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Siempre se me ha hecho difícil escribir desde la perspectiva de un chico, así que Yeudy me está ayudando. :p

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Harry's POV.

─¿Qué estás haciendo? ─Me preguntó Zayn entrando a la sala en la mañana.

Estaba mirando fijamente la única foto que me había tomado con Carly. Ni siquiera había sido yo. Era la foto del beso, ¡la foto del maldito beso!

─Nada. ─Cerré mi celular y suspiré.

El café empezó a burbujear y Zayn me miró con una ceja levantada. Sabía que me estaba comportando demasiado raro pero la vida era así. Yo había sido un estúpido y el karma se la estaba cobrando caro. Serví las dos tasas de café y coloqué una para Zayn que estaba bostezando y rascando su estómago al mismo tiempo, en ropa interior. Tomó la taza de café y le dio un sorbo, escupió el trago rapidamente. Me carcajeé entre dientes.

─¡Puaj! ¡Esta mierda sabe horrible!

─Eso es porque no tiene azúcar, grandísimo imbécil. ─Le dije, señalando lo obvio, Zayn pareció comprender. Nos quedamos un momento en silencio mientras él le podía una cantidad de azúcar escándalosa al café.

Había decidido mudarme con Zayn cuando no aguanté más a Niall hace poco más de un año. Sus miradas desaprobatorias, las visitas de Maite a la casa y las constantes charlas sobre mi estupidez habían estado presentes. Un día, le dije a Maura (la mamá de Niall) que me iría y ella pareció comprenderlo. Además, yo ya apestaba en esa casa. Había vivido por siete meses... aunque pagando la renta con mi trabajo de medio tiempo.

Unos cuatro antes de que Carly se fuera y unos tres después.

Y sobre Carly...

─¿En qué estás pensando? ─Me interrumpió Zayn metiéndose un pedazo de pan tostado a la boca. ─Apuesto lo que sea que tu mente no sale de Carly Evans. ─Habló con la boca llena y yo me tragué un pedazo de pan para no soltarle una mierda.

Mis pensamientos durante estos últimos años se habían limitado a fútbol, entrenamientos, universidad, trabajo y... Carly. No en ese mismo orden y unos más que otros porque Carly no salía de mi cabeza por nada.

─Estoy bien.

─Ya ha pasado demasiado tiempo para sigas llorándola, pareces una niñita. ─Tragó un poco y continúo: ─Apuesto que a ella ni siquiera le importa.

¡Qué imbécil! Me bebí el café sobrante de un solo trago y pude sentir como me quemó en la garganta.

─Nos vemos a la hora de la cena. ─Le dije un poco molesto y salí de su apartamento.

Bajé las escaleras para empezar una rutina que se había vuelto aburrida. Comencé a correr inmediatamente salí afuera, hacía un viento fresco así que la primera gota de sudor bajó casi para cuando llegué al campo.

─¡Llegas tarde, Styles! ─Me gritó el entrenador, un poco molesto.

Me disculpé con un asentimiento y el entrenador me indicó lo que debía hacer. Mi amonestación era darle diez vueltas corriendo al campo de fútbol completo. A mí ni siquiera me importaba, correr me gustaba. Lo había aprendido unas semanas después de superar un poco mi depresión luego de que Carly se había ido(y cuando digo superar... me refiero a dejar de estar encerrado y pensar en nada y en todo como una nenita).

Descubrí que correr me hacía encerrarme en mis pensamientos y me ayudaba a liberarme el estrés. Para cuando terminaba de correr estaba demasiado exhausto como para pensar en nada más y mi mente se apagaba.

Mi bendición. HS. 2da Temporada.Where stories live. Discover now