Capítulo I.

624 83 27
                                    

- ¿Ladybug? - dijo al ver una chica de cabellos oscuros, aunque no estaba completamente seguro de que fuera Su Lady, puesto a que la luz sólo dejaba ver el contorno de la chica.

- ¿Lady quién? - dijo confundida la chica.

- ¡My Lady! ¡Yo... Yo tengo que ir a buscarla! - trato de levantarse pero un enfermero le obligo a recostarse de nuevo.

- No.

- Pe...

- Literalmente acabas de volver de la muerte, estas muy débil para hacer cualquier actividad física, además, dañarías los cables que tienes conectados.

El chico no se había dado cuenta de que ya no estaba transformado, ese factor aumento sus nervios, ¿Dónde estaba Ladybug? Y más importante aún ¿Dónde estaba Plagg?

Miro el dedo donde se suponía que debía estar su anillo.

Nada.

Vacío.

Neney.

Más vacío que la cuenta bancaria de l escritora.

Ahora sí, necesitaba respuestas.

- Calmate, tu pulso...

- ¿Dónde estoy?

- En el hospital, ¿acaso no es obvio? - dijo la chica con fastidio.

- ¿En qué hospital? ¿Dónde está mi anillo? ¡¿Por qué no respondes?

La chica aún de nombre desconocido iba a empezar a gritarle, pero recordó lo que pasaba cuando alguien se enojaba.

- Bien...

- Adrien.

- Bien Adrien, estás en París, el centro del dominio mundial del tirano Papillon, él y su séquito han matado a una buena parte de la población mundial, con el tiempo hemos descubierto que su séquito está formado por personas que tienen pensamientos negativos, así que intentamos evitar ese tipo de sentimien...

- ¿En resumen?

- Estás en lo que alguna vez fue París, tu anillo lo tengo yo y antes de que preguntes, no, no sé dónde está esa tal "Ladybug", aunque he escuchado leyendas sobre ella y una tal Chat Noir, y de un tal "Miraculous Squad". Por cierto, ten - le lanzó su anillo.

Con algo de torpeza tomo el anillo y se lo coloco.

- ¿Miraculous Squad?

- Ya sabes, la leyenda sobre un grupo de superheroes, pero no es más que eso, una leyenda.

- No me haz respondido acerca de la fecha.

- Hoy es el 11 de diciembre del 2516.

Los ojos del rubio se abrieron -. ¡¿2516?! ¡No puede ser que hayan pasado exactamente quinientos años! Lo siento señorita, pero tengo que irme - empezó a desconectar los cables de sus brazos.

- ¡Espera no! ¡¿Qué haces?!

Adrien se levantó y empezó a correr.

- Ay no jo... - saco una especie de artefacto de metal y le apunto, disparo y el rubio cayó al suelo.

•~•~•~•

Su espalda dolía, tenía la boca seca y su sentido de orientación era casi nulo.

- ¿Dónde estoy? - dijo para sí mientras se sentaba.

- En un hospital - dijo una voz masculina.

La chica se sobresalto, volteo de donde — supone — que vino la voz, el chico estaba... Digamos que en ese momento ella odiaba sus hormonas.

- ¿Tú quién eres? - apunto al chico, no sólo noto que no estaba transformada, ¡sino que también tenía la ropa desgarrada! -. ¡¿Qu-qué le paso a mi ropa?!

— De nada.

— ¡¿T-tú hi-hiciste es-to?!

— Sí... Digamos que era tu ropa o tu vida.

Marinette paso una mano por su cara y bufo.

— ¡Bien! ¿Podrías decirme qué día es?

— ¿Agua?

— Claro — le dio un sorbo y...

— 11 de diciembre del año 2516 — escupió el agua sobre el chico.

— ¡¿Ya pasaron 500 años?! — su calma desapareció y empezó a hiper ventilarse —. No, no puede ser, esto debe ser un mal chiste, ¡¿es un chiste, verdad?!

— Lamento decirte que no.

— Todos... ¡Todos han muerto! Papá, mamá, Alya, Nino, Adrien... — sollozó, y toco sus orejas —. ¡Mis aretes! ¡¿Dónde están mis aretes?!

El chico empezó a asustarse, veía a través del monitor como el puso de la chica incrementaba  rápidamente.

— Hey tranquila — se acerco lentamente; tratando de no asustarla más de lo que ya estaba —. Si te hace sentir mejor, yo tengo tus aretes.

La chica alzo la cabeza y miro esperanzada al chico.

— ¿Podrías... Podrías dármelos?

— Claro.

Y así como le pidió al chico, este le devolvió sus aretes, que apenas tuvo de nuevo en su poder, se los colocó.

— Muchas gracias, pero tengo que irme — se desconectó y camino a la puerta.

— ¿Planeas salir así? — dijo refiriéndose a la bata de hospital que llevaba —. Por cierto, linda espalda.

Por otro lado, Marinette maldecía no haberse quedado en la camilla.

Tengo que irme.

— ¿Por qué?

Tengo una misión importante.

— ¿Cuál?

Ambos chicos se voltearon a mirar a sus enfermeros.

Encontrarlo.

Encontrarla.

2516Where stories live. Discover now