Cuatro

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Desde que inició la relación entre Jos y ____, cada vez estoy más tiempo con Bryan, o con algún amigo, podría ir con mi hermano Diego, pero eso implica ir al otro lado de la ciudad. O a veces estaba solo.

—Tierra llamando Alonso —dijo Bryan, agitando su mano. —llevas treinta partidas perdidas, en serio estás mal.

Dejé el control de la consola en la mesa—Lo siento

—Hola, chicos —saludó Jos —Alonso, tendré que ir a mi casa —dijo mientras colgaba su maleta en su hombro.

—¿Ahora mismo? —pregunté

—Si, tengo que ir una semana allá, mi cuñado quiere organizar una fiesta sorpresa a Fernanda y me acaba de hablar —encogió los hombros. Escuchamos unos claxons —Es él

Genial, todavía más soledad para mí.  El departamento se sentía abandonado si no escuchabas una risa de Jos.

—¿Y por que la prisa? —me refería a que faltaba una semana para el cumpleaños de Fernanda, fácil en tres días lo pueden organizar. 

—Bien, es por que seré tío —dijo con un poco de nervios mezclado con emoción. — Fernanda está por dar a luz y tengo que ayudar allá.

—Felicidades, ve antes de que se haga tarde —le di palmadas en el hombro como señal de que tuviera buen viaje y como felicitación.

—Nos vemos, Jos —gritó Bryan, ya que Jos ya estaba al final del pasillo —Casa sola, ¿como quieres que sea tu fiesta?

—Ah no. Eso si que no, luego tendré que limpiar. —bufé

—Aburrido. —puso los ojos en blanco. 

Seguíamos jugando, ahora era yo quien le ganaba a Bryan. Él nee aventaba frituras cada que perdía. 

—Alonso, están tocando la puerta —dijo sin soltar el control de la consola, de verdad estaba concentrado.

—Hey, Miranda. Pasa, Bryan está jugando Zelda —dije cediendo el pase

—Hola, Alonsito. No por mucho —dijo acercándose a Bryan

—Bryan, llegaron por ti —le dije mientras el seguía en su juego

—Cállate Alonso, zona de juegos —dijo sin depegarse de la televisión

—Mouque, llegaremos tarde a la convención —dijo Miranda quien le tomaba de la mano a Bryan para que se levantara.

—Está bien —bufó —Alonso nos vemos luego —dijo despidiéndose

—Adiós, Alonso, cuídate —me dijo Miranda quien sacaba a Bryan, antes de que él se regresara a terminar su partida de Zelda. 

Me había puesto a jugar FIFA, era más divertido cuando jugaba con Jos, por que él siempre escogía Real Madrid al igual que Bryan.
Pero terriblemente aburrido jugar de una sola persona.

Alguien había interrumpido el silencio que tenía el apartamento tocando la puerta.

Era ella.

—Hola Alonso —sonrió tímida

—Hola, Jos no está —dije
—Lo sé, pero estaba aburrida —dijo apenada. 

Había un silencio incómodo en la sala, no paraba de cambiar los canales de la televisión, estaba nervioso. Ahora que es novia de Jos, he tenido mis sentimientos confundidos. 

—¿Quieres ir al cine? — levanté los hombros, en verdad estaba nervioso

—Si, sólo que...había una película que quería ver con Jos

—Ah si, ¿cuál es?

Estando en la sala de la función, tenía curiosidad por cuál película había elegido ___. Empezaron los típicos comerciales de publicidad y por fin había empezado y me había dado cuenta que es una romántica. 

—Dime que no bromeas —rodeé los ojos, a pesar de que ya estaba oscuro, se me notó el gesto. 

—Oh vamos, Alonso, dicen que está buena —dijo poniendo su cabeza en mi hombro; grave error. 

Se me hacía entretenida, aunque hubo una escena en dónde uno de los personajes principales había tomado una decisión sobre suicidarse literalmente. ___ dio un brinco de preocupación, aunque es una película, si estaba enfocada en la historia. 

Al final de la película, el chico había fallecido inesperadamente y le había dado una carta a su chica, ahí si sentí sentimientos fuertes, pero quien si había llorado mucho era ella.

Sin pensarlo, sin dudarlo, simplemente actúe, la abracé, sabía que ella lo necesitaba.

—Gracias Alonso. — decía en mi pecho. La apreté más como señal de que yo estaba aquí para ella.

Después de momento tan sentimental, supongo, estuvimos caminando por las calles de la ciudad, era hermoso está época del año: noches frescas. 

Ella había engachado su brazo con el mío, por que tenía frío, a pesar de que le ofrecí mi chaqueta, era muy friolenta.

—Qué bella es la ciudad —comenté al pasar por un parque donde los faroles alumbraban.

—Lo sé, Jos me había enseñado una estatua por aquí cerca —dijo viendo a los lados.

Rayos. Jos, ella, novios, lo olvidé por completo. 

—Buenas noches, jóvenes, qué bonita pareja forman —dijo una señora quién iba vestida muy elegante junto a su mascota.

—Gracias, pero sólo es mi amiga —dije sonriendo falsamente.

Me sentiría afortunado si ella fuera mas que mi amiga, pero ella le pertenece a mi mejor amigo. Simplemente puede ser eso, mi amiga.

Amiga ➳Alonso VillalpandoWhere stories live. Discover now