*Narra Lauren*
Me levanté temprano, lo cual no hago sin una buena razón. Y tenía una razón buenisíma.
Preparé mi material, un tazón de croquetas para perro, chocolate derretido y una linda cajita de regalo.
Cubrí perfectamente las croquetas para perro con el chocolate, lo empaqueté en la cajita y estaba listo para ser entregado.
Volví a mi habitación a esconder la caja en mi mochila y me arreglé para ir a la escuela.
-¡Lauren! ¡Alex! ¡Vámonos!- gritó mi papá desde el auto.
Nos llevó a la escuela y ¿adivinen que?...¡llegamos a tiempo!
-Wow, tu mochila se ve enorme.- dijo Roxana a media clase.
-Shhh, te explico en el receso.- la callé.
Esperé con ansias para contarle todo a Roxana, hasta que por fin llegó la hora del receso.
-Sueltalo.- dijo Roxana cuando nos sentamos en una mesa.
-La caja está llena de croquetas cubiertas con chocolate y pienso dejarlas en el escritorio de la maestra de matemáticas.
-Wow eso es ser directa.- rió.- ¿Solo las vas a dejar y ya?
-Pues si, me ahorro dramas.
-El punto de esto es ver como se las come.- aconsejó.-Sólo serán un par de horas en detención, tus padres no se enterarán.- insistió Roxana.
-Tienes razón.
-Lo hagamos juntas.- dijo con una sonrisa malévola.
Entramos a la siguiente clase esperando que llegara la última hora.
-¿Quieres que salgamos esta tarde?- preguntó Matt.
-Lo siento, no podré.- me disculpé.
Roxana y yo intercambiamos una mirada cómplice.
-¿Que están tramando ustedes dos?-susurró Chandler.
-¿Nosotras?... Nada.- respondimos Roxana y yo al unísono.
Chandler nos miró con desconfianza.
Llegó la última y esperada última hora.
Cuando la clase terminó todos salieron como de costumbre, Roxana y yo hicimos tiempo para que todos se fueran y poder darle el regalito.
-Chicas es hora de irse.- dijo la maestra cuando el salón quedó completamente vacío.
-Antes nos gustaría darle un pequeño detalle.- dijo Roxana.
Nos situamos frente a la maestra y puse la caja sobre su escritorio.
La maestra no dejaba de sonreír, JAJAJAJA POBRE TONTA.
-Son galletas que yo misma preparé, espero que le gusten.- dije acercándole la caja.
Abrió la caja y se llevó varias a la boca, hizo una mueca y escupió todo de vuelta en la caja.
En ese instante Roxana me jaló y salimos corriendo del salón.-¡Alto! ¡Estan en problemas!- gritó la maestra saliendo de su salón.
-¡Creí que el plan era quedarnos!- grité mientras corríamos por el pasillo.
-¡Si podemos salir sin problemas, mejor!- contestó casi llegando a la salida.
La directora se paró frente a Roxana y la agarró de la muñeca.
-Ustedes no van a ningún lado.- dijo la directora mientras llegaba la maestra de matemáticas.
Roxana y yo no éramos tontas, de haber sido cualquier otro lugar nos las habríamos ingeniado para quitárnoslas de encima y huir. Pero aquí no tenía sentido, teníamos que volver a la escuela y huir sólo serviría por hoy.
-Quiero a sus padres aquí mañana o ambas serán suspendidas.- amenazó la directora.
-Podemos negociarlo.- propuso Roxana sacado su cartera.
-De ningún modo. Señorita Smith usted ya tiene mala fama y si no tengo a sus padres aquí mañana, voy a suspenderla.- amenazó a Roxana.
-Okay.- accedió Roxana rodando los ojos.
-¿Que hay de usted señorita West?- dijo la directora confundida.
-¿Qué?- pregunté más en forma de reto que de pregunta.
-A sus padres. Mañana.- dijo con mala cara.
Caminé a casa, estaba en problemas pero no iba a negar que había sido muy divertido.
Pasé toda la tarde esperando el momento para decirle a mis padres.
-La directora quiere verlos mañana.- dije cuando llegaron a casa.
-Claro cariño, ¿por que?- preguntó mi mamá relajada.
-Le hice una pequeña bromita a la maestra.- dije riendo al recordar la cara que puso cuando se comió las croquetas.
-¿Que broma?- dijo mi papá serio.
-Cubrí croquetas con chocolate y se las dí.- dije con cara de niña buena.
-¡¿Que?!- dijeron mis padres al unísono.
-¿Que esta pasando contigo?- preguntó mi madre confundida.- Primero la habitación, luego el cabello y ahora esto.
-Esta bien, creo que es algo normal en los adolescentes.- dijo mi padre para calmar a mi madre.
-Quizá, pero ni se te ocurra seguir haciendo eso.- me amenazó mi madre.
-Esta bien mami.- dije con un inocente tono fingido.
Wow fue menos de lo que me esperaba.
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New Bad Girl
Teen Fiction"Lo que no te mata te hace más cruel." Lauren es una chica de 16 años, ella era una chica buena, no tomaba alcohol, no fumaba, nisiquiera decía una mala palabra. Después de su dolorosa ruptura con Chandler ella decide cambiar todo sobre ella, comie...