Los tigres

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En los grandes mares de Fiore era muy común ver navíos y barcos de carga, uno que otro barco de marinos que protegían las fronteras marítimas del Reino, pero como en todo lugar habían personas crueles en algunos sentidos y hasta viles para algunos y héroes para otros, ladrones astutos que viven de sus tesoros, los piratas. Los piratas rondaban el océano en busca de aventuras y grandes hazañas que les hicieran conocidos y temidos, los tesoros eran el dinero, el alcohol y los recuerdos (Además de mujeres), vivían y morían por el único objetivo que conocía, las riquezas. Bandidos, ladrones, malvados, aventureros y hasta un dolor de trasero para los marinos, ellos eran todo y nada con solo desearlo.

Entre los grandes barcos de piratas se encontraba uno en especial, que era reconocido por ser molestos (Aunque no tanto como las conocidas hadas) y con fuertes tripulantes que al ser oídos sus nombres la imagen de un fiero tigre se hacia presente, se decía que cuando aquellos piratas se acercaban a las orillas un rugido retumbaba en el lugar dando aviso de su regreso a tierra, Sabertooth era el nombre de aquel barco de grandes velas y oscura madera, su bandera y proa eran adornados por un tigre, por ende los testigos de su avistamiento le llamaban "Los tigres".
El capitán Sting era joven para dicha responsabilidad, de aspecto atractivo gracia a sus ropas las cuales dejaban ver mas de lo necesario, medianamente alto y con su rubia cabellera la cual la cubría su sombrero pirata, se encontraba descansando en una de las barandas de estribor, tomando el sol sin siquiera tomarle importancia al rumbo. Al menos el guia Rufus era tan amable que tomaba siempre su lugar para tripular la nave.

—Eres un idiota, si no fuera por Rufus estaríamos estancado en el mar.—La voz femenina provenía desde el costado del capitán. Minerva era la criticarte del lugar, siempre atenta y hasta seria a simple vista, aunque por dentro solo lo hacia para proteger a sus camaradas, todos decían que parecía el capitán con su carácter autoritario por lo que le llamaban la gran señorita.

—Ahhhhhhhhh....Minerva no me asustes así cuando estoy en este lugar ¿que pasa si caigo desde aquí?

—No se y no me interesa, ahora ve a hacer tu trabajo, Rufus debe ayudarme con los planos así que no tiene tiempo para tripular tu nave. —voz severa y mirada demandante, Sting no lo pensó dos veces levantándose de su reposo e ir corriendo al timón no sin antes darle una .mueca de burla a la mayor.— Sin duda eres un niño.-

Al ver como se alejaba el rostro de la morena tomo un simple sonrojo ante lo infantil y dulce que podía ser Sting frente a los demás, no es que lo amara o algo así solo era débil ante su simple simpatía ¿Algo normal verdad? Volvió la vista al área del timón, el cual el capitán ya había solicitado para hacer SU trabajo, Minerva rió a lo bajo al ver lo obediente que podía ser a veces. No falto mucho para que la más joven del barco se acercara al capitán, Yukino, una hermosa dama de cabellos blancos y un corto vestido pirata que la hacia ver aun más dulce. Desde aquella distancia no se escuchaba lo que hablaban pero su rostro y risa lo decían todo, Minerva sin razón sintió algo en el pecho lo cual ignoro y se fue del lugar donde no viera semejante espectáculo.

Orga se encargaba del armamento del lugar pero amablemente se ofrecía para hacer el aseo del lugar, aunque más que limpiar usaba el mango del trapeador como micrófono y cantaba a todo volumen. Rufas era el encargado de guiar el barco, sin duda era muy hábil con lo mapas y la escritura. Rogue era la mano derecha del capitán, el normalmente vagaba por el barco ayudando en lo que fuera necesario, era silencioso en sus acciones, pero se enojaba cuando perdía a su rana Frosch a la cual cuidaba como un hijo, aunque parecía frió por fuera era muy amable y expresivo (en ocasiones)

—Señorita, tan temprano y vigilando el lugar, debería quitar esa cara de enojo o la gente se asustara.- Rogue no bromeaba con nada aun así ver a la señorita así su boca se abrió sola a lo que luego se arrepintió al ver el rostro femenino. Minerva suspiro ignorando por completo el comentario, conociendo a Rogue el había visto lo que ocurrió hace unos momentos, el era como una sombra que todo lo veía pero callaba para no perjudicar a nadie. No era secreto para nadie que el pelinegro sentía cierta atracción por Yukino asi que aprovecho aquello para dar vuelta la batalla.

— mmmmmmmh de seguro has visto al capitán con Yukino, sin duda se ven adorables, en ves de piratas parecen dos ositos cariñositos. — El sarcasmos e ironía eran evidente en su voz.

— Se ven bastante bien, a Sting le gustan las "cosas blancas" asi que ella es su chica ideal, siguen asi tendremos una boda pirata y de seguro Orga cantara en ella.— le siguió el juego aun sabiendo que rompían su corazón uno al otro. Vio el rostro de Minerva notando que de repente cambiaba mirando la nada, sin duda el ganador era el varón. carraspeo para traer de vuelta a la mujer de su trance. —No he alimentado a Frosch ¿vienes? quiero decir ayudarme, aunque sea una rana es muy revoltosa, necesitare ayuda.

Ambos se miraron unos segundos en silencio total, incomodo silencio, Minerva soltó una risa burlona sonrojando al muchacho quien se contagio y empezó a reír junto a ella sorprendiendo a los demás miembros inclusive los causantes de todo el alborotos.

—Vamos por esa rana salvaje... 

Piratas de SabertoothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora