WWE: Putting My Defenses Up (Roman Reigns)

Chapter 43: Everything has an end

Extrañaba escuchar su voz, sus besos de buenos días, los pequeños momentos en que eramos uno solo. Sonó el timbre y tuve que sacar a Jack de mis piernas para ir a la puerta. Abrí la puerta y simplemente pude sonreír al ver un ramo de rosas con alguien ocultando su rostro en ellas.

—¿La señorita Claire Massaro? - la voz ronca del repartidor se hizo presente.

—Soy yo, dígale al hombre que me envía estas rosas que está perdiendo su tiempo - respondí seria el comentario del repartidor.

—Su novio está de viaje,  tal vez pueda dejarme entrar - dijo el repartidor bajando el ramo de rosas, alcé mis cejas haciéndome a un lado para que diera un paso y encontrarme con sus brazos y labios. Me cargó para colocar mis piernas alrededor de su cintura, los besos se volvieron más intensos. Hasta que el cerró la puerta de golpe para colocar mi cuerpo en la mesa de la sala.

Sonreí y lo aparte un poco.

—Ni creas que hoy es tu día Joseph Anoa'i - le dije quitando su pesado cuerpo del mío para luego cruzarme de brazos.

—Se supone que yo debería estar enojado,  mi prometida solo me ha llamado dos veces en el mes.

—Fueron cuatro,  recuerda que el Dr. sanders y Shawn me alejaron de la tecnología - suspire para acercarme a él y colocar mis manos en su pecho.

—Con más razón aún, me debes muchos besos,  muchos abrazos - Joe se acercaba de forma juguetona yo corrí hasta el cuarto y solo sentí que mi cuerpo se elevaba y definitivamente estaba siendo cargada por aquel ser humano. 

Escuché que Jack ladraba juguetonamente a Joe mientras también era cargado por él. Cuando pude zafarme de Joe corrí en compañía de Jack por todo el departamento y mi risa inundaba el departamento, hasta que mis piernas no pudieron más me tumbe en la cama y vi como Joe se colocaba a mi lado después de correr por todo el departamento evitando ser agarrada por el.

—¿Me extrañaste? - me preguntaba mientras veía a Jack jugar con una pelotita en el pasillo del cuarto.

—No,  me estuve divirtiendo en mi rehabilitación,  tratando de no pensar que la resbalosa de Eva Marie te ponga un dedo encima,  claro que no te extrañe - le dije con una sonrisa mientras agarraba su cuello para acercar mis labios a los suyos.

—Qué sarcástica,  para que veas que yo si te extrañe - susurro el moreno con una leve sonrisa, que se borró en segundos- todo es diferente en la empresa sin ti.

— Aunque no lo creas extraño esa vida,  han pasado seis meses y es como si hubiese sido ayer - boté un poco de aire acariciando la mejilla del hombre de ojos perfectos - pero con esto entendí algo...

—¿Qué?  - me preguntó colocando su brazo en mi cintura y subir su mano para acariciar mi brazo de la manera en que solo el podía.

—Recuerdo que un predicador dijo que siempre Dios al terminar un sueño te da otro,  pero siempre nos sorprende - le explicaba - y tal vez lo que estoy viviendo contigo ahora sea eso. Es decir...  Tu y yo... En un futuro.

La sonrisa de Joe hizo que me sintiera aún mas enamorada de él. El se acercó a mi besando mis labios sutilmente.

— Desde que te vi,  quise un futuro contigo. Me cambiaste...  Y lo sigues haciendo - tocó mi mano y vió el anillo que me había dado hace seis meses atrás y lo besó junto con mi mano - nuestra vida va a cambiar...

Yo asentí y besé sus labios el agarro mi cintura colocándome sobre él, mientras el acariciaba mi espalda y dejaba mi piel completamente erizada. El se apartó rápidamente.