Celos.

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— ¿Dibujas? —le pregunte cuando estábamos camino al instituto en su auto. 

Sonrió antes de responder. 

—Los viste —fue mas una afirmación que una pregunta. —Sí, dibujo. Bueno, no hago más que bocetos. Pero me encanta —sonrió. 

—No los vi bien —corregí. —Pero algún día me los mostraras. 

—Cuando quieras.

Samuel estaciono el auto al frente del instituto. 

Yo solo tenía un objetivo, y era aprovechar al máximo a Samuel para sacarle celos a Rubén. Ahora se las iba a ver conmigo, y yo no jugaba limpio. 

Apenas salí del auto vi a Rubén llegar en su auto con Mad.

—Mira, es Rubén—alcanzo a decirme Samuel, antes de que le plantara un apasionado beso en la boca, me respondió algo sorprendido. 

—Comienza el juego —le guiñé un ojo, y me fui caminando hasta donde estaba Mad con Rubén. 

—Hola —salude a Mad y Rubén

—Hola —me saludo Mad, mientras me miraba de arriba abajo. Rubén se puso tenso. 

— ¿Rubén no me vas a saludar? —lo mire. 

Sonó un celular.  

—Es mío —dijo. Salvado por la campana. 

—Mad —la llame. —Necesito que me hagas un favor. 

— ¿Qué? —dijo algo cortante, pero no le di importancia. 

Consciente de que Rubén aun me escuchaba, dije: 

—Necesito que seas mi coartada. 

— ¿Por qué? ¿Qué tengo que hacer?

 —Si mi padre pregunta, por algún motivo, anoche dormí en tu casa —Rubén me miro de reojo curioso, mientras murmuraba: 'Sí', 'Ajá'.

 — ¿Y donde estuviste, en verdad? 

—En casa de Samuel —sonreí cuando los ojos de Rubius se abrieron sorprendidos. Mad me tomo del brazo y me llevo a unos pasos más lejos de Rubén. 

— ¿Qué hiciste...con...con él? —tartamudeo mirándome fijamente  

 —Cosas —respondí lo suficientemente fuerte, como para que Rubén escuchara, cortara la llamada y se encaminara rápidamente hacia el interior del instituto.  


(...)


  —Chicos siéntense —dijo el entrenador Subbert al entrar al gimnasio. Luego de que todos se sentaron en las pequeñas gradas destinadas a las clases de Ed. Fisica. —Hoy, vamos a realizar un trabajo intenso, para luego tomar nuestro pulso y saber si tenemos una actividad diaria sedentaria, moderada o intensa. 

Todos comenzaron a murmurar sobre los posibles minutos que el entrenador nos haría trotar.  

 —Silencio —pidió fuerte en el entrador. —Si son unos buenos para nada, y el único esfuerzo físico que hacen es caminar de su salón a otro, su actividad diaria será sedentaria, evidentemente. Si se van caminando a casa y toman transporte colectivo diariamente, posiblemente su pulso este en el rango de actividad moderada.  Para los jugadores de fútbol, hockey, los atletas y las animadoras, ya que entran más que una vez a la semana, su actividad será intensa. En los casos de los atletas olímpicos que entrenan más de seis horas al día, su pulso esta en el escaso rango de actividad ex — tre — ma.   —separopor silabas la palabra. —Quiero que troten quince minutos. Sin excepciones —fulmino con la mirada a un chico que dio un largo y pesado suspiro. — ¡Neilson te estaré observando, no quiero que me hagas menos de quince minutos! O si no ¡De nuevo a la cancha!

||PAUSADA||Esclava de la vida, pero no de la mia|| Rubius & Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora