ABC... Historias Percabeth ♡

R - Resfriado

- Pero estoy caminando normal - Dije moviendo mis cejas.

- No es cierto - Dijo riendo, y lanzandome una almohada - ¡Detente!, me duele el estómago de reír mucho - Dijo tratando de calmarse.

Cuando me senté a su lado, comencé a acariciar su cabello.

- Te dije que sería divertido estar conmigo -

- Gracias. - Me respondió.

- ¿Por qué? -

- Por estar aquí conmigo, por estar siempre que te necesito -

Bajé la mirada para verla, y sus mejillas estaban un poco más rojas.

- Siempre estaré conitgo listilla -

Me incliné un poco para besarla pero se alejó rápidamente.

- No me besarás, estoy enferma -

- ¿Y...? -

- Y no quiero contagiarte -

- ¡Oh, ven acá! - Dije, pero Annabeth se levantó de la cama.

- No - Dijo con voz cantarina.

- Bien listilla, si eso quieres... - Dije levantándome para ir tras ella.

- Percy, no, ningún beso hasta que este bien de salud -

- ¿Sólo uno? -

- No -

- Liiiiistiiiillaaaa -

- No - Dijo riendo, yo iba atrás de ella, persiguiendola por toda la cabaña, pero después de unos minutos, Annabeth se sintió cansada y comenzó a toser.

- Odio estar enferma -

Me senté a su lado y la abracé.

- Estarás bien, mira - Dije, y levantó su cabeza para estar a mi altura y fugazmente la besé, pero se separó después de unos segundos.

- ¡Percy! Te enfermarás -

- No lo haré -

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Otro día...

Annabeth p.o.v

- Annabeth, que bueno que ya llegaste -

- Hola Sally - Dije mientras correspondía a su abrazo.

- ¿Cómo te fue? - Preguntó.

- Muy bien, aunque es un poco cansado, pero ya sabe, amo la arquitectura y remodelar el Olimpo es un gran reto, pero es asombroso - Dije riendo - ¿Y Percy? -

- Sigue dormido, se lo pasaré sólo porque es sábado - Dijo riendo - Pero deberías de ir a despertarlo ya, quiero que desayunen antes de que me tenga que ir -

- Ok - Dije, y me dirigí a la habitación de Percy, me senté en su cama y él tenía sus ojos cerrados pero estaba sonriendo; Tenía su nariz un poco roja.

- Sesos de alga, despierta - Dije, acariciando su cabello.

- Listilla, no me siento muy bien - Dijo sin abrir sus ojos.

- ¿Y por qué estabas sonriendo? -

- Porque ya estas aquí.-