(1994, Alemania)
No había parado de llover desde el mediodía, la lluvia había empapado todo a su paso, las gotas se escuchaban golpear las ventanas y el sonido de los truenos traspasaba paredes.
En una de las tantas habitaciones de este gran Internado se encontraba un pequeño sentado justo en la esquina de su cama, estaba recargado en la pared abrazando sus piernas. Una de sus manos apretaba fuertemente una fotografía familiar, en esta estaban sus abuelos, sus papás, él y su pequeña hermana.
Temblaba de miedo por cada trueno que escuchaba. Tenía sus hermosos ojos azules completamente humedecidos, la nariz roja y se encontraba sollozando esperando que algún perfecto, en especial Aribert no lo escuchara para evitar que entrara y con gritos lo regañara, obligándolo a dormirse.
Saltaba y al mismo tiempo cerraba fuertemente sus ojos cuando escuchaba los truenos, después de que este pasaba, volvía a mirar recorriendo la habitación. Era tan diferente a la suya, las paredes no tenían su tema de superhéroes simplemente eran de madera, había una ventana arriba de su escritorio, esta era muy pequeña a diferencia de las que a él le gustaban, una cama vacía en frente de la de él y en el otro extremo de la habitación un closet.
Otro trueno se escuchó y a su mente vino su pequeña hermana Paola, seguramente con esta lluvia ella también estaría llorando.
- Itsy bitsy spider climed up the water spout.- Comenzó a cantar con la esperanza de que su pequeña hermana lo pudiera escuchar pero también esperando que esta pudiera hacer que él dejara de llorar.- Down came the rain and washed the spider out. Out came the sun and dried up all the rain. And the itsy bitsy spider climed...- se detuvo cuando observó como la perilla de la puerta comenzaba a girar. Se recostó rápidamente y cerró de nuevo sus ojos. Espero unos segundos y no escucho la voz grave con palabras que aun le costaba entender de Aribert.
- ¿Ya te dormiste?- escuchó una voz con un acento extraño y abrió los ojos. A unos pasos de él había un niño que vestía una pijama azul con barcos en ella. Tenía el cabello quebrado de color castaño.- Sabía que aún no lo hacías.-afirmó acercándose a la cama.- Mi nombre es Pierre Maréchal, ¿Cuál es el tuyo?- el niño le otorgó su mano mientras sonreía.
- Me llamo, Stephen, Stephen Welsh.- le dijo acercándose después de limpiarse los ojos.
- ¿Cuántos años tienes?
- Diez
- Yo once.- se sentó sobre la cama.- Esta padre tu pijama de Superman.
- Gracias.- Stephen sonrió un poco.
- ¿Por qué llorabas? Te he escuchado hacerlo desde hace tiempo, quería venir pero el que los prefectos ronden los pasillos me lo impedía, pero ya estoy aquí.
- Me dan miedo los truenos.-bajo un poco la mirada.- y extraño a mí familia.- de nuevo comenzó a llorar mientras observaba la fotografía.
- Tranquilo.- Pierre lo abrazo con una mano, Stephen volteo a verlo.- Ya no llores, te escucharan los prefectos.- hizo una pequeña pausa.- Yo no le tengo miedo a los truenos pero también extraño a mi familia, bueno a mis papas porque mi hermano está aquí conmigo.
- ¿Eso se puede?
- ¿Qué, tener a tus hermanos?-Stephen asintió.-Claro los dos dormimos en la misma habitación, él no te escucho sino también hubiera venido.- la cara de Stephen se iluminó.
- Entonces Paola va a poder vivir conmigo.- dijo emocionado.
- Creo que eso no se va a poder.- Pierre habló.- Solo aceptan niños aquí, pensé que tenías un hermano.- la sonrisa en el rostro de Stephen se esfumó.- pero no te desanimes nuestros papás pueden venir a visitarnos.
