Pero el héroe no había secuestrado al hada rusa por simple capricho.


Tenían más en común de lo que Yuri se imaginaba.


La moto paro cerca de un mirador.


─Baja─ El rubio bajo de la moto, el kazajo también lo hizo, por lo que pudo respirar tranquilo al saber que no iba a abandonarlo ahí.


─¿Qué hacemos aquí? ─ El mayor apunto escaleras arriba.


─Hay un hermosa vista desde allá─ Comento para luego comenzar a subirlas, Yuri resignado siguió los pasos del pelinegro. Al llegar al lugar indicado pudo apreciar el bello paisaje en medio de un atardecer.


─Otabek... ─


─Hace cinco años ─ Yuri miraba intrigado al kazajo ─ Nos conocimos hace cinco años ─


─¿En serio? No me acuerdo─


─Estaba en mi primer año de la división junior, pero no pude con el ritmo de los Juniors rusos, así que me pusieron en la clases de los novatos y te conocí allí ─ Yuri trataba de hacer memoria, pero por más que intentaba no recordaba ─ Tus ojos eran inolvidables, tenías la mirada de un soldado ─


─¿De un soldado?...yo... ─ Yuri aparto su mirada del kazajo, ese cumplido había sido inesperado, sin embargo lejos de molestarlo, le había agradado, por lo que tomando algo de valor se animó a hablar también ─ Me habían cambiado de mi pista de Moscú a San Petersburgo. Estaba desesperado, pero decidí no quejarme hasta mejorar lo suficiente ─


─Luego partí de Rusia a Estados Unidos y más tarde a Canadá. Solo el año pasado pude regresar a mi pista en Almaty. Hoy más que nunca quiero ganar el torneo por Kazajistán ─ Yuri se había mantenido con la mirada fija sobre el de ojos cafés.


─Otabek ¿Por qué viniste a hablarme? ¿No somos rivales?─


─Siempre he pensado que nos parecemos, eso es todo ─ Ambas orbes, esmeraldas y cafés se encontraron ─ ¿Quieres que seamos amigo o no?─


Yuri estaba sorprendido, era la primera vez que alguien le había pedido ser su amigo. Sin embargo sonriendo apretó la mano que el kazajo le extendía. Esa persona realmente le agradaba.


Ahora siendo amigos oficiales, Yuri se sentía a gusto al lado de Otabek, por lo que decidieron dar unas cuantas vueltas a la ciudad.


Yuri tenía que admitirlo.


Le encantaba pasear en moto.


Después de una hora recorriendo las calles de la ciudad el kazajo propuso ir a cenar, Yuri acepto la invitación, no sin antes sacar su celular y tomar una foto para luego subirla a instagram.


Ambos salían en ella, Otabek conduciendo y Yuri detrás de él sonriendo.


~A.G.A.P.E~An angel gets an empty promise #PremiosKatsudon2017Where stories live. Discover now