~Chapter Twenty-three~

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MITADES IGUALES (1/2)

Chanyeol dedicó una brillante sonrisa, al alto y guapo hombre a su lado. Él recibió una cálida pero nerviosa sonrisa pegajosa como respuesta y apretó la ligeramente temblorosa mano, tranquilizándolo.

Te amo, Chanyeol articuló y podía sentir algo de tensión salir de Kris.

Ellos dieron este primer paso, juntos. El limpio sonido de la voz de Baekhyun llenaba el aire. Chanyeol ni siquiera trató de ocultar su felicidad y sonrió tan ampliamente como su rostro se lo permitió.

Desde el lado de Kris de la sala, podía ver a Junhong sonriéndole ampliamente, rodeado de gente y Chanyeol no pudo reconocer o incluso ver correctamente ya que resplandecían algún tipo de luces blancas brillantes. Aún así, inclinó la cabeza a ellos, a modo respeto.

En su propio lado del pasillo vio a todos sus seres queridos. Allí estaba su madre con una sonrisa temblorosa mientras se limpiaba el rabillo del ojo con un pañuelo. Justo a su lado estaba su padre quien lo observaba con mirada orgullosa y de aprobación. Sohee lloraba abiertamente mientras mantenía a Sumin en sus brazos. La bebé miró a su madre con curiosidad y el marido de Sohee había envuelto su brazo alrededor de los hombros temblorosas de la misma mientras que a la vez abrazaba a Sujin, quien hizo llegar su pequeña mano hacia la pareja que pasaba. Junto a ellos estaba parado Daehyun, mostrando los pulgares arriba hacia Kris y Chanyeol con ambas manos, mientras aparentemente se divertían por la cara excesivamente feliz de Chanyeol.

La pareja llegó a la parte principal del templo, donde rostros amigos los recibían. Youngjae, el padrino de Chanyeol, parecía estar al borde de las lágrimas y su sonrisa se estremeció cuando le sonrió. Como padrino de Kris, Yongguk les dio una amplia y cálida sonrisa mientras asentía de forma alentadora. Oyó a Kris tomar una respiración profunda cuando Baekhyun dejó de cantar y se paró frente a alguien, algo, que supuso era el ministro de la ceremonia. La presencia en frente de ellos, parecía resplandecer con felicidad, calidez y con una fuerza divina.

Cuando el ministro habló, sintió como si la voz estuviese hablando justo en su mente. Se parecía a un tintineo de campanas pero aún así, por alguna razón, podía comprender todo sin esfuerzo alguno.

Mis queridos hijos, estamos aquí reunidos esta noche para compartir con Park Chanyeol y, no pudo escuchar nada más que las campanas en esta parte pero de alguna manera, sabía que el nombre real de Kris se dijo, un momento muy importante y conmovedor. Dentro de su tiempo compartido, juntos, ellos, su amor y su mutua comprensión ha crecido y madurado, y ahora van a vivir sus vidas, juntos, mitades iguales de uno solo.

Nuestro deseo es para Park Chanyeol y, suave sonido de campanas, que van a disfrutar los frutos de su unión, compartir una gran cantidad de felicidad. Esperamos que no importen las dificultades que puedan encontrar, siempre lo superen con su optimismo y fe en cada uno de ustedes.

Kris tenía el ceño fruncido y su nariz estaba roja cuando ambos voltearon a ver a los demás. Chanyeol sintió que sus propios ojos romperse al darse cuenta de que su pronta otra mitad estaba haciendo todo lo posible por no llorar. Su sonrisa suavizó y apretó sus manos entrelazadas. Kris dejó escapar una risa temblorosa y miró a otro lado por un segundo soltando un sollozo. Cuando se encontró con esos ojos llenos de lágrimas de nuevo, el amor resplandecía entre ellos y aprovechó su turno para sujetar sus manos temblorosas.

Se inclinó para darle un rápido beso a esos delicados y fruncidos labios, contra todas las tradiciones existentes, un par de risitas ahogadas se escucharon procedentes de la audiencia y un sonido tintineante se oyó mientras el ministro reía calurosamente por aquel gesto. El ceño de Kris se fundió en una sonrisa y el hombre apretó sus frentes juntos brevemente antes de que se separaran y miraran al ministro de forma expectante.

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