Los Reyes.® The Joker

Capitulo 6

-¿Hola?- Quería llorar al escuchar su voz, pero obviamente no lo hice.

-¡Casillas! Soy yo brooke-

-¡Hola cariño!, ¿Como te fue con el trato?-
¿Que diablos?

-¿Que mie.. Casillas no lo sabes?- estaba lo que le sigue de confundida.

-¿saber que?- dijo tranquilo.

-!Tienes que ayudarme!- se me quebró la voz.

-¿que? ¿Como? ¿en que?- ya sonaba preocupado.

-El maldito loco de tu amigo Joker me tiene encerrada, ¡no se porque!, el trato iba bien, yo lo hacia bien, negocia vamos tranquilos, de pronto me drogo y me tiene reclutada aquí!-

-¡Mierda!- susurro casi inaudible pero pude escucharlo bien.

-¿que pasa casillas?..- no contesto -Escucha, ¡A la chingada todo!, olvida el maldito trato, ven con hombres, matalo y ¡SACAME DE AQUÍ!- me enfade.

-¡No es tan sencillo Carajo!- me grito.

-¿que paso casillas?- pregunte irónica -¿Me estas diciendo que no puedes con el?, pierdes mi respeto, "jefe", solo te lo recuerdo, mis horas están contadas y ahora dependo de ti, tu me metiste en esto y ahora me sacaras, ¿bien?-.

Suspiró -lo lamento brooke, no te preocupes, siempre estaré ahí para protegerte ¿lo recuerd...?-.

-¡Basta casillas! No me lo digas, !DEMUESTRALO!- colgué.

Cerré mis ojos y di un fuerte suspiro, los volví a abrir y tome de nuevo el celular, borre el registro de llamadas y todo lo que tuviera que ver de evidencia.

Me metí el celular entre el brasier y me calme, salí de la habitación y camine sigilosamente a la oficina de J.

Entre y con cuidado deje el celular de vuelta en el cajón, tome un cigarro y la cajetilla la deje ahí también para no levantar sospechas.

Me dispuse a salir de ahí y volver a la habitación, Me fije que no hubiera nadie y salí, cerré la puerta muy lentamente y con pasos muy suaves caminaba al cuarto, hasta que una voz interrumpió.

-¡Hey tu!- suspire y me di vuelta, este caminaba hacia mi.

-si, ¿que ocurre?- dije lo mas tranquila posible.

-¿que hacías dentro de la oficina de Mr. J?-

¡Piensa piensa piensa, mierda di algo!.

-Buscaba unos cigarros, MIS.. cigarros-

>Muy bien, punto para Brooke.< mi conciencia.

-¿Y los encontraste?- camino intimidante y un poco nervioso hacia mi.

-No, ¿tendrás alguno?- esquive su mirada.

Este bufo y sacó una caja de cigarros, la abrió y la acerco a mi para que tomara uno, lo tome y lo guarde en mi bolsa, ¡Genial! Ahora tengo 2 cigarros.

-Gracias- este se dio la vuelta pero lo detuve -¿tendrás un encendedor?- me miro mal.

-Claro- dijo con pesades y encendió mi cigarro.

Yo tenía mi propio encendedor pero el no lo sabia y si no se lo pedía iba a ser sospechoso, Hay que ser mas inteligentes en este juego.

-Gracias- le dije y se fue, yo también lo hice.

Llegue a una habitación diferente, entre y cerré con seguro, tenía un pequeño balcón así que me adentre en el, cerré la puerta del balcón y tire mi cigarrillo que ya estaba por acabarse, así que saque el otro.

Mientras lo prendía mire todo el balcón, era el 3er piso así que arriba mio estaba la terraza, supongo.

J dijo que llegaría tarde, tal vez esta era mi oportunidad, termine mi cigarro y lo apague en mi muñeca, de nuevo sin dolor alguno, me subí al barandal del balcón, de un brinco llegue a la terraza, había un comedor, una piscina, una barra y toda clase de lujos.

Corrí hasta la barra y busque entre todo lo que había en el piso, encontré una cuerda de repuesto de tirolesa, Excelente.

La amarre a un tubo cerca de la orilla y después tire la cuerda en ella, la tome y baje sin problemas, esto es algo de lo que me habían enseñado con casillas, en el entrenamiento militar.

Llegue al suelo y corrí a la salida pero estaban los gorilas, ¿y ahora que mierda are? Si me ven me matan, ¡claro! Por la pared, que estúpida soy.

Me escabullí entre los arbustos evitando a los hombres de J, llegue a la pared y comencé a escalarla, al llegar a la orilla me sostuve de esta pero me dieron electro choques y quemo mi mano, eso me hizo caer de la pared al suelo, eran como 5 metros, caí de espaldas.

-mierda- me dije a mi misma adolorida por la caída y un poco asustada por las consecuencias de intentar escapar.

Lo hombres de J llegaron muy rápido, uno me cargo bruscamente en su hombro y me lastimo el estomago.

Me llevaron dentro de la casa y literalmente me aventaron a un cuarto oscuro y frío, ellos entraron después en lo que yo me levantaba lentamente por el dolor.

Me volvieron a cargar y de nuevo me aventaron pero caí en una especie de sillon-camilla, era como los del psicólogo.

Tomaron correas, cuerdas y esposas con las cuales me amarraron a la camilla, trajeron una jeringa y la introducieron en mi vena, dolia mucho.

Quede "dormida", de nuevo.