"Whitney"- me llamó Chase desde el auto.

Me volteé.

"Gracias por hacernos pasar un buen rato en casa"- dijo Chase sonriendo.

"Realmente lo necesitabamos"- concluyó West sonriendo igual que Chase.

Me sonrojé. Sus sonrisas eran tan sinceras.

"No tienen por qué agradecer"- dije sonriendo.

Ambos me sonrieron nuevamente.

Acaso quieren matarme? Son tan perfectos.

Me giré para seguir caminando y pude sentir como al auto arrancaba y se alejaba de mi casa a mis espaldas.

Caminé hacia la casa pensando en que debia comprarme otros auriculares y tambien pensando en otras cosas. En fin, estaba sumida en mis pensamientos.

Entré y las luces estaban encendidas.

"Tía?"- la llamé y no respondió.

Podia escuchar una melodia desde el salón de música de mi tía. Ella ama tocar instrumentos. Yo por mi parte sé tocar el piano pero el resto de los instrumentos no me gustan, solo el piano y ningún otro. Me acerqué a la puerta del salón y la abrí con cuidado.

Mi tía tocaba el piano. Tocaba una canción hermosa mientras acompañaba las hermosas melodias con su voz angelical.

Sonreí al verla. Ella se dió cuenta de mi presencia y yo le hize un ademán como saludo. Le señalé el techo en forma de decirle que estaria arriba. Ella asintió y siguió tocando. Cerré la puerta y subí a mi habitación

Me tiré en la cama mirando al techo. Estaba exhausta. El desmayo me habia quitado todas las energias aparte de que Chase y yo hicimos un caos en la casa de West, pobre, estuvo la mayor parte del tiempo regañandonos. Tenian que ver su cara..estaba enojado..y..adiós emoción, solo fue un momento de diversión Ryan Whitney, ya no volverá a suceder.

Respiré profundo y cerré los ojos. Los abrí lentamente al escuchar pasos en el pasillo. Giré mi cabeza hacia la puerta esperando a que mi tía apareciera por ella. La puerta se abrió y mi tía asomó su cabeza como lo supuse.

"Puedo?"- dijo sonriendo.

"Adelante"- le dije levantandome un poco para terminar sentada en la cama.

Mi tía entró y cerró la puerta a sus espaldas y se sentó en la esquina de mi cama.

"Qué pasa tía?"- le pregunté sonriendo.

"Queria hablar contigo, o mas bien pedirte tu opinión"- dijo mirandome.

"Mi opinión sobre qué?"- le pregunté frunciendo el ceño.

"Bueno, tengo un amigo.."- empezó y al ver que levanté una ceja divertida se rió y se puso colorada- "Solo es un amigo Ryan, no pongas esa cara"- dijo nerviosa.

Sonreí divertida.

"Continuo, él se llama Ben. Él y su hijo viven con los padres de Ben, pero, su hijo acaba de declararse gay y la madre de Ben no aceptó eso y los echó de la casa, y ahora estan en la calle, les dije que vinieran acá para que se queden a lo que consiguen casa, ahora mismo ellos estan esperando abajo a que tu me digas si estas de acuerdo a que ellos vivan aquí"- dijo con esperanza en sus ojos.

Le gustaba ese tal Ben, lo sabía, estaba segura.

"Tía, por mí no hay ningún problema, pueden quedarse"- le dije sonriendo.

Ella se abalanzó sobre mí.

"Ay gracias gracias gracias, te lo agradezco tanto"- dijo abrazandome fuertemente.

La Chica RaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora