Perfección

Única Parte

La perfección no existe, es más ¿Quién ha sido el alma cruel que creo esa palabra para que algunas historias ya no continúen?

Destruyó buenas tramas, futuros buenos personajes. Ha destruido escritores, también.

¿Sabes lo que me destruyó a ti y a mí?

Tu estúpida tecnología, sí. ¿Estereotipos? ¿Por qué creíste en ellos?

He aprendido algo en este mundo simple e imperfecto y es aprender a hablar desde el principio, ¿o era al final?

Empezaré desde la mitad, el nudo, aquel problema sin solución. Esta historia, no tiene un buen desenlace, lo lamento.

Nudo:

Delgada, te veías, tan pálida como el alba de cada mañana. Lucías marchita, como una flor sin que fuera regada por días.

¿Qué pasaba contigo? No lucías como tú, lucías como esas anorexicas modelos. Me preocupas.

— ¿Pasa algo, que no he tenido el honor de saber?  —te pregunté tajante, tratando que mi tono de voz sea uno convincente para sacarte la verdad.

 —Nada, en realidad.—negaste con la cabeza tomando un vaso con agua.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, tratando de ignorar el hecho que tú, odiabas algo que no tenía dulce en su interior. ¿Si no te conocía tan bien cómo podría haber sabido ello?

— No, Alexia. Pasa algo, cuéntame.—te ordené. 

Vi como tus ojos se cristalizaban y dejabas caer el vaso de cristal, vi como corrías escaleras arriba. 

Mi voz se quedó atascada, me quedé allí perplejo. ¿Por qué? ¿Por qué?

Eras anorexica,  hija. Ya lo he notado.

Y el desenlace no tuvo mucho tiempo de espera, ya que una semana después había ocurrido. Dejé de guardar silencio y tú de parpadear.

Desenlace:

—Tengo que hablarte de algo, importante.—suspiré, te quitaste tus audífonos. Tu madre no estaba en casa, como siempre.— sé tu secreto.

Imitaste una carcajada, pero te conozco tan bien que sé que fue una risa nerviosa.

—Papá, me descubriste.—sonreíste, no de verdad, pero lo hiciste. Hubiera querido atesorar eso.—no me gusta hablar como en el siglo XVIII.

— No. No estoy hablando de eso, querida. Sé que tienes una enfermedad y es la anorexia.— directo y firme te lo dije, dije aquellas palabras tan delicadas como para pronunciarlas en una broma.

Vi tu suspirar, vi tus ojos cristalinos, vi como te parabas cerca de tu ventana con marcos color blanco, vi como la abrías, vi como sacabas tu cabeza.

Te trate de detener, agarrando tu hombro descubierto por tu camisa de manga corta.

Cerraste los ojos, y me diste un fuerte golpe en la barriga. Me quejé y te solté.

Escuché tu caer.

Ahora estoy aquí encerrado, todos piensan que te he asesinado. No me importa estar aquí por algo que no cometí.

Siento la culpa de no haberte salvado. La siento toda.

Finalmente, contaré el inicio.

Inicio:

— ¿Deseas que pida pizza, querida?—te pregunté, ya que había oído tu panza rugir por comida.

Tú me hiciste una mueca y negaste con la cabeza, tomaste una manzana y un vaso con agua. Subiste inmediatamente a tu habitación.

Me dejaste con teléfono en mano y palabra, amas la pizza. ¿Qué te pasa?

Llegamos a donde todo empezó.

Una pequeña parte, no es historia completa. No me sé todo completo.

Solo sé que la perfección es dolor.

*********

Bien, bien. Seguro las Cry Babies han visto "Mrs. Potato Head" (el nuevo vídeo de Melanie Martinez) y me gustó tanto que me inspiré en escribir esto desde ayer.

Es corto, lo sé. Espero lo hayan disfrutado :D

-Nostalgia.

PD: Si no lo han visto, aquí se los dejo: