"Qué amigo? Él que te trajo esta mañana?"- dijo levantando una ceja,otra vez.

Asentí.

"Es tu novio?"- preguntó frunciendo el ceño.

Oh vamos, no estará celoso no?

Reí un poco.

"No, no lo es, ademas él es gay Chase, nada que ver"- le dije entre risitas.

Chase sonrió.

"Ahh bueno"- dijo y suspiró de alivio.

"Celoso?"- pregunté levantando una ceja.

"Celoso yo? Puff, ya quisieras"- dijo haciendo un movimiento raro con la mano.

Me cruzé de brazos.

"Ohh vale, solo un poco, eres mi única amiga"- dijo dandose por vencido.

"Bueno, pero que celosin resultastes ser"- dije apretandole los cachetes.

"Suelta, deja mis cachetes"- dijo apartando mis manos con un manotazo.

"Ufaa, amargado"- dije rodando los ojos- "Bueno, me tengo que ir, Taylor me está esperando"- dije pasandole por el lado.

Chase me tomó del brazo y me giró.

"Taylor? Taylor qué?"- preguntó con el ceño fruncido.

"Anderson"- dije mirandolo algo extrañada.

"Ahh con que ese es el imbécil que me quiere quitar a mi amiga ¿ehh?"- dijo enarcando una ceja.

"Dios, que pesado eres"- dije rodando los ojos algo divertida y soltandome de su agarre.

"Me voy, nos vemos luego"- le dije y salí del colegio antes de que Chase volviera a detenerme.

Caminé hasta el estacionamiento. Por suerte nadie me vió. Pude localizar el auto de Taylor a lo lejos. Me acerqué al auto y entré.

"Si querias tardarte más, me hubieses avisado y no venia con tanta prisa"- dijo fastidiado.

"Lo siento, Chase me detuvo en el camino"- me excusé apenada.

"Con que hablando con el guapetón de Chase Blackwell ¿eh?"- dijo burlón.

Reí.

"No jodas Taylor"- dije con voz apagada.

Ya sabia yo que un poco de felicidad no me iba a durar tanto.

"Todo bien?"- preguntó dandose cuenta de mi repentino cambio de humor.

"Para que mentirte? Intento bromear para olvidarme de todo esto pero me es imposible, no pasan más de 10 minutos y mi humor ya está por los suelos"- dije frustrada recostandome en el asiento.

Taylor suspiró.

"Vamos de compras, así te distraes un poco, vale?"- dijo encendiendo el auto.

"Odio ir de compras"- dije encendiendo la radio.

"Enserio? A qué chica no le gusta ir de compras?"- preguntó frunciendo el ceño.

"A mí"- contesté.

Taylor rodó los ojos.

"A dónde quieres ir entonces?"- preguntó.

"Sorprendeme"- le dije sonriendo.

Él me devolvió la sonrisa pero la suya incluía unos hermosos hoyuelos en sus mejillas.

"Es injusto que a tí te salgan hoyuelos y a mí no"- dije como nena chiquita cruzandome de brazos y haciendo puchero.

La Chica RaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora