26 - Iris

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Pétalos de seda que besan y besan, y acarician y embriagan de mis dedos las yemas. Y se rozan entre ellos, suavemente, en anhelo y efusivos se encuentran y enredan.

Se pierde en mi nariz, el aroma de rosa. Se pierden en mis oídos, el reír de la violeta.

Y se rompen las rejas, las barras gruesas se resquebrajan en mil pedazos, dejando mi paso al llano prado.

Y miras, por el rabillo del ojo la vida que delante de ti se postró.

Y si cierras los ojos verás en negro, y lo que realmente sientes es amor ciego. Pues ahí está la flor, mi amor, y nunca, pero nunca, se ha ido.

No llores y no rompas tus ojos por temor, pues siempre ahí ha estado la flor.

No titubeó.

Ni desapareció jamás.

En tu iris de colores cafés reflejas tu asombro en la sombra de la flor, la flor que amas.

Y el último pétalo asoma su caída al suelo de mi corazón.

Un Sol PoéticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora