Capitulo 2.

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El pelirrojo no se dio cuenta de lo que pasaba hasta el momento en el que el mayordomo se tomó la libertad de depositar al menor en su cama; fue entonces que este noto su cola e inmediatamente paso a tentarse las orejas...

-¿¡Qué diablos!?-gritoneo volteando a ver a Sebastián, quien ahora parecía observarlo con curiosidad.

-¿Se siente distinto?-pregunto.

-No, no realmente.

-Veamos que puede hacer.-se acercó a su closet y sacó una bola de estambre, Grell pensó que se trataba de una idiotez, a lo cual el mayordomo la lanzo como si de una pelota de tratase; el carmín sin darse cuenta comenzó a seguir la trayectoria de la bola hasta haberla atrapado.-Bien... tienes los instintos.

-¡Deja de jugar conmigo!-gruño el menor.

-Ahora que lo pienso.-saco un spray y mojo al minino; este se erizo por completo.

-¿¡Que diablos haces!?

-Eso me hace pensar en como te bañare.

-¿Tu quieres bañarme?

-¿Es que acaso no lo deseas? Eres Grell Sutcliff, el shinigami mas coqueto que he conocido, no veo el porque te ha de parecer mal.

-Estas actuando extraño...

-Se debe a tu situación.-explico el conde entrando a la habitación del mayordomo.-se idiotiza frente a cualquier felino.

-¿Cuanto tiempo estaré aquí?

-Hasta que se recupere.

-William vendrá a buscarme.

-¿Hay algo de malo en ello?-tercio Sebastian.-Según tengo entendido... usted y el no tienen relación mas allá que laboral, creo que sabrá entender que no puede trabajar en su estado.

-Bueno, y si soy un gato, ¿Tiene algo que ver? Aun pienso, puedo actuar con mis propias decisiones.

-Por ahora, además, usted no puede irse, servirá de investigación para el caso de la experimentación de animales y personas.-entonces se acerco y cargo al carmín.-Si accede a quedarse... tendrá una recompensa mas tarde.

-¿Recompensa...?-titubeo tímido.
-Usted verá.-el mayordomo depositó al felino en la cama y se alejó para salir de la habitación, no sin antes observarle de manera seductora.-Vendré a verle más tarde...-susurró y cerró la puerta.
-¿Verme...?

