Capítulo 8

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— Bien, llegamos a Defensa. Que tengas un buen día. — Dice Dylan despidiéndose.

— Gracias, que tengas un buen día. — Digo sonriendo.

— ¿Qué haces aquí granjero? — Dice Logan poniendo su manos sobre mi hombro. — Esta no es tu división.

— Te veo luego Hope. — Dice Dylan ignorando a Logan.

Dylan se da la vuelta y se va caminando.

— ¿Cuál es tu problema con él? — Digo un poco molesta.

— ¿De qué hablas? Mejor entra ya, es tarde. — Dice Logan abriendo la puerta.

Me deja entrar primero y luego entra él, caminamos a las escaleras y subimos hasta el último piso.

— Bien recluta, diré esto una sola vez. — Dice acercando su rostro al mío. — Si desobedeces una orden estas fuera. ¿Entendido?

— Entendido, pero por enésima y última vez, mi nombre es Hope, no recluta.

— Aquí yo te llamare como yo quiera, fuera del horario de entrenamiento te llamaré como gustes.

— Idiota. — Digo entre dientes.

— ¿Dijiste algo recluta?

— No. — Digo sonriendo.

— Bien, comencemos con un poco de ejercicio.

Lo veo seriamente y suspiro.

— Tranquila, esta vez no seré tan severo.

— Ya lo veremos. — Digo viéndolo seriamente a los ojos.

— Ahora dame 100 abdominales.

Pongo mi mano sobre mi cintura y lo veo molesta.

— Es broma, sólo dame 25. Tranquila recluta.

Me acuesto en el suelo y comienzo a hacer las abdominales, luego de eso hago 5 series de 10 planchas de 15 segundos. Finalmente me pone a dar 10 vueltas por todo el gimnasio.

— ¿Estás bien?

— Si.

— Bien, es hora de que inicie el entrenamiento.

— ¿No habíamos iniciado ya?

— No. Son justamente las 7, a esta hora comienzan nuestras actividades.

— ¿Es broma cierto? — Digo sin poder creerlo.

— Sólo quería saber si de verdad seguirías las órdenes.

— Idiota. — Digo nuevamente entre dientes.

— Te escuché. — Dice Logan de brazos cruzados.

— Pues de eso se trata. — Digo haciendo una mueca.

— Mejor vamos a la armería.

Bajamos al primer nivel y Logan pone su muñeca en un lector, la puerta hace un sonido y se abre.

— La armería se abre con el número de tu muñeca, es para llevar el registro de las personas que entran aquí. — Dice mostrándome el número en su muñeca.

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— Aquí hay toda clase de armas que te puedas imaginar.
Hoy no te enseñaré a dispararlas, pero si como funcionan, a desarmarlas y armarlas de nuevo.

— ¿Necesito saber todo eso para usar un arma?

— Si. Eso vendrá en tu examen final.

— Está bien. — Digo tomando un arma.

Hope: La Última Esperanza ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora