Crazy 00's

144 14 4
                                    


Es domingo en la mañana, me despierto enojado. Únicamente abro los ojos pero no me levanto de la cama y me pongo a pensar. La situación con kender está afectando mucho en mis sentimientos y es algo que no me gusta. No me gusta porque no entiendo lo que siento, si lo entendiera sería distinto. Ni siquiera he avanzado en mi proyecto que me asignaron del trabajo, tengo que apurarme, ya no puedo perder el tiempo en mis sentimientos. De verdad que tengo que establecer prioridades.

Me quedo en la cama repasando el mismo concepto varias veces por 10 o 15 minutos. Son las 10:31 am. Suspiro profundamente y me siento en mi cama con las piernas en forma de loto.

–Siri, abre las cortinas y las ventanas, por favor.

–Claro. –las abre, el sol comienza a recorrer el piso haciendo notar partículas de polvo flotando cerca del piso, sube por mi cama hasta detenerse en mis despeinadas piernas. Siento como comienza a calentarlas y jugueteo con los cojinetes de mi pata inferior izquierda, apachurrándolos.

–Bueno, por lo menos ahora sé por qué estoy confuso. –camino hasta la ventana, veo la calle y el cielo, siento como el aire frío entra, choca en mi nariz y mueve el pelo de mi cara, agacho mis orejas, cierro los ojos, vuelvo a suspirar pero esta vez pongo una pequeñita sonrisa en mi cara. Me encanta este frío.

Tengo que establecer prioridades, repito. Lo primero que debo hacer es hacer una lista de todo lo que se me ocurra para el proyecto del trabajo. Luego debo arreglar las cosas con Valentina y ver que realmente no haya quedado ningún resentimiento respecto a lo que pasó con Peter, ella no lo dice pero siempre que meto la pata en algo, ella se queda con el resentimiento y se va juntando poco a poquito hasta que un día ya no me habla y no me gustaría poner en riesgo nuestra amistad, quizá deba invitarla a cenar o algo por el estilo, eso la hará sentir mucho mejor y, lo más importante de todo, haré notar que me importa; no por la invitación, sino por lo que tengo planeado decirle y la disculpa, eso funcionará de maravilla.

Ok, tengo que llamarle a Daniela hoy en la tarde para que me ayude a darme ideas respecto al video que es la parte más complicada de todo. La más complicada y tardada. El lunes llegando a la oficina sin retraso alguno hago el resto del proyecto tome lo que tome, incluso si no salgo a comer. Tengo que ser disciplinado y solo así tendré el resto de mi mente para el video. Al pensar únicamente en organizar todo eso me hizo sentir mejor.

*toc toc* suena la puerta. Se abre ligeramente.

–¿Hush? ... ah, qué bueno que sí estás despierto. –dice Valentina, sólo asomando la cabeza.

–Hey, qué hay. Pasa. –le digo mientras me estiro y me trueno la espalda moviendo mi torso hacia los lados.

–Bueno, no pasa nada, me acabo de despertar ¿quieres café? Te traje una taza. –Valentina entra y me ofrece la taza, yo se lo agradesco, la tomo y le doy un sorbo. Ella se sienta en la silla de mi escritorio y comienza a dar vueltas lentas en ella.

–¿Qué pasó? –le pregunto, intento no ser chocante.

–Pues no sé, sólo quería estar aquí, me gusta la vista desde tu cuarto, no como en la sala que está estorbando la maquina de limpieza de vidrios por afuera. –sentía que estaba aquí por otra cosa pero está bien porque así aprovecho que la invito a salir hoy en la noche.

–Oye...

–Hush... –decimos al mismo tiempo. –¿eh? No, no, dime tú primero. –ella dice.

–Bueno, es que te quiero, t-te quiero invitar a cenar hoy. –tartamudee.

–¿A cenar? ¿por qué? –detiene la silla.

–Bueno, quiero hablar contigo, pero no es nada urgente. –vi como se relajó y continuó sus vueltas.

HushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora