Los dos giraron hacia mi, me miraron sorprendidos, en mi rostro salian pequeñas lágrimas, me giré dispuesta a salir, camine rápidamente, escuche claramente como una persona se laventaba de la mesa, traté de calmarme, cuando llegue a la puerta quise abrirla pero el brazo de Tony me lo impidió, quise quitarlo, pero su fuerza me lo impidió....
- Déjame explic.....- lo interrumpi.
- ¡No! - lo abofeté.
- Por favor, no es lo que tu crees - dijo con su mano izquierda tomando su mejilla que habia abofeteado hace unos segundos.
- Llego de Nueva York y me encuentro con esto, ¿Qué crees que me imagino? - mi voz quebró.
- Solo estabamos desayunado, no paso nada mas - dijo.
- ¿Crees que soy estúpida? - alce un poco mi voz molesta.
- ¿Acaso no confias en mí? -
Su respuesta me saco de mis conclusiones, pero eso no es una excusa.
- No me cambies de tema - hablé arta - Si engañaste a mi madre conmigo, no dudare que me engañes con tu asistente -
- ¡Wow! - se despegó de mi lentamente, la cague, lo se, le dolió lo que le dije - Pensé que te quedo claro que te amo -
- Yo no ......... - quise hablar pero la voz de Pepper me interrumpió.
- Lo que dijo es verdad - dijo sarcástica, s expresión mostraba dolor y a la vez enojo.
- Crees que te creeré a ti - dije retadora.
- Por Dios deja de ser tan Estúpida, acabo de llegar de mi departamento, él apenas estaba por desayunar, le dije que si podía desayunar y me dijo que si, acaso crees que seguiría mendigando amor, el te ama a ti - me miro dolida y con odio - Es mejor que me valla - dijo tomo su bolso y sus llaves de su auto y salio por la puerta.
No quería aceptar que estaba en lo correcto ella, pequeñas lagrimas salieron de mis ojos, alce la vista a él que me miraba decepcionando, intenté hablar pero me interrumpió antes de que dijera algo.
- No digas nada - volví intentar hablar - ¡NO! - alzó su voz - haz dicho todo - se giro y subio las escaleras.
Mis manos fueron hacía mi rostro, lloraba de coraje, por no haber creido en él, la regue, mi cuerpo temblaba del miedo a perderlo, retrocedi asta toparme con la puerta, cuando llegue me deslice por la puerta asta quedar en el suelo, llore lo que fuera necesario, mi vista se empezaba a nublar asta que caí en acostada en el piso.
~ Después ~
Unos brazos me sostenían, me llavaban cargando, poco a poco abria mis ojos, gire un poco y mire a la persona que me sostenia con firmeza, era él, el hombre que amo, coloque mis brazos alrededor de su cuello, me miro y lo mire, hice un pequeño gesto felíz, baje mi mirada, y me aferre más a él, tardamos segundos en llegar a la habitación, con delicadeza me coloco en la cama, despues de esto se dio media vuelta camibando a su armario, me pare rapido y fui detras de él, esta un poco adolorida, tal vez sea por que estuve horas dormida en la puerta, cuando entre al armario, lo vi buscando su ropa para dormir traia en hombro su toalla de ducha, me pare detras de él y lo abracé.
- Perdón - hablé.
- Esta bien - dijo sin ganas.
- Tony, no quiero estar así - susurré.
Solo se giro a mí y me besó, coloqué mis manos en su cuello y lo apegue mas a mi, di un pequeño salto y mis piernas se enrrollaron en su cintura, con sus manos me sostenia del trasero, nos despegamos por falta de aire.
- Te necesito - dijo y me volvio a besar.
Me separé de el y le dije - Yo más - pegamos nuestras frentes y me llevo en la misma pocision a la cama.
Me recosto sobre ella, el estaba encima de mí, mis manos acariciaban su hermoso rostro, depronto mis manos bajaron al borde de su playera y la alce quitándole la playera, el hizo el mismo acto conmigo, sus labios volvieron a juntarce a los mios, pero después de besarme, sus labios bajaron por todo mi cuello, pechos, abdomen y asta llegar al borde de mi pantalón, cuando llegó, lo desabrocho y fue quitandolo levemente y dando pequeños besos sobre mis piernas, cuando llego a mis tobillos quito mis zapatillas y después el pantalón, ahora solo estaba en ropa interior, me pare con él, Tony con actos desesperados se quito los tenis y calcetas, estando el en pants y su boxer fui a sus brazos y lo besé.
Me hizo el amor, como si nosotros dependieramos de ello. Rendida caí en sus brazos, su brazo derecho pasaba sobre mi cuello, mientras me abrazaba con el izquierdo, nuestras piernas seguían enrrolladas, una leve sabana nos cubria.
- Te amo - dijo y me besó mi cabeza.
- No tienes idea de cuanto te amo - lo abracé bese su pecho.
