Capítulo 2

28 4 0
                                    

Estaba de regreso a casa después de un largo día en la escuela, que por cierto  fue malogrado gracias al adorable de mi hermano y por supuesto mi curso"favorito" -nótese el sarcasmo- y apenas empezaba el día!! otra vez llegué tarde a mis clases, ingresé al aula no sin antes recibir un tremendo sermón de parte de la profesora, una persona bastante bajita con lentes y amargada, frente a toda la  clase por cierto, asi que ya se imaginarán el agradable momento...

"Tú y tú sarcasmo*
-Un momento quien eres tú

*tu conciencia *
-Ahhh ahora todo tiene sentido

*luego hablaremos mejor presta atención que alguien viene corriendo y parece que... *
-Que yo que...??

Lo que sentí a continuación fue algo duro chocando contra mi cabeza y el ruido de una persona quejándose del dolor, bueno no es como si fuera él único adolorido aqui ahora mismo me percato que me doblé un poco la mano al caer.

-Lo lamento -dije incorporandome lentamente,  le doy una mirada y por Zeus... esta de ensueño, hombre alto, casi a la altura de key, un poco corpulento y sus ojos...unos bonitos ojos azules que cae bien con su cabellera negra por cierto.

-Fíjate por donde caminas, que no tienes ojos... "niñita"-dijo frunciendo el ceño.

Retiro lo dicho dije ¿ensueño?  Será de infierno, es un maldito grosero definitivamente los caballeros se han extinguido junto con la era media, ya no hay educación.

-Disculpa? Yo no he sido la persona que venía corriendo sin un rumbo fijo, no eres la víctima aquí porque eso es más falso que moneda de tres soles, tengo raspones en mis rodillas y me duele mucho la mano hasta podría haberme roto algún hueso por tú imprudencia asi que no me vengas con pendejadas!-el chico abrió sus ojos como platos

-¿como te atreves a  hablarme así ? no sabes con quién te estas metiendo chiquilla!!-dijo pero lo interrumpí bruscamente

-Nosé ni necesito saberlo, ya conozco a los tipos como tú y para hacerlo simple me vale un cacahuate-me miró en forma incrédula y a la vez divertida este chico si que es raro-con tú permiso o mejor dicho sin el tuyo me retiro...- y sin más que decir me fui corriendo con un terrible dolor en mis rodillas  alejándome del chico, sin darle tiempo de  escuchar su respuesta

Al rato llegué a casa aún me dolía la mano, asi que fuí a buscar algo de venda en el botiquín pero al llegar me dí cuenta que se encontraban mi  hermano con su pijama de pandita mirando su programa favorito south park.

Pase de su lado en este momento no quería lidiar con él mucho menos tenía la fuerza para empezar una  pelea, fuí directamente al botiquín. Sin embargo fui jalada por mi querido hermano del otro brazo sintiendo un poco de ardor por su presión.

-Qué rayos te pasó?-lo ignoré- Responde maldita sea!-gritó

-y a tí qué te pasa? No tienes derecho a gritarme, no me vengas con que ahora te preocupes por mi!-dije al borde de las lágrimas-me miro muy apenado

-katy yo...-fue la primera vez que le escucho decir mi nombre después de mucho tiempo

-Lo siento mucho por favor perdóname, ¿sabes? hoy hablé con key, él tiene razón fui y soy un idiota tú.. no mereces simplemente no tienes la culpa de nada y no quiero que me sigas odiando -dijo realmente apenado

-Hermano yo... nunca podría odiarte, al fin y al cabo somos familia y...-el me abrazó ferozmente, sentí que volvía a ser el de antes, el que me protegía de todo y todos

En ese momento no pude más y las lágrimas empezaron a inundar mis ojos lo cual salieron alborotadamente, solo sentí las largas manos de mi hermano acariciando mi cabello recordando viejos tiempos, supongo que esto tambien fue gracias a key... y ahora ven porque lo adoro?

Despues de un rato me quejé un poco del dolor que había olvidado hace un momento, me pidió que me recostará en el sofá mientras el traía el botiquín... luego con más confianza le conté todo lo que paso con aquel tipo y eraa de esperarse, no tuvo una buena reacción

-Voy a matar a ese imbécil-gruñó enfadado

-Ya daniel, no vale la pena.. si me conoces sabrás que le di su merecido-me miró curioso- no con golpes como acostumbran ustedes bestias- dije riendo lo cual el bufo molesto y divertido tambien- con palabras se podría decir que le dí justo en lo que mas le duele-sonreí sastifecha recordandolo-en su orgulloso ego

- ah si? si sonries así hermanita  hasta a mi me das miedo...-sonrio un poco- supongo que es bueno que le dejes en claro que contigo nadie se mete por algo eres mi hermana,  pero que quedé claro que si me enteró quien es, no saldrá vivo para contarla-dijo con una cara escalofríante y una sonrisa extendida mientras me vendaba mis rodillas

-No seas paranoico, por su bien espero que no vuelva aparecer, es muy improbable de todas formas-suspire aliviada- ya no me duele tanto hermano... gracias- le sonrio

-No es nada, nada de esto compensará lo mal que me porté contigo y dejarte sola por supuesto-agarró el botiquín y me besó en la frente- ahora descansa.. si?

-Losé, igual ya tenía sueño...umm adiós-le sonreí pero justo antes de subir me decidí y voltee a verle- hermano!! crees que, por hoy... solo por hoy... emmm tú... me puedes acompañar? ya sabes...- dije con un poco de verguenza y le señale con mi cara hacia arriba

Mi hermano me miró con intriga y ladeo un poco su cabeza, parpadeo rápidamente y al final comprendió lo que traté de decirle, con un poco de duda él asintió orgulloso su cabeza, y se dirigió junto conmigo hacia las escaleras

-hey katý, no sabía que aún le tenia miedo al armario- rió un poco

-hermano-le reproché- no me hagas arrepentirme tan rápido, ten piedad-juro que mi cara estaba más roja que la blusa que tenía puesta

Este solo soltó una carcajada y antes de quedarme dormida a su lado escuche un "también te extrañé"...





Impredecible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora