Letras fútiles y enervantes sensaciones.

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Para mi encantador Tony; espero te guste y que sientas la misma emoción que yo al hacerlo pensando en que sería un pequeño regalo para ti. <3 

Ante él brillaba con intensidad una pantalla con tonos peculiares que mostraban información de todo tipo.

Hace más de dos horas se había colocado en frente de ese aparato para saciar la curiosidad que le carcomía la mente ante ese tema en particular.
"Soulmate", escrito en el buscador, reflejado en las páginas en donde se introducía y las oraciones que buscaba comprender. 
Esa mañana en específico, cuando el cielo se tiñó del más puro color,  el castaño se había levantado con una inconmensurable motivación salida de la nada, que no había estado en él hacia tanto tiempo. Se decidió a terminar la siguiente armadura que había esperado pacientemente en el escritorio de su taller, para después salir y darle un buen uso, yendo a observar en persona el acendrado paisaje que se levantaba a través del diáfano cristal de su ventana.
Todo iba a la perfección, como un día que a Tony le hubiese encantado bautizar como "normal". Sin embargo, ello no estaba hecho para hacer acto de presencia dentro de su vida; podría hacer uso de cualquier otra palabra, menos normal. Se preparó para su objetivo antes descrito; aprovechando el escaso tiempo que pocas veces tenía la capacidad de aprovechar: se deleitó con una agradable comida instantánea y una taza del café más delicioso que poseía; se vistió con ropas adecuadas para su trabajo y hasta le concedió unos cuantos halagos a su reflejo que se dibujaba en el espejo. No fue hasta que recorrió la travesía de la docena de escaleras hacia su taller, cuando se percató de lo más atroz que, como según lo que leyó en internet , "el destino" pudo haberle dado.
El nombre de Steve en su muñeca.
Cuando lo vio, quedó petrificado, observando con escepticismo lo que estaba ante él, lo que permanecía tatuado en su piel. Porque sí, una vez que volvió a su realidad, intentó de todo para borrarlo y hasta el maquillaje se hacia invisible al contacto de esas despreciables letras.
Al principio se aferró a la idea de que era una broma de muy mal gusto, una travesura creada por los miembros de los Vengadores, por Barton y Romanoff específicamente, a quienes les encantaba ver las reacciones llenas de horror que se dibujan en la cara de Tony y tener registro de ellas en sus celulares. En realidad, rogaba porque fuese así, que ellos salieran de algún lugar y se burlaran de él, exagerando su reacción y estallando en carcajadas por ello. Sin embargo, la estancia se mantuvo en paz, con tan sólo el sonido de la estática proveniente de la pantalla de su computadora llenándolo todo.
Sus oscuras orbes se vieron acuosas e ímprobos temblores se abrían paso a través de su anatomía.  
Se podría autoproclamar víctima del acecho de un nuevo ataque de pánico como solía sucederle tan a menudo en lapsos cortos de tiempo.  

—¿Sabes, Jarvis? —susurró temeroso y continuó antes de que su Inteligencia Artificial notara el brusco cambio en sus signos vitales. —Una vez vi su muñeca...—carraspeó ante la sensación de que la voz podría fallarle y sonar rota, delatando su hosco sentir. —mi nombre no estaba ahí.

El agua había escapado de su lugar de origen, llevando consigo la enervante sensación de tribulación sobre su piel, observando sin poder reaccionar, su partida hacia ningún lugar. 
—¿Hace cuanto fue "esa vez"?
La incógnita le tomó por sorpresa, estando tan enfrascado en su desgracia no se percató de la realidad que le esperaba con tanta paciencia. Dirigió su mirada hacia una de las níveas paredes con un semblante cargado de confusión, como si Jarvis estuviera físicamente dentro de esa habitación.
—¿A qué te refieres? —cuestionó como respuesta mientras peleaba con su propio organismo por desvanecer las lágrimas con el dorso de su diestra, convenciéndose de lo superfluo e idiota que parecían sus acciones.  
—A usted, señor, esa inscripción en su muñeca no tiene mucho que le salió. ¿No cree que cabe la posibilidad de que al Capitán Rogers le haya sucedido algo similar?
De repente se sintió ridículo por tirarse a llorar como un niño de 4 años sin una pizca de madurez a pensar en las posibilidades o soluciones de su situación.  Jarvis tenía razón, tal vez y solo tal vez su nombre también había aparecido de la nada en la piel de Steve. Aunque ello no fue motivo para que las esperanzas habitaran dentro de sí, al menos no de forma notable.
—Gracias, amigo.
—No hay de qué, señor.

Soulmate? [Stony]Where stories live. Discover now