6.

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—¿Vives con tu mamá? —fue lo primero que salió de mi boca después de cerrar la puerta de la vieja camioneta de Louis.

—No, vivo solo desde los 16. —me acercó a su costado con una mano en mi cintura mientras besaba mis labios, su lengua se deslizó por mi labio inferior y yo entreabrí mis labios y suspire cuando su lengua se rozó con la mía, él apretó su mano más fuerte en mi cintura haciendo que soltara un quejido de dolor—. Lo siento, precioso. —tomó una galleta de chispas de chocolate de la taza grande que tenía en mi regazo y yo bufé.

—Louis, por favor. —volvió a dejar pequeños besos con sabor a chocolate en mis labios—. Louis, no hagas eso, no me gusta el chocolate.

—Es una lástima que a tu novio sí le guste. —encendió a Sidney mientras se encogía de hombros y yo rodaba los ojos.

El viaje a casa de su mama fue muy corto.

—No creo que pueda hacerlo. —estaba temblando mientras miraba la pequeña y bonita casa.

—Bebé, puedes hacerlo, son solo mi mamá y Lilac y tú ya la conoces a ella. —yo golpeé su mano cuando él tomó otra galleta.

—Basta Louis, no dejarás nada ¿Por qué tienes que ser tan molesto?  —fingió llorar.

—No sabía que alimentarme fuera una tarea molesta para ti. —yo besé rápidamente sus labios.

—No lo es, ahora ayúdame.

—Recuerda respirar. —se rió burlonamente en mi oído.

—Eres tan inmaduro. —lo fulminé con la mirada—. Es la primera vez que conozco a la madre de alguien con quien salgo.

—Conoces a la madre de Zeus. —él mordió juguetonamente mi cuello —. Eso no me gusta.

—¿Por qué tienes que meterlo en todos lados? Él no significó nada serio para mí. —Louis bufó.

—Para no significar nada lloraste bastante la primera vez que visité tu cuarto. —rodó sus ojos y sacó un pequeño llavero de su bolsillo.

—Y entonces conocí lo que verdaderamente debes de sentir para que se merezcan esas lágrimas. —bufó de nuevo.

—Eres tan cursi. —pero la manera en que me besó luego de decirlo le quitó mucho peso a sus palabras, sus labios seguían moviéndose suavemente sobre los míos mientras toda la tensión que contenía me abandonaba.

—¡Nada de actos amorosos en mi porche William Louis! —él rió antes de morder tiernamente mi lengua y alejarse.

—Es al revés, mamá. —ella golpeó su cabeza antes de que desapareciera por la puerta.

—Así que... ¿Eres el famoso chico del ballet? —yo temblorosamente le tendí la taza mientras asentía, ella me evaluó antes de sonreír y tomar lo ofrecido —. Eres encantador, ven y besa mi mejilla.

Reí antes de acercarme a besar su mejilla de pómulos altos, ella asintió golpeando mi cadera con la suya mientras entrábamos, me sentía inevitablemente cómodo en el área de Louis, siempre.
                       
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Minutos después en la mesa, yo ya me sentía como de la familia, con toda la calidez que me brindaba Louis y su mamá, Lilac no se había unido a la reunión pero yo ya contaba con la aceptación de ella, y eso me ponía más feliz.

—Entonces ¿llevan saliendo 3 meses? —ella tomó un sorbo de chocolate caliente mientras nos miraba.

—Maravillosos, si me permite decirlo. —sonreí para ella mientras bebía de mi café.

—No pudiste encontrar a nadie más encantador. —señaló con una galleta mordida a Louis.

El precioso chico del ballet.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα