Reconocimientos

292 0 0
                                    

Estoy infinitamente agradecido a Dios por sus innumerables bendiciones, incluyendo los muy fructíferos (en todos los sentidos de la palabra) contactos con su pueblo y sus organizaciones. Quisiera agradecer a aquellos que inspiraron este libro y contribuyeron con él:
  Mis padres; mi amada esposa, Anna; y nuestros seis hijos y sus cónyuges. Me han rodeado de amor y me han apoyado en mis esfuerzos por compartir el amor de Dios con otros.
  La familia mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que me ha provisto de una base espiritual segura, desde la cual pude construir un hogar y un ministerio.
  Los santos hombres y mujeres de la iglesia. Su dedicación ejemplar a Jesús y a su causa ha sido una gran inspiración.
  Mark Finley, un amigo personal y el orador y director de "It Is Written Internacional Television" ["Está escrito"]. Al oírme compartir mis historias en una de las reuniones de "Está escrito", me animó a escribir este libro y me entrevistó personalmente para documentar estos relatos.
  Penny Pederson, miembro devoto de la Iglesia Adventista de Lakeview, en Georgia. Ha escrito en computadora gran parte de este manuscrito.
  Alex Swiridoff, pariente y amigo. Me ayudó a traducir al inglés varias de mis notas para el libro, que habían sido escritas en ruso.
  Diane y Howard Peth, dedicados miembros de la Iglesia Adventista Vista, en el Sur de California. Fueron los primeros lectores de mis borradores iniciales, y han sido sabios consejeros.
  Maylan Schurch, pastor de la Iglesia Adventista Bellevue y mi coautor. Tu don como escritor, tu persistencia y tu experiencia en producción literaria hicieron este libro una realidad.

Aunque se desplomen los cielosWhere stories live. Discover now