Chapter 3.
Andy's point of view.
"Tal vez deberías calmarte." Chase se veía preocupado, y su voz estaba teñida de preocupación.
"Tal vez debería arrojarte el próximo zapato en la cabeza." Le dije a Chase, colocando otro poco de ropa en mi maleta, seguido por el par de zapatos que le había lanzado hace un rato.
Levantando las cejas, Chase se acercó a mí, poniendo sus manos en mi hombro con dulzura, para luego decir las siguientes palabras.
"Tal vez deberías tirar toda la mierda sobre él."
Correcto. Me sentía como si me hubieran abofeteado, y me hubiesen despejado la mente de la rabia y temor.
"Todavía necesitas trabajar en tu trato con los pacientes." Me aparté de Chase, pero con mucho menos veneno en mi voz que antes.
Chase, sonrió. "No trates de volverme dulce."
"No, definitivamente no." Murmuré, arrastrándome por debajo de mi cama para recuperar el otro par de zapato que había estado buscando.
"Mira, sé que realmente no estabas buscando esto, pero hay que aceptarlo. Es parte de tu trabajo." Chase continuó mirando a empacar con una mirada de la mitad de la diversión, la mitad de preocupación.
Decir que no estaba buscando ser la reportera oficial de la larga gira mundial de mi ex novio era un eufemismo. Infantilmente, sin vergüenza, yo estaba horrorizada. Me había pasado 2 años evitando a Luke Hemmings y todos los recuerdos que quise alejar, ahora iban a ser revividos, destruyendo ese esfuerzo. Él fue mi mayor angustia, y había lanzado una tempestad sobre mis sentimientos, los traté de ocultar ante la vista para salir de aquello por mi cuenta.
"Estoy empezando a reconsiderar esta oferta." Me encanta este trabajo "cosa." Murmuré mientras doblaba mi vestido favorito y lo colocaba en la maleta.
"Oh, Andy, crece. Vas a hacerlo bien. Vas a ir, harás tu trabajo, te divertirás en una gira internacional con todos los gastos pagados, despeja tu mente y tal vez rompele la mandíbula a ese estúpido, y verás que vas a volver muy bien. Esta es una oportunidad para que puedas arreglar cuentas con él, de una vez por todas."
Chase, me recordó, mientras me ayudaba a doblar la ropa. Me apoyé en su hombro, inhalando su aroma familiar, y deseé, por enésima vez que hubiéramos podido ser pareja. Que hubiéramos podido tener ese constante mor perfecto que la gente lo llama; salvaje y apasionado en primer lugar. Él envolvió su brazo alrededor de mí, apoyando su cabeza sobre la mía, y me apretó con fuerza, y sé que está pensando la misma cosa. Chase y yo nos habíamos dado una oportunidad, lo habíamos intentado realmente. Habíamos ido a un par de citas incómodas, en una nos fue mal, habíamos tratado de que funcionara. Pero decidimos ser amigos al final. Tan sólo éramos amigos. Nuestra relación era más buena como hermano y hermana, y finalmente después de admitirnos eso, habíamos vuelto nuevamente a nuestra relación de antes, en la que él se hizo cargo de mí y yo cuidé de él, sin tensión sexual o romanticismo en lo absoluto. Si hubiera habido esa pasión, hubiésemos estado juntos. Pero no la había. Y ahora estábamos de acuerdo con eso.
Entrando en la habitación con su habitual seña, Rose caminó hasta aquí, trayendo un vestido de manera triunfante. Ella apenas entendía la forma en que Chase y yo estábamos abrazados entre sí, mientras dejaba caer la llave de mi apartamento en la mesa.
"Lo encontré!." Ella chilló, haciendo un gesto hacia el vestido. El vestido es corto, muy corto, negro y transparente. Es atractivo, demasiado sexy para pertenecer en mi bolsa para un viaje de trabajo, el cual Rose ya está metiendo.
