-Está bien, llama a Adrien, necesitará que alguien venga a ayudar a Marinette con su hijo...-expresó ella colgando el teléfono. 

Se tomó el vientre y  torció la boca en un gesto de desagrado. Tenía muchas mejores cosas que hacer que estar ahí viendo como todo comenzaba a desbaratarse nuevamente. Se quedó viendo en el vidrio de la puerta del Hospital y luego salió para encontrarse con Ali. Se quedaron mirando.

-Quiero abortarlo...

-¿Esa es la decisión que has tomado? No podríamos darlo en adopción... quizás cambies de idea conforme vaya pasando el tiempo...

-No quiero tener un hijo. Me vale muy poco si quiere tenerlo. Yo no quiero tenerlo...

-Por lo menos  déjame decidir....-Fiorella lo miró de manera fría. Ali no sabia que hacer realmente, no sabia que pensar ahora mismo.

-La decisión está tomada...-dijo ella antes de parar un taxi y desaparecer entre el tráfico. 

Alí había quedado con ese sin sabor en la boca, aquel que no había probado desde ya hace un buen tiempo. Decidió irse de Francia y jamás volver. Fiorella igualmente desapareció por su cuenta importándole muy poco lo que pasaba con los demás. Después de todo, era ahora un espíritu libre y sin responsabilidades. 

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El tiempo comenzó a correr otra vez, una vez más para Marinette y Adrien, para  cuando el bebé cumplió un año, Adrien estaba demasiado Delgado, su melena Rubia estaba frondosa pero su salud estaba comenzando a deteriorarse. Marinette aún no sabía qué le sucedía a su esposo pero de que sospechaba de que le sucedía algo grave con su salud, lo sabía. ¿Pero qué?

Adrien se mantuvo callado, ahora estaba frente a Maria Antonella, Alya y Nino. Los tres mejores amigos de Adrien, estaban sentados en el mueble aterciopelado. Esperando que este hablara sobre lo que los tres le cuestionaban desde hace tiempo.

-Entonces, ¿Qué es lo que tienes? ...- expresó Antonella calmada, esperando que por un momento este hablara, pero solo la quedó mirando un par de segundos y siguió con su silencio.

-Acaso, ¿nos vas a decir algo? ¿ Sabes qué es lo que nos podría pasar? Estamos preocupados por ti. Lo único que queremos es que nos cuentes que está pasando...-expresó Nino enojado, no podía creer la tamaña desconsideración de Adrien.

-No nos vas a decir nada, ¿verdad? ... ¿Por qué eres así con nosotros? ¿ Acaso no somos parte de tu familia? - Adrien quedó mirando a Alya y negó con la cabeza. Era ahora o nunca.

-Tengo Leucemia, en fase terminal. Cada día sobrevivo con el cansancio del día a día... Me duele el cuerpo de tanto soportarlo, siento que cada hueso mio se rompe sin clemencia. No tengo ni siquiera fuerzas para cargar a mi pequeño, para enseñarle a caminar, pero siento que no puedo más. Me duelen las quimioterapias, me duele lo que utilizan en mi y no he visto mejoras.  Si los he llamado aquí es para decirles que cuiden de mi hijo y Marinette como si fuera yo.

Los tres se quedaron en silencio, la primera en reaccionar fue Maria Antonella, se  puso en posición fetal para luego lloriquear. Era de lo peor, lo primero que quería hacer ella es estamparle un puñete, pero ¿Para qué? él no tenia fuerzas para detenerla, no tenia fuerzas para abrazarla como antes lo hacia cada que él la sacaba de quicio. 

Alya por su parte se quedó petrificada, ¿qué le iba a decir a Marinette cuando llegara la hora? Esto no podía ser ocultado más. Se abrazó a si misma y se echó a llorar. Nino por su parte, hombre de cabeza fría, comenzó a mirar a Adrien y caminó hacia él tocando su hombro. 

-Necesito que se lo digas a Marinette... no estamos de acuerdo en ocultárselo. Debes decirle, decirle como están actualmente las cosas...

-Pero ella no lo soportaría...-miró de un lado a otro buscando algo que avalara lo que decía. Tomó una carta y la sacó de su sobre. Ahí estaba unas frases escritas a puño  letra por la misma Marinette.

The Best Friends ||Adrianette||जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें