Cap. 7.- Enfrentamiento

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"Me siento tan insensible de ver este amargo final" - Apology -

-Gracias por acompañarme.

-No me lo agradezcas.

Alex le sonrió a Lelouch mientras ambos entraban al centro comercial. Necesitaba algunas cosas, ya que no había podido llevar muchas consigo antes de irse y tenia mucho que reponer de su guardarropa. Por el camino se encontró con Lelouch quien amablemente se ofreció a acompañarla puesto que él también tenía compras que hacer. Alex agradeció mentalmente que ninguno de los Sakamaki viniera con ella.

-Dejame ver si lo entendí: te mudaste apresuradamente y no pudiste traer mucho, ¿es eso?- dijo Lelouch tras escuchar a Alex.

-Sip- respondió ella-. Así tal cual.

Lelouch iba a preguntar otra cosa, pero un grito llamó la atención de ambos:

-¡Alex!

Era Giselle, con una caja en las manos. Corrió hacia ella con cuidado de no agitar la caja demasiado y las dos hermanas se abrazaron.

-Te extrañé mucho- dijo Giselle.

-Yo…- te veo en la escuela- dijo Lelouch, alejandose de ahí.

-Adiós- dijo Alex despidiéndose. Luego miró a Giselle-. Vamos por una malteada.

Ambas se fueron a una cafetería. Se mantuvieron en silencio hasta que las malteadas llegaron, cuando Giselle le dijo a Alex con mirada acusadora:

-Dijiste que no volverias a vivir con vampiros. ¡Lo prometiste!

-Tenía que hacerlo- murmuró Alex.

Giselle resopló.

-¿Por qué?- preguntó-. ¿Por mí? No era necesario, yo me hubiera ido con tal de que tú…

-Giselle, escuchame- le interrumpió Alex. Se aseguró de que nadie las escuchaba y añadió-: Los hermanos Sakamaki son crueles y perversos, no son como los vampiros con los que estuve. No iba a dejar que te mataran.

-Pero yo no quería quedarme sin mi hermanita.

Giselle hizo un puchero y Alex se soltó a reír.

-Esos vampiros no me harán nada. Si intentan propasarse, les patearé el trasero y huiré de ahí.

-¿Me lo prometes?

-Palabra de Sparky.

~~~~~

Alex miró la caja que estaba sobre la cama. Se la había dado Giselle después del día de compras improvisado para las dos. La chica abrió la caja…y una cabecita peluda asomó por la misma. Alex dio un respingo.

-No puede ser. ¡Sparky!

El perro, un puddle mini toy color miel, soltó un ladrido alegre, feliz de ver a su dueña de nuevo. Además de la caja, dentro se encontraba una bolsita. Alex sacó a Sparky y tomó la bolsita, pero antes de que pudiera abrirla el perro saltó de la cama y salió de la habitación.

-¡Sparky!- exclamó Alex-. Ven aquí, pequeño travieso.

Alex guardó la bolsita el bolsilo de su pantalón y corrió detras de Sparky, deteniéndose en seco al ver a Reiji con el perro en sus brazos.

-Sabes que no puedes tener animales aquí- dijo.

-Lo sé, pero no lo dejaré aquí- dijo Alex-. Iba a llevarlo a…

-No importa, me desharé de él.

-¡No!

Alex corrió detrás de Reiji, que se dirigía con Sparky a su despacho. Al alcanzarlo, lo agarró de un brazo intentando frenarlo.

-¡Reiji, devuelveme a mi perro!- exclamó.

Ninguno de los dos notó que Raito, Kanato, Ayato y Subaru estaban observándoles. Reiji volteó y de un empujón mandó a Alex al suelo. La chica frunció el ceño, a punto de saltarle encima. Al carajo su secreto vampirico, no iba a dejar que lastimaran a su perro.

-Sueltalo.

Todos se sorprendieron al oír la voz de Shu. Reiji se enfrentó a su hermano con una sonrisa burlona en el rostro.

-¿Qué pretendes hacer?- preguntó con sorna.

El semblante indiferente de Shu no cambió.

-Deja al perro.

-Hace tanto que no teníamos un animal rondando por la casa…- dijo Ayato, ladeando la cabeza.

-Callense, va a asustarse- dijo Kanato.

Reiji se soltó a reír.

-¿Quieres limpiar la culpa del perro que no pudiste salvar?- se burló-. Que patético eres, vago holgazán.

Shu no respondió. En su lugar, atacó a Reiji estrellandolo contra la pared, obligandolo a soltar a Sparky, que corrió a refugiarse con Alex. La chica estaba anonadada, al igual que los trillizos; Subaru estaba sorprendido, aunque en su mirada podía notarse la admiración por su hermano mayor, y Reiji estaba furioso. Shu volteó hacia Alex soltando a su hermano menor.

-Llévate ese perro- dijo-. Y encuentrate con nosotros en la escuela.

Alex asintió y se fue a su cuarto por sus cosas antes de salir de la mansión. Tenía dos certezas de lo que acaba de ocurrir.

Una: Shu buscaría como cobrarle lo que acababa de hacer.

Y dos: Reiji buscaría la forma de vengarse.

~~~~~

Como se lo esperaba, Shu acorraló a Alex en el salón de música.

-¿Creíste que iba a hacer algo por tí sin obtener algo a cambio?- preguntó.

-Voy a…

Shu le tomó la muñeca, clavando sus colmillos ahí y bebiendo la sangre de la chica con fruición. Alex apretó los dientes, recordándose que Sparky estaba a salvo con Lelouch. Valía la pena aguantar el mordisco aunque llegara tarde a clases. Una vez estuvo satisfecho, Shu la soltó relamiendose los labios.

-Tu sangre es espesa y deliciosa- dijo-. Y llena de energía. Ahora vete, quiero dormir.

Alex salió, tambaleante. Necesitaba comer. Necesitaba sangre para reponer la suya. Miró alrededor en busca de alguien a quien tomar como presa, pero luego corrió a la terraza de la escuela, sintiendose asqueada por lo que había pensado hacer momentos atrás.

Metió las manos al bolsillo del saco sacando una bolsita, la misma que venía en la caja de Sparky. La abrió sin pensarlo y sacó un collar de cuentas negras y una nota. La nota era de Graciela, y la leyó.

“Esto era de mi madre. Me lo dejó para que se lo legara a mi primera hija, y aunque no seas mi hija de sangre, te quiero como si lo fueras, así que será para tí, corazón”.

Alex sonrió poniéndose el collar y volvió a leer la nota. Su nana la consideraba su hija. La chica cayó al suelo de rodillas y empezó a llorar. Aún le dolía la pérdida de Graciela, saber que ya no estaba ahí para aconsejarle.

Al poco tiempo sintió unos brazos rodearle los hombros. Un chico de cabello oscuro se arrodilló frente a ella y le sonrió acercandola a él. Y Alex le abrazó buscando consuelo.

Atrapada entre mundos (1/2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora