Capítulo cuatro

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Camilo

Las chiquillas salieron y me fui a sentar al lado del Seba.

Con este hueon éramos súper diferentes, teníamos súper pocas cosas en común, pero a pesar de eso éramos súper unidos, él y la Cassie eran una de las personas más importantes en mi vida, aunque suene mamona la huea.

Igual me cargaba que se odiaran, nunca entendí porque tanta mala, aunque hay que admitir que este hueon igual es bien pesao' cuando quiere.

—¿En serio te gustaba la Cassandra.—preguntó el Seba y lo miré raro.

—Sí, ¿no era evidente hueon?

—Igual sí, pero pensé que teniai mejores gustos.—se rió.

—Hueon, la Cassie es re linda. La huea es qué te cae mal, y no entiendo porqué.

—Tengo mis razones, pero pico. Que lata hablar de esa mina ¿Qué tal las minas del sur?.—dijo cambiando de tema.

—Había de todo po.—me reí. —Me comí a hueonas terrible ricas.

—Todo un campeón.—me pegó en la espalda.

—¿Y tú hueon, que onda con las minas?

—Estuve andando con una mina del colegio, pero me aburrió.—se encogió de hombros.

Este hueon no servía para relaciones, se aburría de las minas al tiro.

—¿Y por qué?.—me reí.

—Era muy pendeja pa' sus hueas, me estresaba. Además ni ahí, tú cachai que las hueas del amor no son lo mío.

En todos los años que conozco a este hueon, que es prácticamente desde toda la vida, nunca lo había escuchado decir que le gustaba una mina, era él típico hueon rico, picao a rebelde y más pesao que la chucha. La única mina que he visto pararle los carros por algo es la Cassie, tan choriza esa hueona.

—Algún día te vay a enamorar hueon, y ahí te quiero ver.

—Esas hueas son de jiles.—se rió.—No van conmigo.

***
El finde ya había pasado y aquí estaba yo, levantándome para ir a mi primer día de clases.

Es obvio que iba a ser raro ser nuevo. No es normal que llegué un hueon cuándo quedan como seis meses de clases, y mucho menos cuándo es cuarto medio.

Al menos iba a ser compañero del Seba, eso era algo bueno. Podría haberme ido al colegio de la Cassie, pero iba a estar la Michelle y no, mejor evitarla.

En vola yo no le tenía tanta mala, al contrario, me daba risa pelear con ella, me divertía. Igual me cargaba que me sacara en cara lo de la Cassie, yo estuve enamorado hasta las patas de ella, fue como mi primer amor, sufrí caleta po, estaba pal pico, pero nunca le dije, y por eso nunca me pescó. Aunque ahora ya superé todo eso y la veo como mi hermana, aparte prefiero eso, tenerla como mi mejor amiga porque es la raja.

Bajé y mis papás ya se habían ido a trabajar, agarré mi colación y fui a buscar al Seba.

Cuándo llegué estaba sentado en la vereda esperándome, me vió y se paró al tiro.

—Wena hermano.—me saludó. _¿Cómo estamos pal primer día?

—Estoy medio nervioso hueon.

—Tranquilo, si los cabros son buena onda.

—¿Y las minas estan ricas?

—Mh sin comentarios.—se rió.

Caminamos al paradero y mientras esperábamos la micro saque mi celular y revisé mi whatsapp.

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