Capítulo 15~

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-¿Y bien? ¿Que es lo que haremos?- le pregunté

-Estuve planeando todo lo que haríamos el día de hoy por toda la noche que casi no dormí- comentó -Primero vamos a dar un paseo en el lago-

Fuimos a un gran parque que era muy grande y tenia mucha biodiversidad, ahí mismo estaba el lago, Jiyong rentó una lancha así que nos subimos. El día estaba tan hermoso, el cielo estaba completamente despejado.

Una persona iba con nosotros, estaba encargado de conducir la lancha, mientras yo y Jiyong disfrutábamos del hermoso paisaje que nos rodeaba.

-Es hermoso!- dijo el feliz

-Lo es!- contesté

El paseo era de lo mejor, Jiyong sacó su celular y comenzó a tomar fotos, también hice lo mismo, buscaba un lugar lindo para tomar fotos

-Oye deberíamos tener una foto tu y yo- comentó

-Si!- respondí

-Lo tomamos en tu celular-

Entonces Jiyong se acercó a mi y tomó mi celular, me abrazó y tomó la foto

-Eres muy linda- sonrió

-No es cierto-

-Claro que si, eres muy linda- dijo tomando mi mejilla

Su acción me hizo sentir un poco incómoda. Terminamos el paseo en lancha, después caminamos por el lugar.

Las hojas moviéndose, personas disfrutando del día, niños riendo, en verdad en día muy hermoso pero sentía que algo me faltaba..... La presencia de Choi, esto sería genial si él estuviera conmigo.

-Vamos a pasear en bicicletas!- me tomó de la mano

Llegamos a un lugar donde se rentaban las bicicletas, Jiyong tomó dos.

-¡Vamos!- se subió

Hice lo mismo, comenzamos a avanzar, me sentía libre y feliz, hace tiempo que no hacia esto.

-¿Lo estas disfrutando?- me preguntó él

-Si!! Es divertido- Sonreí

Después esa sonrisa que tenia se me borró de la nada, solo de pensar que Choi no estaba conmigo me hacia sentir triste, bajé la mirada y seguí pedaleando cada vez mas lento. Ahora levante la mirada y vi que Jiyong ya había avanzado un buen tramo, comencé a pedalear mas rápido para poder alcanzarlo pero no me fije bien y había un pequeño borde que hizo que perdiera el control de la bicicleta, el golpe fue muy duro que me lastime mi rodilla. A lo lejos escuché que Jiyong gritó mi nombre, traté de levantarme pero el intenso dolor de mi rodilla me impedía hacerlo.

-¡Da Hae!- dijo asustado

-Me duele mi rodilla- dije conteniendo el dolor

Entonces Jiyong se acercó a mi y me levantó en sus brazos tratándome con mucho cuidado, después me llevó a una banca que estaba cerca de ahí

-Espérame un momento...- dijo un poco agitado y se fue corriendo llevándose las bicicletas

-¡Auch!- dije y miré mi rodilla –Genial, ahora tengo sangre en todo mi pantalón-

Después de esperar a Jiyong por unos minutos regresó

-¡He llegado!- dijo mostrándome unas vendas –Muéstrame tu rodilla-

Levanté mi pierna cuidadosamente y él la tomó y comenzó a doblar el pantalón

-Tranquila, yo te curaré- comenzó a limpiar la sangre que había

Tomó una gasa y la humedeció con un poco de alcohol, al primer toque brinqué porque me ardía, nuevamente hizo el mismo procedimiento pero ya no me dolía tanto. Después de haber limpiado la herida, vendó mi rodilla.

-Listo- sonrió

-Gracias...-

-¿En que estabas pensando cuando caíste?- preguntó curioso

-Nada importante, solo me desconcentré por un momento- dije y pareció habérselo creído

-Bueno tenía mas cosas planeadas por hacer...es mejor que vallamos a tu casa- dijo

Como no podía caminar bien, Jiyong quiso llevarme en su espalda. Cuando llegamos a casa, mi madre comenzó a hacer miles de preguntas sobre que me había pasado, si me encontraba bien, pero Jiyong le explicó todo. Después me despedí de él. Ese sábado en la tarde me la pase en cama viendo el televisor. Asimismo me la pasé todo el domingo :v

Lunes por la mañana, afortunadamente ya podía caminar, solo sentía un leve dolor. Papa fue a dejarme a la escuela.

*Narrador :v*

Ahora Seung Hyun amaba despertarse temprano. Como siempre se preparó y organizó todo en su maletín, estaba a unos minutos de salir e irse a la preparatoria, pero se le olvidaban las llaves, entonces regresó a su habitación y ahí estaban aquellas llaves en su buró, pero vio un papel que le llamó su atención. Era un pequeño calendario del castigo de aquella "niña" que lo empezaba a traer loco.

-Tres Semanas...- sonrió –aun quedan tres semanas del castigo, disfrutaré estas semanas a su lado...- y salió de su habitación

Mi Amor, Mi Profesor | T.O.P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora