Capítulo 3.

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Luego de a ver recuperado a las chicas y al joven todo regreso a la calma, pero lo mejor era mantener los ojos abiertos nunca se sabia que podrían estar tramando Scott y su hermano Cameron. Pero por ahora las cosas estaban tranquilas y en paz. Suspire cansado mientras caía en la amplía cama a mis espaldas no tuve tiempo de ir a mi departamento por quedarme hasta tarde ubicando personas que pronto dejarían de existir, gente realmente mala, esto de ser sicario era agotador pero no podía dejar de hacerlo tenia el impulso y la necesidad de seguir con esto era una especie de adicción que nunca dejaría atrás. 

Me sentía un poco incómodo el no estar en mi departamento, Alba me hacia sentir extraño de todos modos, ¿por qué? sabía qué ella también estaba aquí. Alba lucia tan inofensiva el día que la conocí y aun lo es, me hace sentir bastante bien que todo y todos son buenos. Mas eso no es verdad, la maldad siempre estará presente en las personas. Cierro los ojos y llevo una de mis manos hasta mis labios recordado ese beso, puede que estaba algo mareado para ese entonces pero algo en mi me impulso a hacerlo tenia que sentir sus labios aun que fuese por ese único momento.

-Tengo que sentir ésos labios otra vez...-Susurré abriendo los ojos. Negué con la cabeza y luego me di cuenta de lo que había dicho.-Maldición no. No puede gustarme ella pero al mismo tiempo quiero hacerlo.-Mordí mi labio hasta el punto de dolor casi haciéndolo sangrar.-

Me levante para desvestirme una ducha me caería muy bien en estos momentos ¿hacia calor o solo era yo el que lo sentía? eso no lo sabia pero tenia que darme una ducha rápido. Primero me había sacado los zapatos uno por uno, luego había retirado el saco que traía puesto, mas adelante la corbata y los botones de la camisa blanca hasta quedar sin esta, solo quedaban los pantalones, me deshice de estos quedando en bóxer, estando así ya podía ir a ducharme pero me había detenido al escuchar que llamaban a mi puerta bufé y me dirigí a esta la abrí sin mirar quien era.

-Rick quería preguntar si...-Abro los ojos al escuchar esa voz mi corazón se acelera de manera drástica, Alba se encontraba del otro lado con sus ojos bien abiertos.-Yo...yo...creo que será mejor que venga en otro...momen...to...-Negó con la cabeza y mire a hacia abajo, ¡carajo no tenia nada con que cubrirme! mordí mi legua y la toma del brazo.-

-Espera ¿Qué querías preguntarme? -Al detenerla obligue a darse vuelta su cara era todo un poema estaba más roja que un tomate.-

-S-si...pues...yo...¿te...te importaría ponerte los...los pantalones por...por favor? -hablo tartamudeando, asentó y tome nuevamente los pantalones y abotonándolos, Alba suspiro al parecer tratando de calmarse.-

-Ahora si...-Respondí.-¿Que necesitabas? -Pregunte.-

-Bueno quería saber si no te importaría llevarme al súper mercado por unas cuantas cosas para Emily.-Dijo.-Ya...ya sabes tiene antojos todo el tiempo y es recomendable cumplirlos.-Asentí.-

-Esta bien, me daré una ducha rápida.-Respondo.-

-Oh ¿estabas por darte una ducha? -Pregunto y asentí, sus mejillas se tornaron rojas.-Toma tu tiempo y cuándo estés listó me...me avisas...-Y sin mas salió de la habitación y cerró la puerta, suspire y tomé una toalla que estaba en una de las esquinas de la cama y así tomar una ducha en paz y sin interrupciones.-

Más tarde me encontraba listó para acompañar a Alba, de tan solo pensar que estaríamos solos hacia que mi corazón se acelerara creo que eso sé estaba haciendo un mal hábito en mi. Suspire y salí de la habitación de huéspedes la que por hoy sería mía y mañana iría a mi departamento para descansar apropiadamente. En la cocina sé encontraba Alba de espaldas me quedé unos minutos observándola era tentador tomarla dé la cintura y plantar un beso en su blanco cuello, negué con la cabeza no puedo pensar en cosas lujuriosas o pasaría nuevamente por aquel problema. decidí observarla hasta que se diera cuenta de mi presencia me apoye en la mesa de la cocina mirando cada uno de sus movimientos era habilidosa cuando de cocina se trataba quizás tenia talentos ocultos. Ella se había dado cuenta y al verme soltó un chillido el cual me había causado risa.

Alerta ¡Sicario! © (Book #2/ COMPLETA EN DREAME.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora