-¡Dulces!- exclamo Crabbe muy contento. La mitad dragona centró su atención en su amigo que estaba frente a ella. La caja era enorme por que contenía todo tipo de chocolate, bombas explosivas y grageas de sabores.- Mi madre me las ha traído de Egipto- proclamó divertido a la par que abría la caja y la acercaba al centro de su grupo no sin antes tomar un puñado de ellos en la mano. 

Crabbe sonrió de oreja a oreja y estiró su brazo hasta la caja para tomar también un puñado. Draco imitó el movimiento solo que el tomo un dulce; Rinka sin embargo no tomo nada. Goyle la miró extrañado, ella estaba pérdida solamente en un dulce color salmón redondo sin embargo aún no lo tomaba.

-¿Pasa algo Rinka? ¿Por que no tomas uno?- ella negó rotundamente cuando escucho la voz de su amigo. -Pero, ¿Por que?- 

-Soy alérgica a los dulces de calabaza y a los dulces picantes-

-¿Que dices?- exclamó una atónito Malfoy.

-Si como uno puede que muera; en especial si pica.- contestó acompañada de un suspiro de resignación.

-Pero ¿Por que?- pregunto Crabbe sin dejar de comer dulces-

-Soy una dragona de hielo Crabbe-

-Pero, ¿De verdad un dulce te puede matar?- pregunto Goyle sorprendentemente dejando de comer. La chica asintió pesadamente- y ¿Que tiene que ver los dulces de calabaza?-

-Soy alérgica a la calabaza- rió nerviosa.

Dos regordetes asintieron y Malfoy dejo de comer. No sabía por que lo había hecho pero no quería ver a Rinka presenciar a los demás disfrutando de delicias exóticas y que ellos sólo lo ignoraran. Aun que los dulces egipcios eran sus favoritos decidió seguir leyendo la carta que su madre le había mandado en silencio.

-y bien ¿Que te mandaron a ti?- pregunto Crabbe a Goyle

El chico se apresuró a abrir su paquete y de el sacó un estuche  de gobstones que a primera vista  se veían muy caros.

-Gobstones- alardeo el chico de manera divertida- El nuevo paquete mejorado ¡Estoy listo para aplastarte Vicent!- la punta del dedo indice señalaba desafiante a su amigo que estaba a lado de él. El chico amenazado comenzó a reír a carcajada y como acto de ignorarlo se dedico a comer sus dulces de nuevo. A ambos se les olvidó por completó la tarea de Snape.

La de ojos cristalinos miro a Draco en silenció. Algo había leído en la carta que lo había puesto totalmente serio. Miro como la caja que sostenía en su mano izquierda temblaba ligeramente y no pudo aguantar las ganas de picarle suavemente su brazo para que los ojos grises de su amigo se dirigieran a ella.

-¿Todo bien?- pero lejos de calmarlo un sonrojo excesivo apareció en el rostro del pálido niño

-P..por supu..supesto- tartamudeó intentando fingir un rostro arrogante. La chica hizo una mueca como las que siempre hace a su mejor amigo Pers; infló los cachetes y frunció el ceño.

-A una dragona no puedes mentirle Draco Malfoy- el chico volvió a tensarse cuando escucho su nombre en conjunto con su apellido- Pero tranquilo- y su sonrisa perfecta y blanca lo hizo ponerse más nervioso.- No te obligaré a decírmelo si no quieres. solo espero que todo este bien-

La hora del descansó terminó apenas el corazón del chico se calmó. Los Slytherin de su grupo acomodaban tranquilamente sus cosas mientras que él se limitaba a ver la carta que le había llegado ¡Que verguenza lo que su madre le pide!. 

-Vamonos Draco. Toca clase de vuelo- sentenció la chica de manera emocionada.

Malfoy por otra parte sólo asintió. Es verdad que desde que llegó la clase de vuelo era una actividad que le entusiasmaba mucho aprender; en su mansión solía volar con su Nimbus 2000, obsequio de su madre, pero bajo la penosa circunstancia en la que la mismo lo había puesto lo hizo olvidar de todo lo que antes le emocionaba.

Hija de Dragón (Harry Potter)(Draco Malfoy)Where stories live. Discover now