Capítulo extra 2.

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PRIMER COMENTARIO AQUÍ

—Pásame el queso— le dije a Amanda.

Era la hora de la cena y hoy les tocaba a Alex y a Dave hacer la cena. Habían hecho macarrones, ya que era una de las pocas comidas que sabían hacer.

—Toma— dijo mi mejor amiga lanzándome el sobre.

—Tío Dave se tapada la pilila cuando tiene calor— dijo el pequeño Scott riéndose. Empecé a atragantarme al igual que Amanda.

Todos dirigieron su mirada hacia nosotros y yo me puse roja como un tomate.

—No es lo que parece— dije.

—Ah, ¿no? Pues explicádnoslo— dijo Alex con el ceño un tanto fruncido.

—Pensábamos que ibais a volver a las 5 y pues... nos pusimos manos a la obra— contestó Dave un tanto avergonzado.

No entiendo el porqué, ya que antes se llevaba a toda persona con vagina a su cuarto para hacerlo.

—¡¿Entró Scott mientras tanto?!— dijo Amanda levantándose rápidamente.

—¡No! En cuanto oímos la puerta paramos y entonces él entró.

Amanda se acercó a Scott y le tapó las orejas.

—A la próxima que queráis follar iros a un hotel o algo— dijo y siguió comiendo los macarrones—. No quiero hablar más del tema.

En ese momento supe que mi amiga se había enfadado conmigo y mucho.

Porque, a parte de que se le notaba en la cara, sabes cuando tú mejor amiga se enfada.

—Amanda, no era nuestra intención...— dijo Dave.

—¡He dicho que no quiero hablar más del tema!— gritó. Recogió su plato, lo llevó a la cocina y se dirigió a su cuarto.

—Joder... tenéis que intentar tener más cuidado. También fue fallo nuestro, sí, pero sed un poco más responsables. Tenéis dinero para pagaros una noche en un motel o algo. Solo os pido que seáis más cuidadosos de cuándo lo hacéis y dónde.

Vaya cena más desastrosa.





—¡Me voy a trabajar!— grité. Eso es lo malo de ser camarera, que en vacaciones también hay que trabajar.

—¿Quieres que te lleve?— pregunta Dave asomándose por la puerta despeinado.

—No hace falta, tranquilo— dije y le arreglé un poco el cabello. Me agarró de la cintura, juntándome más a él, y me dio un cauteloso beso en los labios.

—Vale, mamá— dijo de broma por peinarlo.

—¿Quieres que te trate como si fuera tu madre? Porque soy capaz— dije con una sonrisa burlona.

—Vale— dijo sonriendo igual que yo.

—Bien— contesté separándome de él—. Adiós, hijo— le di un beso en la mejilla dejándole la marca del carmín para, a continuación, chuparme el dedo e intentar borrarlo.

—Adiós, mamá— dijo y se fue acercándome para darme un beso.

—Hijo, eso está mal, que soy tu madre— contesté separándome de él con una sonrisa burlona.

—Vale, perdón, adiós— rodó los ojos.

Me dirigí a la puerta y salí. Llamé al ascensor y esperé de pie a que llegase a mi piso. Entonces la puerta de mi apartamento se abrió, saliendo corriendo Dave para darme un beso.

—No me gusta el juego de mama e hijo— sonrió y me dio otro beso.

El ascensor se abrió, saliendo una señora refunfuñona.

—Iros a vuestra casa, par de degenerados— dijo la señora de cuarenta y pocos.

—Amargada— contestó Dave abrazándome por detrás.

—¡¿Qué me has dicho?!— dijo levantando el bolso para pegarle.

—¡Señora, pare!— dije agarrándola del brazo para que no pudiese golpear más a Dave.

—¡Niñatos!— dijo y entró a su casa dando un portazo.

—Por tu culpa nos hemos ganado un enemigo más.

Digo más porque hace unos meses montamos una reunión de amigos, haciendo que el vecino de abajo se quejase. O cuando se nos cayó una maceta encima del vecino. O cuando Alex meó sonámbulo al balcón de abajo.

Sí, todo eso ha ocurrido. En un año.

—¿Por mi culpa?— preguntó— Si no estuvieras tan buena y no fueses tan guapa no te hubiese besado— rió.

—Estás loco.

—Si estar loco significa estar enamorado entonces sí, estoy loco de atar— dijo con cara de inocencia.

—Ambos lo estamos— dije y lo besé—. Voy a llegar tarde al trabajo.

—Luego te recojo— contestó.

—No está tan lejos.

—Te quiero.

—Y yo a ti.

Bajé en el ascensor y anduve hasta la cafetería.

—Siento el pequeño retraso, me quedaré unos minutos más al final— dije y me puse el uniforme del trabajo.

Empecé a servir y tomar pedidos hasta que llegó mi hora de descanso.

Salí afuera a fumar un cigarro porque me apetecía. No era fumadora diaria, solo de vez en cuando para relajarme un poco. Afuera vi como Dave se acercaba con una bufanda y un abrigo, manteniéndolo caliente.

—¿Te has visto?— dije riéndome de su atuendo.

—Ande yo caliente, ríase la gente— se encogió de hombros—. ¿Por qué estás fumando?— preguntó con el ceño fruncido. Él sabe que no suelo hacerlo.

—Me apetecía, ¿quieres?— pregunté.

—No— contestó —. Bueno, tal vez un par de caladas dijo quitándomelo de los dedos.

N/A: Holaaaa.
Hasta aquí el capítulo de hoy. No lo dejo con intriga. Siento haberme demorado. ¡Feliz 2017! Qué raro suena, ¿verdad? Os quiero a todos, ¡100k leídos! No me lo creo. Os amo muchísimo a todos los que votan, todos los que comentan e incluso a los lectores fantasma. Intentaré no demorarme tanto la próxima vez.
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Capítulo dedicado a: angels_gm
Besos, tita Ángela.

Viviendo en una fraternidad(VCC#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora