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Axl.
En cuanto Mariana se queda dormida, me pongo mi chaqueta y me subo al auto para ir a casa de los chicos. Es demasiado tarde y estoy demasiado desesperado como para tocar el timbre en cuanto llego, así que saco mi llave del bolsillo y entro sin que me importe nada. Parece que ya todos están dormidos, así que voy directo al cuarto de Steven, que anteriormente también era el mío y enciendo la luz. Está dormido y hay un poco de saliva escurriendo por su boca. Que asco.
Me pongo encima de él y lo sacudo con fuerza hasta que despierta. En cuanto se percata de que soy yo, abre los ojos como plato y trata de zafarse de mi agarre, pero soy mucho más fuerte que el.
-¿Y tú quién mierda te crees, Steven?- Digo apretando su cuello con fuerza.
-Axl... Basta... Déjame en paz.-
-¿Crees que puedes ir por la vida besando a mis novias?-
-Tu siempre te acuestas con las mías...- Le doy un fuerte golpe en la mandíbula, y nos hace más que cerrar los ojos y respirar agitadamente.
-Escúchame bien hijo de puta. Aquí yo soy el líder, y yo puedo hacer todo lo que se me hinchen las pelotas. Pero tú no. ¿Me entiendes? Tú no eres nadie.-
-Me estás lastimando, basta...-
-No me importa una mierda que te estoy haciendo.- Comienzo a golpear con fuerza su nariz, hasta observar cómo poco a poco va desfigurándose. Este hijo de puta tiene que aprender quien manda en este lugar. Quiero seguir golpeándolo, pero siento dos manos sobre mis hombros que me empujan, haciéndome caer al suelo. Es Izzy. Está alterado y no para de gritar al mismo tiempo que levanta las manos.
-¿Tú qué mierda crees que haces?- Me grita.
-No te metas Jeffrey.-
-Le rompiste la puta nariz a Steven.-
-¿Y CREES QUE ME IMPORTA?-
-Vete de la casa ahora, Axl. No te quiero ver cerca.-
-Está sigue siendo mi casa. No puedes correrme.-
-¿SABES QUÉ ERES UN IMBÉCIL?- Izzy toma el cuello de mi camisa y me acerca a él. Me fulmina con la mirada y tiene la mano levantada para en cualquier momento soltarme una fuerte bofetada.
-Suéltame ahora.- Le digo molesto.
-No. Quiero que le pidas una disculpa a Steven y lo lleves al puto hospital.-
-Estás loco si crees que voy a hacer algo de eso.- Digo burlándome, pero Izzy me calla soltándome la bofetada. Me deja atónito. Nunca hubiera esperado un golpe de parte de Izzy. Me suelta y me hace una seña para que salga del cuarto. Y no le voy a dar la satisfacción de irme de la casa. Me encierro en el baño y comienzo a romper toda la mierda que veo a mi alcance. Nada me gustaría más que Steven desapareciera de mi vida de una puta vez. Lo odio con todo mi corazón.
Mariana.
El teléfono de mi casa me despierta en mitad de la noche. Me percato de que Axl no está a mi lado, y comienzo a pensar lo peor en mí camino de mi cama al teléfono.
-¿Hola?-
-¿Mariana? Soy Slash.-
-Ah... Hola... ¿Todo está bien?-
-Bueno, más o menos. Axl se volvió loco.-
-¿Qué dices?-
-Ya sabes, vino a la casa en mitad de la noche y casi mata a Steven. Izzy y Duff se lo llevaron al hospital.-
-¿Qué hizo?-
-Le rompió la nariz y una parte de la cara.-
-¿Quieres que vaya?-
-Si... Me da un poco de miedo estar a solas con el. No ha parado de romper cosas y de gritar en todo este rato...-
-Vale, voy para allá.- Inmediatamente cuelgo el teléfono y ni siquiera me molesto en cambiarme la pijama o arreglarme. Simplemente tomo mis llaves, me pongo unos zapatos y salgo corriendo a casa de los chicos. A pesar de que son las tres de la mañana, puedo tomar un taxi y llego en menos de veinte minutos. Toco el timbre varias veces hasta que Slash me abre. Está sin camisa y tiene el cabello más esponjado que de costumbre. Se hace a un lado para dejarme pasar y me ve preocupado.
-¿Dónde está?-
-Encerrado en el baño... Ten cuidado.-
-Si, si, no hay problema.- Voy hacia el baño y toco la puerta, pero lo único que recibo es un gruñido de Axl.
-Vete de aquí.-
-Axl soy Mariana, no Slash.-
-¿Tú qué haces aquí?-
-Slash estaba preocupado por ti y me llamó... Déjame entrar...- Axl me abre la puerta del baño, y me doy cuenta del desastre que hizo. El espejo está roto al igual que la cortina de baño y varias botellas de jabón. Los nudillos de Axl están cubiertos de sangre y tiene un moretón en la mejilla.
-Déjame ver tus manos...-
-No, no. Están bien.-
-Están sangrando, déjame ver.- Trato de tomar sus manos pero las aparta.
-En serio estoy bien.-
-No no estás.- Logro tomar una de sus manos y ponerla sobre el lavabo. Le hecho un poco de agua para quitar la sangre, pero no hace más que quejarse y volver a quitar la mano.
-Nena necesito que te vayas.- Dice en un tono amable, pero no cariñoso.
-¿Por qué?-
-Necesito estar solo. De verdad regresa a casa.-
-Ven conmigo, no puedes quedarte aquí.-
-Solo ve a casa, ¿vale? Estaré allí mañana en cuanto despiertes.-
-Axl no... Al menos dime porqué...-
-Sólo vete. Mañana te veo.- Axl me abre la puerta del baño y me hace una seña para que salga de allí. Lo miro con algo de decepción pero le hago caso. No me molesto en despedirme de Slash, solo salgo de la casa. No tengo idea porqué quiere estar solo, pero lo primero que se me viene a la mente, son prostitutas. Pero si Axl quiere guerra, guerra tendrá. En vez de tomar el camino de regreso a mi casa, tomo el camino al hospital. Si Axl va a pasar la noche con prostitutas para olvidar su enojo, yo pasaré la noche con Steven.

Sweet Child O' Mine. (Axl Rose) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora