Choque

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Minghao

A la mañana siguiente, desperté sólo en la cama de Soonyoung, pensé que en quedarme algo más de tiempo para hacer el vago. Y olvidar lo de la noche anterior, claro está. Pero por más que me cubriera con la sábana, ésta no reprimía los recuerdos vividos.

Me sentía mejor, renovado y con energías, aún era medianamente temprano -solo las 10:30 am- por lo que pensé en hacer un desayuno para empezar la mañana con los ánimos bien arriba. Ugh, sonaba como una de esas propagandas que motivan una vida sana.

El termómetro marcaba 36,5°C, ya me hallaba bien completamente, no más mucosidad ni decadencia, ni oler a... ¿Humo? No sabía si estaba alucinando o no, pero una pequeña humareda iba adentrándose por la puerta abierta de la habitación sin prisa pero sin pausa. Oh, oh. Soonyoung solo. Hora del desayuno. Mierda.

Corrí aún sin ponerme alguna camiseta hacía la cocina, pero no había que ser un genio para conectar los puntos y saber que Soon estaba a muy poco de quemar la casa ¿Qué tanto costaba hacer un desayuno simple? Té, café o leche y algunos panes con algo para untar, no podía ser tan complicado. Bueno, Hoshi lo complicaba y no sabría explicar cómo.

-Soonyoung, por el bien de ambos, te ruego que te apartes de la cocina- mencioné con mis palmas en alto como si fuera una bestia que debe ser calmada.

Como si hubiera esperado a que viniera a encargarme de sus problemas, soltó todo lo que estaba haciendo como si le quemara -lo que era más que factible- y se fue a sentar detrás de una barra de granito que rodeaba la cocina cual niño expectante.

Exhalé fuertemente. Eso era un chiquero. Lo único rescatable eran los dos tés que estaban apartados en una encimera, pero la "comida" estaban para desechar directamente. Al menos que quisieras pasar todo el día dentro del baño.

Limpié, cociné y comimos charlando o intercalando silencios, con algunas miradas por encima de la taza o una caricia compartida entre manos. No hablamos acerca de nada sucedido la noche anterior.

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Día nuevo despertando en mi cama, cansado y sin ganas de salir de ella. Hoy pondríamos a prueba nuestro "plan" para descubrir que planeaba Seungcheol, decidimos junto con Jun y Chan, contarle muy por arriba a Soon acerca de lo que incluía el plan para no preocuparlo más de lo necesario a pesar de que no incluía ningún riesgo inminente, o al menos no uno que hubiéramos planeado.

Aunque, vamos a ser sinceros, parecía un plan barato de una película de acción donde los personajes son niños de 13 años. Culpen la falta de presupuesto a.k.a, falta de originalidad de la escritora.

Las clases comenzaron un poco después de lo usual, gracias a que todos los alumnos, habíamos sido convocados por el director para discutir como sería el acto de fin de curso. Acercarse cuando se lo llamaban, recibir un diploma, subir al escenario, foto grupal y cada uno a su casa. Fin del año escolar, y comenzar el próximo año en la universidad.

Durante la especie de reunión, sentí que alguien clavaba su vista en mi cuello y a pesar de que miré a todos lados, no pude encontrar al culpable. Jun, al notar mi nerviosismo, pasó su brazo por mis hombros y miró recelosamente a su alrededor demostrando que me brindaba su protección. Sonreí ante la mirada de sospecha de Soonyoung y me extrañó la ausencia de Chan. Tal vez el pequeño había decidido ausentarse ese día y aprovechar el tiempo para estudiar para los exámenes que se avecinaban ya que, según tenía entendido, algunas materias las tenía que levantar con una grúa. No lo culpaba.

Can you hear me? <<H8SHI>>Where stories live. Discover now