Muchacha de cuerpo esbelto y ojos café.
Qué tremenda personalidad tiene usted.
Yo le escribo porque le quiero agradece,
que ya tengo a alguien, ¡no puede ser!
Pero no se olvide de sí misma,
recuerde que usted vale oro.
Que es brillante y colorida como un prisma,
que si le hieren, con usted lloro.
Yo sé que me falta entenderla,
quizás leer más sus poemas.
Presentarle gente que quiera conocerla,
o escuchar todos sus problemas.
Si alguna vez necesita compañía,
por favor, solo dígame.
Llevaré una orquesta, un circo y hasta una sinfonía.
Seré su amiga, solo permítase.