitación.

— Tyler, andá... Cuéntame — salí gritando y miré que iba bajando las escaleras y le seguí con pasos rápidos.

Parecíamos dos niños pequeños jugando alrededor de la casa, hasta que se detuvo por la llegada de papá.

—¿Qué pasa aquí?— preguntó ansioso

— Nada. Solo que Tyler ni me quiere contar sobre su vida en Europa — dije

— Cierto Tyler, jamás nos contaste sobre eso — dijo

— Es una larga historia y quizás les aburriría —  dijo con esa excusa.

— Tonterías... Vayamos al comedor — dijo papá

Fuimos los tres, no si antes entrar por la cocina dónde estaba Esther y Dylan.

— Esther, por favor  puedes  empezar a servir — dijo papá