Cuando Sasha se entera que su mejor amiga Jean estuvo con su crush dos semanas como novios, esta ya no le tiene confianza. Así que, Sasha hace todo lo imposible en hacerle la vida imposible a ambos.
¿Qué tal para una dulce venganza?
Portada hecha...
-Que chistosa. -dice sarcásticamente Jean, poniendo ambas manos en sus caderas.
-¿Chistosa? ¿Yo? -me señalo a mí misma y sonrío. -¡Obvio! -hago unos movimientos con las manos, siguiendo el ritmo de la canción de HelloFriday de FloRida. Doy una media vuelta y al parar, me encuentro frente a frente con Jean, quien no se encuentra muy feliz al verme. ¿Quizás su maquillaje no la ayuda mucho? Sin pensarlo dos veces, esta agarra mi muñeca y me quejo de dolor, aunque me exageré un poquito.
-¡Auch! -me quejo, haciendo un berrinche y frunciendo mis labios.
-Ni te estoy tocando, Sasha. -dice entre dientes, su mirada irradia odio. -¿Qué demonios estás haciendo?
-¿No ves?-me encogo de hombros. -Estoy bailando.-ruedo los ojos para terminar riéndome como loca.
-¡Ya basta de tus estupideces, Sasha! ¿Qué traes entre manos? ¿Qué demonios haces con Jackson? -pregunta con odio. -Sé que están jugando conmigo. Te conozco como si te parí.
Bufo y suelto otra risita, pero esta vez una de las exageradas. -¿Acaso eres mi madre? ¿Alo policía? Esta loca dice que es mi madre.
-Deja de estupideces. No has cambiado y nunca cambiarás.
Ahora caigo en cuenta de sus palabras y me zafo de su agarre. -Déjame en paz. Jackson y yo nos amamos. ¿No entiendes? N-O-S A-M-A-M-O-S. -lo último lo deletreé con calma y lo enfaticé.
-Si, claro. -dice con sarcasmo. -Te creeré cuando los cerdos vuelen. -dice, cruzándose de brazos y mirándome con celos.
-Pendeja. -al momento de decir eso, la música había terminado, y él silencio había acoplado, logrando que los borrachones que estaban cerca escucharan mi comentario. Se quedaron confusos hasta que Bad Blood de Taylor Swift empezó a sonar y cada quien se fue a bailar-parecía más un twerking.
-¡Sasha!-escucho que Jackson grita mi nombre y se acerca hacia nosotras. Mira de reojo a Jean y se acomoda a mi lado, poniendo un brazo alrededor de mi cuello. -¿Jean? ¿Qué te trae aquí?
Jean solo sonríe. -Solo conversaba con mi mejor amiga. -dice sin antes dar media vuelta, hacinado una pose de diva en dirección hacia las escaleras. ¿A dónde demonios iría? Al baño no será, ya que ella odia utilizar los baños públicos y ajenos-solo utiliza los de su casa y aveces los de la escuela.
-¿Qué pasó?-pregunta Jackson.
-Nada. ¿Porque no bailamos?-le grito al oído sin querer y el suelta un quejido de dolor, maldice y asiente. -Vamos.
Se aleja y toma mi mano, llevándome hacia la pista de baile improvisada. Lo primero que hice fue asentir al ritmo de la música y luego me dejé llevar y Jackson me seguía. Pude sentir las miradas de varios de los borrachones, escuchar comentarios acerca de nosotros y varios silbidos. Cuando la fiesta ya se estaba acabando y ya yo estaba muy agotada para decir Pío o dar un paso, Jackson decidió que nos fuéramos y lo hicimos.
Jackson me dejó en mi casa. Cerré la puerta detrás de mí, tratando de no hacer algún ruido, pero era tarde.
-¿Dónde estabas señorita?-escucho la voz ronca de mi padre. Me giro hacia mi izquierda para encontrarme a mi padre, quien está sentado en el sillón, una mano posando en la lámpara cercana.
-Por ahí.-contesto, tocando mi frente. Sentía como el dolor de cabeza aumentaba más y más.
-Sasha Marie Jenkins. -amenaza con tan solo decir mi nombre completo. -Son las 1:49 am. Salisteis de esta casa a las 4:36 pm y me dijisteis que llegarías a las 10:00 pm. Me mentisteis, jovencita. -se para del asiento y camina hacia mi, su mirada irradia odio.
-¿Qué harás?-pregunto, un poco adolorida. Le mentí a mi padre y nunca le mentía-era mi primera vez y parece que será la última.
-No usarás el auto por dos semanas.
¿Eso es todo? A mí no me preocupa mucho usar mi auto, ya que últimamente quien me lleva a los sitios es Jackson. Es como si Jackson fuese mi conductor designado.
-Y no tendrás tu celular por dos semanas, señorita.
Mierda.
Hace un movimiento con la mano, señalando a que le diera el celular. Rendida y quejándome, saco el celular de mi cartera y se la doy en la mano. Una sonrisa triunfa lado a lado. ¿Acaso mi padre es bipolar? Tal vez.
-Ahora a dormir, jovencita. -ordena y sin pensarlo dos veces, ya me encontraba subiendo las escaleras. -Mañana visitaremos a unos colegas míos. -anuncia y lo único que hago es gruñir.
Como odio salir a comer con los colegas de mis padres, ya que la mayoría son viejos, están casados, son pedofilos y mi único entretenimiento era mi celular, ahora tendré que pensar en algo para no aburrirme en el día de mañana.
***
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Mañana habrá maratón de dos capítulos. :)
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