Capítulo 4

96 6 0
                                    

Abrí mis ojos teniendo en primer plano dos tubos negros, observando mejor noté que era tela negra, eran piernas, vestidas en pantalones negros, y también los pies llevaban zapatos de vestir del mismo color.


-¿Eh? Mat, cuándo me dormí o que pasó.- terminé de despertar y miré hacia arriba, había un hombre vestido completamente en negro, y su cabello estaba hasta los hombros, igual de color negro, lo único que no era color negro era su piel blanca y parte de sus ojos.

-¡Oh!- gritó haciendo bizco.

-¡QUÉ! - me levanté del susto.- MI ROSA.- la busqué con la mirada rápidamente.

-¡Madostuki!- volvió a gritar y volteó, ahora miraba el perfil de su rostro, pero su ojo camaleónico violaba las reglas y la lógica humana pues me seguía mirando, y se movía como loco de vez en cuando hacia arriba y hacia abajo.

-¡BAS-TA!- chillé

-...- calmó su ojo.- ¡Pero ya está traumada!- luego de decir esto emitió una tonadita extraña que iba ascendente y luego descendente.


Su ojo loco que me miraba volvió a la normalidad y volvió a mirarme de frente, por fin estaban quietos y normales.

La risita cercana de Mat reinó en el mini silencio, cuando estuvo cerca de nosotros abrazó a aquel hombre alto y, sin dejar de hacerlo me lanzó un pan.

-Encontré esto en una máquina expendedora, ya tiré el envoltorio.

-¿Dónde va a haber algo así?- me asombré.

Respiré con dificultad mientras tomaba torpemente el pan, me obligaba a mantener la calma ya que aún tenía el susto de antes atorado en mi pecho.

-En mi mundo.- me sonrió apretujando al hombre extraño.- Y de paso traje a este loco conmigo.

Lo señaló con una de sus trenzas, el hombre respondió haciendo esos ojos chuecos y otro sonido raro.

-Uh...

-Su nombre es Masada, dile Masada-Sensei.


El hombre hiso lo anterior de nuevo mientras Mat me sonreía.

-Uh. H-hola.

Se puso normal y sonrió.


-No me tengas miedo, Ib.

¿¡Puede hablar normal?! Gritaba esto en mi mente para no hacerle sentir mal.

Mientras tanto, sacó del pecho de Mat un hexágono, con lo cual ella se molestó y lo tapó enseguida.
-¡Hey!, ¡es MI mochila!- exclamó mientras pateaba una de sus piernas largas.

-Sí, pero guardé ahí MI piano.- respondió dándole un pequeño golpe en el hombro.

-Bueno.- bufó molesta.

Masada acarició la cabeza de Mat y ésta sonrió. Yo intentaba parecer normal para no ofender al ser extraño o incluso a Mat, pero aún estaba un poco temerosa por su presencia, simplemente no podía acostumbrarme a él.

Masada hiso del hexágono un piano amplio y un banco para piano, ambos de color blanco, se sentó y comenzó a tocar.

-¿Qué sucedió? – pregunté sin dejar de apreciar el ser extraño mientras tocaba.

-Oh, bueno.


Mat se sentó en el piso y soltó un silbido para que volteara a verla y me sentara con ella. Me acomodé despacio alejando mi atención de Masada poco a poco decidida a comer el pan.

-Ok, encontramos una ventana en la pared con el interruptor, ¿recuerdas?- yo asentí - bueno, en la ventana vimos a Garry y-

-¿¡Y dónde está!?

Chegaste ao fim dos capítulos publicados.

⏰ Última atualização: Jun 18, 2020 ⏰

Adiciona esta história à tua Biblioteca para receberes notificações de novos capítulos!

Navidad fuera del arte (pendiente)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora