Volviendo a ser joven (BonxBonnie) [1° Libro]

Capítulo 15. Propuesta complicada

- ¿Bonnie?- el peliazul se le acercó- ¿Qué te pasa? Estás pálido...

- Bon...- el pelimorado se giró sonrojado- ¿a tí... quién te gusta?

Aquella pregunta pilló desprevenido al peliazul, el cual se iba convirtiendo en un tomate de pies a cabeza.

- ¡¿E-eh?! ¡¿A-a qué viene e-esa pregunta?!- saltó de su sitio para quedarse de pie.

- Por favor, maestro- Bonnie le suplicaba-. Necesito saberlo.

- ¿Para qué quieres saber eso?- se volvió a agachar a su altura.

- Solo... dímelo, por favor.

- Ok, no se lo que te pasa... pero si de verdad lo quieres saber... sólo te diré que... tiene el pelo morado y lleva gafas.

Al ser Bonnie tan inocente, no se percató de que había dicho dos características suyas, y ahora miraba confundido al mayor.

- No conozco a nadie con esa apariencia, ¿es acaso de tu clase?- el pequeño apartó la mirada y Bon suspiró.

- No, pero, por ahora, sólo te diré eso... ¿estás mejor ahora?

- Sí... pero otra cosa- el mayor lo miró curioso- ¿de verdad vas a casarte con Toddy?- los ojos de Bonnie amenazaban con llorar.

A Bon se le partió el corazón al ver a Bonnie así de triste, por lo que suspiró y abrió sus brazos. El pequeño no se lo pensó dos veces y se abalanzó Alberto el mayor, fundiéndose ambos en un cálido abrazo. Bonnie lloraba con fuerza sobre el hombro de Bon, y este se levantó cargándolo sobre su hombro mientras le acariciaba la espalda.

- Tranquilo- le susurraba en el oído-. No, no voy a casarme con Toddy. Sería un infierno estar con ella- Bonnie se aferró más a él abrazando su cuello-. No te preocupes por ello, yo me quedaré aquí, contigo.

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo...

Aunque Bonnie siguiera llorando, ahora estaba feliz. Feliz de saber que Bon no le dejaría por alguien como esa bruja de Toddy. Tal vez tendría una oportunidad con él.

(...)

Tres días. Ya habían pasado esos tres malditos días. Bon no tenía ni idea de cómo hacer que Toddy lo dejara en paz. Sabía que no se libraría fácilmente de la chica. Mientras tanto, Bonnie estaba con Irene, haciendo sus últimas pruebas para la solución.

- Bien, con estos datos enseguida tendré el antídoto para...- la chica notó a su amigo ausente y decaído- Bonnie, ¿estás bien? Llevas un bien rato algo triste...

- ¿Ah? No, no... estoy bien... pero...- Bonnie jugaba con sus deditos sonrojado- C-creo que me gustaría que... Bon supiera ya de mis sentimientos...

A Irene se le cayó la libreta y el lápiz al suelo al oír asa noticia. ¿Estaba pasando de verdad?

- E-espera, espera- Irene se acercó al pequeño con ojos brillantes-. ¿Me estás diciendo que quieres confesarte a Bon?

- A-ah, y-yo...- estaba demasiado rojo y nervioso- su-supongo que sí...

- ¡¡Kyaa!! ¡Dios, por fin!- Irene gritaba de emoción-  ¡No me puedo creer que esté pasando de verdad!

- P-pero, ¿de qué estás hablando?- el pelimorado no entendía.

- Uy, perdón, me he emocionado demasiado- Irene se rascaba nerviosa la nuca-. Bueno, ¿y cómo has pensado en declararte?

- Pues... por eso quería pedirte ayuda... ¿cómo puedo declararme?