Capítulo V

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POV. MANA.

Sí, ya me confirmaron mañana llega mi "prometido" detesto decir eso, pero desdichadamente lo es.

Atem no ha querido procesar lo de mi compromiso, pero... Yo tampoco puedo procesar el de él y Akana, de todas formas ya le he dicho a Atem que mañana llega él. Él no habla mucho de eso, pero... Otra vez me insiste que escapemos. ¿Debo aceptar?

—Mana, te amo —Atem se acerca a mí a besarme, a lo que yo me alejo pues lo hace para querer convencerme de escapar con él.
—Atem, también te amo. Pero...
—No quieres irte conmigo... —¡No es tan fácil!
—¡Lo sería si tú no pusieras tantos obstáculos para escapar.
—¿En que cuento de hadas vives? ¿Qué acaso no piensas en nuestro futuro?
—Sí, pasar mi vida contigo, pero...
—Majestad su padre, el faraón, lo espera en la sala de trono —llega un guardia interrumpiendo.
—Sí, ya voy —dice Atem y se va, seguramente molesto conmigo.

Ya es de noche y mañana llega ese joven con el que probablemente me case y me vaya del palacio. Atem se casará con Akana y luego de eso fingiremos que nuestra relación nunca sucedió.

Estaba sentada en la orilla de la cama hundida en mis pensamientos cuando...

—Vaya, vaya ¿Qué sucede ahora?
—¡Bakura!
—¿Preocupada por la boda de tu príncipe? ¿Preocupada por tu compromiso? —sí, Bakura estaba sentado en mi ventana y desde allí me hablaba.
—¿Cómo sabes todo eso?
—Yo sé mucho de ti.
—¿Me espías?
—¿Qué si es así? Tú me atraes.
—¿Qué dices?
—Sí Mana, desde aquella noche no dejo de pensar en ti, y yo sé que tú tampoco dejas de pensar en mí —dijo Bakura y empezó a acercarse a mí.
—Ba... Bakura, yo quiero al príncipe.
—Pero tu príncipe con otra se casará, y tú probablemente también con otro lo harás.
—Pero... —Bakura me agarró de la cintura y me acercó a él, tiene razón, no he podido dejar de pensar en él. Pero, no sé lo diré.
—Mana querida, no te sientas tan frustrada ante tus decisiones.
—Bakura, vete no quiero tratar con nadie ahora —le digo y me separo de él a lo que Bakura sólo me suelta, se acerca a la ventana y se va no sin antes decirme:
—Está bien, nos vemos luego, preciosa. Hasta luego.

Esa noche casi no dormí pensando en que al día siguiente conocería a mi futuro esposo.

AL DÍA SIGUIENTE...

Me desperté y lo primero que pensé fue en lo que Atem me dijo días atrás "Escapa conmigo" no quería pensar en eso, tenía miedo de escapar.

Me preparé y salí de mi habitación, el palacio estaba más desolado que de costumbre eso me sorprendió. En una fuente de uno de los jardines encontré a Atem sentado a lo que me acerco a él y le digo:

—Príncipe, ¿qué hace aquí?
—Mana... —se acercó a mí, y me abrazó repentinamente.
—¡Príncipe!
—¿Me amarás después de todo esto, verdad?
—¿Por... Por qué lo Preguntas?
—Porqué yo aun te amaré después de todo la que pasemos.
—¿Te refieres a nuestros matrimonios?
—Mana, ¡Escapa conmigo!
—¿Por qué no dejas de decir eso?
—Porque no dejaré de decírtelo hasta que te convenza.

—Majestad, el joven Kev, del pueblo vecino ya está aquí en el palacio —se oye decir un guardia al faraón, padre de Atem. 

Sólo le di a Atem una mirada de tristeza y vi que en la suya también había una, en ese momento fui y me encerré en mi habitación. No quería saber nada, ni de bodas ni de nadie, estaba harta de pensar en eso.

Me recosté pensando en una y mil cosas y formas de escapar de mis problemas ¿será la solución escapar como Atem lo planeó? En ese momento tocan mi puerta.

—¿Quién es?
—Señorita Mana, el faraón y los demás guardias de la corte la esperan en la salan del trono, su prometido ha llegado —me dice un guardia del otro lado de la puerta.
—Diles que no me presentaré.
—Pero señorita...
—¡No iré!
—Informaré a la corte —dijo y de fue.

Cinco minutos después otra vez tocan a mi puerta.

—¡Mana! ¡Mana! Abre y sal ahora —me grita Mahad del otro lado de la puerta.
—¡No quiero! —le respondo.
—Mana... No me obligues a hacerlo a la fuerza.
—¡No lo haré Mahad! Mejor deja de intentarlo.
—Está bien, tú lo quisiste así...
—¡Un momento! —oí una voz aparte de la de Mahad, una voz suave pero masculina que hizo que Mahad se detuviera.
—Joven Kev, disculpeme por el escandalo es sólo que ella...
—Lo sé, lo sé aun no se decide en salir. No te preocupes yo me encargo.

El tocó mi puerta, pero estaba segura que Mahad seguía allí y también estaba segura que la mayoría de la  Corte Real también estaría allí.

—¡No saldré! —grité.
—Señorita por favor, salga y hablemos sólo eso pido por favor —me responden del otro lado de la puerta.
—¿Quién es usted?
—Soy Kev, de un pueblo cerca de aquí, quiero conocerla.
—Te quieres casar conmigo y ni me conoces, ¡eso no es amor!
—Señorita, es cierto ¿qué sé yo del amor? Pero... Yo la quiero de todas formas.
—Pero... Yo quiero a alguien más.
—¡Mana! —oí venir de Mahad. —Señorita Mana, por favor sólo déjeme hablar con usted —oí otra vez de Kev, al fin me decidí y salí, pues sabía que era imposible quitarmelos de encima.

Cuando salí me contré con un muchacho alto, ojos claros indiscutiblemente guapo no lo negaré, vi como él me vio sorprendido y me dijo:

—Eres más hermosa de lo que imaginé.
—Muchas gracias —dije confundida, él tomó mi mano y la besó, luego me dijo:
—Soy Kev, hermosa dama.
—Sí, está bien...
—Permitame hablar con usted.
—Está bien —digo en un suspiro.

A lo lejos, detrás de un pared vi una sombra que me hizo voltear a ver, encontrándome a Atem que me veía serio. Luego de eso vi como se alejó.

No lo puedo creer ¿por qué tuve que enamorarme del príncipe? ¿por qué el príncipe tuvo que enamorarse de mí?

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Hola...

Apareció el prometido de Mana ooo ¿qué pasará ahora? ¿qué decidirá Mana?¿Cómo se sentirá Atem?

Siguiente capítulo muy pronto... :D

¡¡Hasta luego!!

¡Escapa Conmigo! [Yu-Gi-Oh!]Where stories live. Discover now