Capítulo 16

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*Narra Lauren*

Me levanté temprano, lo cual no hago sin una buena razón. Y tenía una razón buenisíma.

Preparé mi material, un tazón de croquetas para perro, chocolate derretido y una linda cajita de regalo.

Cubrí perfectamente las croquetas para perro con el chocolate, lo empaqueté en la cajita y estaba listo para ser entregado.

Volví a mi habitación a esconder la caja en mi mochila y me arreglé para ir a la escuela.

-¡Lauren! ¡Alex! ¡Vámonos!- gritó mi papá desde el auto.

Nos llevó a la escuela y ¿adivinen que?...¡llegamos a tiempo!

-Wow, tu mochila se ve enorme.- dijo Roxana a media clase.

-Shhh, te explico en el receso.- la callé.

Esperé con ansias para contarle todo a Roxana, hasta que por fin llegó la hora del receso.

-Sueltalo.- dijo Roxana cuando nos sentamos en una mesa.

-La caja está llena de croquetas cubiertas con chocolate y pienso dejarlas en el escritorio de la maestra de matemáticas.

-Wow eso es ser directa.- rió.- ¿Solo las vas a dejar y ya?

-Pues si, me ahorro dramas.

-El punto de esto es ver como se las come.- aconsejó.-Sólo serán un par de horas en detención, tus padres no se enterarán.- insistió Roxana.

-Tienes razón.

-Lo hagamos juntas.- dijo con una sonrisa malévola.

Entramos a la siguiente clase esperando que llegara la última hora.

-¿Quieres que salgamos esta tarde?- preguntó Matt.

-Lo siento, no podré.- me disculpé.

Roxana y yo intercambiamos una mirada cómplice.

-¿Que están tramando ustedes dos?-susurró Chandler.

-¿Nosotras?... Nada.- respondimos Roxana y yo al unísono.

Chandler nos miró con desconfianza.

Llegó la última y esperada última hora.

Cuando la clase terminó todos salieron como de costumbre, Roxana y yo hicimos tiempo para que todos se fueran y poder darle el regalito.

-Chicas es hora de irse.- dijo la maestra cuando el salón quedó completamente vacío.

-Antes nos gustaría darle un pequeño detalle.- dijo Roxana.

Nos situamos frente a la maestra y puse la caja sobre su escritorio.

La maestra no dejaba de sonreír, JAJAJAJA POBRE TONTA.

-Son galletas que yo misma preparé, espero que le gusten.- dije acercándole la caja.

Abrió la caja y se llevó varias a la boca, hizo una mueca y escupió todo de vuelta en la caja.
En ese instante Roxana me jaló y salimos corriendo del salón.

-¡Alto! ¡Estan en problemas!- gritó la maestra saliendo de su salón.

-¡Creí que el plan era quedarnos!- grité mientras corríamos por el pasillo.

-¡Si podemos salir sin problemas, mejor!- contestó casi llegando a la salida.

La directora se paró frente a Roxana y la agarró de la muñeca.

-Ustedes no van a ningún lado.- dijo la directora mientras llegaba la maestra de matemáticas.

Roxana y yo no éramos tontas, de haber sido cualquier otro lugar nos las habríamos ingeniado para quitárnoslas de encima y huir. Pero aquí no tenía sentido, teníamos que volver a la escuela y huir sólo serviría por hoy.

-Quiero a sus padres aquí mañana o ambas serán suspendidas.- amenazó la directora.

-Podemos negociarlo.- propuso Roxana sacado su cartera.

-De ningún modo. Señorita Smith usted ya tiene mala fama y si no tengo a sus padres aquí mañana, voy a suspenderla.- amenazó a Roxana.

-Okay.- accedió Roxana rodando los ojos.

-¿Que hay de usted señorita West?- dijo la directora confundida.

-¿Qué?- pregunté más en forma de reto que de pregunta.

-A sus padres. Mañana.- dijo con mala cara.

Caminé a casa, estaba en problemas pero no iba a negar que había sido muy divertido.

Pasé toda la tarde esperando el momento para decirle a mis padres.

-La directora quiere verlos mañana.- dije cuando llegaron a casa.

-Claro cariño, ¿por que?- preguntó mi mamá relajada.

-Le hice una pequeña bromita a la maestra.- dije riendo al recordar la cara que puso cuando se comió las croquetas.

-¿Que broma?- dijo mi papá serio.

-Cubrí croquetas con chocolate y se las dí.- dije con cara de niña buena.

-¡¿Que?!- dijeron mis padres al unísono.

-¿Que esta pasando contigo?- preguntó mi madre confundida.- Primero la habitación, luego el cabello y ahora esto.

-Esta bien, creo que es algo normal en los adolescentes.- dijo mi padre para calmar a mi madre.

-Quizá, pero ni se te ocurra seguir haciendo eso.- me amenazó mi madre.

-Esta bien mami.- dije con un inocente tono fingido.

Wow fue menos de lo que me esperaba.

New Bad GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora