Piratas de Sabertooth

La rana salvaje

El capitán había visto una isla al oeste, era un lugar donde se juntaban piratas, grandes bares y mujeres guapas que atraía muchos más piratas, así que Capitán Sting  puso rumbo a Tenrou. Yo por mi parte solo asentí avisando a la tripulación el nuevo destino que tendríamos, como era de esperarse todos se emocionaron y en menos de un segundo tomaron sus lugares en el barco, el capitán giraba el timón mientras las velas se abrían, llegaríamos pronto debido a que el viento estaba a nuestro favor. 

—  Capitán parece emocionado... bueno, todos lo parecen.

— Vamos Yukino, Tenrou es el paraíso pirata...de seguro Natsu estará y beberemos  hasta caer muertos. OH tu no la conoces, te encantara, lo prometo. — El me sonrió y sin darme cuenta un sonrojo apareció en mis mejillas, la verdad Sting era un capitán muy amable y agradable para mi, yo le debía mucho ya que me rescato de mi mala suerte junto a los demás del barco, él y el señor Rogue eran como mis héroes no sabría que hacer sin ellos. El estomago del rubio interrumpió mis pensamientos, de seguro ya tenia hambre.

—capitán iré a por comida, de seguro la señorita debió hacer algo exquisito.— El me miro apenado pero asintió. 

Me gire dispuesta a ir al comedor, baje las escaleras feliz de ser de utilidad pero cierta escena me dejo perpleja, eran la señorita y el señor Rogue entrando a la habitación del joven entre risas, no es que yo fuera curiosa ni nada asi pero... era raro que el señor Rogue dejara a alguien entrar a sus aposentos, aunque una vez me llevo a mi... tal vez ellos tenían algo escondido, mi imaginación dio miles de escenas no consideradaa para menores, agite mi cabeza de un lado a otro para concentrarme en mi mision "la comida". Seguí el camino que antes llevaba hasta que un pequeño grito femenino provino de la habitación del señor Rogue.

—¿¡QUE SUCEDE!? —El capitán salto desde la parte alta del barco para caer cerca de mi, sonrojada por pensar que había ocurrido dentro de aquella habitación me dejo sin habla. Sin aviso que un gemido de la señorita provino desde la habitación y ambos (el capitan y yo) miramos la puerta la cual Sting con gran rabia tiro de una patada. —¿QUE SUCEDE A...—Mire al interior de la puerta topandome directamente con los ojos rojos de Rogue los cuales mostraban susto aunque sus mejillas estaban rojas al igual que sus orejas, debajo de él estaba la señorita la cual soltaba sonidos incómodos. Mi corazón se estrujo ante la escena, el capitán furioso se acerco a ambos, sus puños estaban blancos de tanto apretarlos. 

— Trio de idiotas ayuden...ahg...ayudenme.

Dejamos de mirarnos la cara para ver a la señorita quien se revolcaba en el suelo pidiendo ayuda, cosa que nunca hace, nos acercamos a ella y Rogue se levanto de su lugar quedando los tres mirando a la pelinegra la cual se veía muy muy extraña, tape mis ojos al verla ahi, revolcándose en gemidos.

— Frosch entro en sus ropas y no se como sacarla, y-yo no hacia nada malo...solo la queria ayudar.— El tono de su voz sonaba apenado, estaba segura que se debia sentir muy avergonzado. Un suspiro de alivio salio del rubio que estaba a mi lado, destape un poco mis ojos para verle, parecía que su rabia se había ido.

— Yo la sacare.— el capitan se arrodillo tal principe apunto de besar a la princesa, pero Minerva tomo de sus ropas y lo empujo cerca de su cara para mirarse uno al otro.

— Si tocas mi cuerpo te matare...ahg...Rogue saca a tu rana.— Avergonzada y enojada tiro a Sting hacia atrás y  empezó a meter sus propias manos en sus ropas para sacar a al traviesa ranita que se acomodaba en sus pechos, abrió su blusa de donde salto Frosch y por fin Minerva suspiro en paz.

Los tres la veíamos sonrojados, jamas olvidaríamos lo que acabábamos de ver, la señorita sonrojada y con los pechos al aire, mire a los varones a mi lado. Sting estaba sonrojado y parecia emocionado, mientras que Rogue estaba en shock y un pequeño hilillo de sangre corría de su nariz. 

— ¿QUE HACEN AQUI?.— Minerva se cubrió de inmediato y empezó a lanzarnos cosas para que saliéramos, corrimos como si el mismísimo Kraken nos atacara.

Me sente en el suelo agotada de tanto correr, aun tenia en mi mente lo ocurrido ¿Acaso Rogue y Sting sentían algo por la señorita? mi corazón se agito, no sabia que pasaba, solo que estaba celosa  ¿Pero de quien? Rogue era como un príncipe y el capitan como un héroe...yo solo una doncella perdida y la señorita una reina... cual seria nuestro destino.

— ¡Llegamos a Tenrou capitan!.— La voz de Orga resonó en el lugar y sin darme cuenta Frosch estaba a mi lado, pensé en Rogue de inmediato.  

— Esa rana si hizo problemas ¿No?.— El capitan me miro como queriendo decir algo.— tal vez ahora se meta en tus ropas jejeje...— Me sonroje y salí corriendo.