Pasadas unas dos horas, Sebastian sintió la necesidad de volver a la habitación ya que tenía tiempo libre; llevaba leche tibia en un plato hondo y un poco de hierba tranquilizante para gato.
Al entrar vio al felino dormido en la cama envuelto en si mismo; este se despertó al escuchar la puerta abrirse. Se levantó en cuatro y camino con elegancia hacia el demonio, le miro curioso y comenzó a ronronear mientras se restregaba en sus piernas. Sebastian se inclinó dejando la leche en el suelo, a lo cual el gato comenzó a tomar solo un poco.
-Pareces no tener hambre...-murmuro el pelinegro.-ven aquí.-le cargo.
-Sebastian...-dijo el minino con esfuerzo.
-Casi no puedes hablar, pero aun puedes reconocerme.
-Meew-exclamó el pelirrojo de forma tierna. El mayordomo comenzó a examinarle mas a fondo, queria hacer mas cosas pero temía que el menor aun tuviera cierta consiencia de malicia.
Tomo las manos de Grell, las cuales ya tenían unas garras enormes y afiladas; Sebastian llevo sus dedos a la boca del carmín y busco lo que queria comprobar.
-Tus colmillos, han crecido... me pregunto si...-Grell comenzó a lamer el dedo indice del demonio, pudiendo dar a notar al mismo lo aspera que se habia vuelto.
-Bien... ven aqui, tengo que quitarte esa ropa y ponerte una mas cómoda.-decidió llevando al pequeño al closet. Lo depositó en el suelo y le dio la orden de sentarse.-Te has hecho mas pequeño, tal vez solo un poco, pero tendré que buscar ropa a tu medida. Por ahora...-sacó una simple camisa de botones blanca y unos pantalones cortos.
Volteo a ver a Grell pero se llevo un gran susto al no encontrarle donde le habia dejado.
-¿Grell...? ¿Grell, donde estas? ¡Ven aqui!-comenzó a llamar mientras que alguien tocar la puerta.
-¡Sebastian! ¡Deja de manosear a ese gato y atiende la puerta!-ordenó el conde a lo lejos.
Sebastian, sin mas remedio salió a atender la petición de su amo.
-Michaelis...-saludó una voz dr manera nada amistosa.-he venido a buscar a Sutcliff.
-William-san... lamento informale que el pelirrojo no se encuentra aquí.
-Siempre que llega tarde es por venir a "saludarte" asi que, como hoy no se presentó es obvio que debe estar aquí.
-Busque en otro lado.
-Escucha alimaña asquerosa, tengo cosas que hacer y si salgo de aqui sin ese idiota me teml que tendre que cumplir el sueño que he tenido desde que te conocí, yo mismo cegare tu alma sino...-se distrajo al verse interrumpido por una nubesita color rosa detras de Sebastian, esta se escabulló y paso se detuvo junto a William.-¿Que diablos?
De la nada esa nube se hizo neblina y se transformó en Grell... pero este ya no llevaba toda su ropa.
-¡Grell! ¡Vuelve adentro ahora!-ordenó el mayordomo.
-¿Que le has hecho?-decía incrédulo al ver al menor semidesnudo frotarse contra los arbustos y las paredes.
-Yo no le hice nada, solo lo recogí para probar un caso en el mundo humano.
-Necesito una buena explicación de como sucedió esto.-decia molesto llamando al pelirrojo.
-El no puede responderle.-explicó el demonio.-poco a poco sus sintomas crecen.
-¿Y esto cuando se detendra?
-No lo sabemos con exactitud, esperábamos que en la investigación se encontrará algun remedio.
-¿Y porque desaparece?
-No sabia que podia hacer eso.
-Meew...-maullo el minino pidiendo las caricias del moreno.
-¿Puede reconocerme?
-Si, aun reconoce muy bien.
-Bien... me lo llevare, yo pienso cuidarlo hasta que esto se pase.
-No puede, tienen que llevarse a cabo las pruebas necesarias.
-Maldición demonio estúpido... ¿Cuanto tardara eso?
-Tal vez una semana y media.
-¿Mientras tanto quien le atendera?
-Buscaremos un especialista en el caso.
-Yo conozco a alguien, lo traere mañana por la tarde para que pueda ayudarle. Mientras tanto,  me hospedare en un hotel cercano para poder cuidarle.
-Perfecto, puede retirarse.
-¿Y porque no dejas que se quede aqui?-irrumpio la voz del conde uniendose a la conversación.
-Joven amo.
-Es su niñeta despues de todo,  estará mejor que alguien que lo conoce venga a cuidar que no cause problemas.
-Pero, joven amo, creo que debería dejar que...
-He dicho.-finalizó Ciel sabiendo que con ello fastidiaria al mayordomo.
-Se lo agradezco mocoso, digo, sr. Conde.-decía el de lentes para luego observar a Sebastian.-escuchaste al niño, llevame a mi habitación, y lleva conmigo a Sutcliff.
-Si señor...-aceptaba de mala gana al acercarse a Grell para cargarlo, William, al observar aquello retiró lo dicho e hizo a un lado al demonio.
-Mejor yo lo llevo.-el demonio le miro con recelo, el queria divertirse un poco con su nuevo gatito.

Mas tarde, William se preparaba para dormir y pensaba en coml el pelirrojo siempre le causaba estragos, pero de todos los problemas que le habia dado antes este era el mas irregular y extraño.
Salió del cuarto de baño y se topo con Grell en la cama, hecho bolita justo en el area de las almohadas.
-Hazte a un lado.-clamó de manera fría. El carmin le miro y siguió sin hacer nada.-olvide que los gatos eran muy tercos...-murmuro caminando hacia Grell y empujandolo haciendo que este cayeta de la cama; el moreno, quien sr preocupó por el carmín se asomó a ver si estaba bien, sin embargo... los gatos siempre caen de pie. Grell, como si nada volvió a subir a la cama evadiendo al shinigami.
-Sutcliff, baja de la cama; ahora eres un gato.
-Wi...Will...-pronunció con esfuerzo el menor; el moro al escuchar eso miro al rojo de cerca.
-¿No puedes hablar bien?
-...
-¿No me entiendes?
-...
-Sutcliff, necesito que te comportes de manera sería conmigo.
-...
-¿Oh bueno... que hago charlando con un gato? No podras responderme.
-...-El felino había comenzado a lamer sus manos.
-Me siento estúpido...-suspiro el superior.
-...
-Bien... mañana arreglare este asunto.-finalizó al acomodarse entra las sabanas, de pronto sintió que algo se acurrucaba detras suyo y ronroneaba.
-Prrr...prrrr...prrr.-El cegador se giro un tanto sorprendido... ¿Que le quedaba hacer?
-Ven aqui, imbécil.-decia acariciando la cabellera del carmín y pegandolo a su pecho.
¿Tenia algo que ver su nueva naturaleza el que Sebastian y William cambiaran su forma de tratarle?
Si eso era así, Grell solo pensaria en aprovechar la situación.

Lo siento, en serio, lamento retrasarme mucho en actualizar,  espero les agrade la historia y que hayan pasado un buen fin e inicio de año.
Besos.

Cheshire SutcliffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora