Descubriendo la verdad

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La escuche sollozar y relajarse un poco, pero por más que quería apartar los celos de mí se apoderaban al ver al maldito quien la sostenía de la cintura, quería golpearlo y decirle que la dejara en paz pero quién era yo.

—¿ podemos verla ?

Dijo aquel sujeto el cual con su presencia ya me molestaba.

— no, solo puede entrar la madre conmigo.

Pude notar como el asunto se tensó ya que con una simple mirada nos expresamos el mutuo odio que ambos sentíamos.

— Mark , tranquilo, yo entraré a verla, estaré bien.

— no, ni creas que te dejaré entrar sola, yo iré...

— la señora ha dicho que ella entrará, además tranquilo, estará conmigo, así que con tu permiso.

Tras dejarlo en la sala de espera pude notar el coraje ante mis palabras, camine al lado de Sandy y pude sentir su incomodidad.

— no tenías porque ser tan cruel con el.

— solo hago mi trabajo, además ya habrá tiempo de que el la vea.

— pero él es el padre de Aylin.

Sentí celos al pensar que él se tomaba atribuciones que no le correspondían.

— a propósito tengo que hablar quieras o no contigo.

Pude verla palidecer ante mis palabras, pero si ella era mi hija no permitiría que otro se tomará atribuciones que no le correspondían, tenía que darle a entender que pase lo que pase lucharía por mi hija.

Sandy

Sentí que me faltaba el aire cuando lo vi tan serio y me pidió poder hablar conmigo, tenerlo tan cerca de mí era como un veneno que me torturaba, mis fosas nasales podían embriagarse con su dulce aroma, era el, en carne y hueso, a escasos centímetros de mi, no podía dejar de temblar ante la idea de tenerlo tan cerca y no poder besarlo, justo cuando sentí un impulso en mi cuerpo vi a mi pequeña salir del elevador y dirigirse en su camilla al cuarto donde se recuperará, mi corazón se aceleró y intente correr pero un brazo me detuvo por la cintura a mi espalda, era el, mi piel reconoció su calor provocando en mi estremecerse y sentirme húmeda ante ese pequeño roce.

— tranquila, debemos esperar un momento para que la instalen en su cuarto.

Vi un hermoso cuarto con lujos y me admire, era más grande que nuestro cuarto, incluso más grande que nuestro departamento, constaba de un baño y un ropero, además de dos sofás individuales los cuales se hacían cama y dos sillas, era un cuarto muy lujoso.

— ¿que es todo esto?

— espero no te moleste pero mi padre y yo decidimos pagar todos los gastos, además de los lujos y comodidad para la pequeña, así que descuida no te preocupes ya todo está pagado.

Quise abrazarlo y besarlo, era la cosa más tierna que él estaba haciendo por nuestra hija, me intente controlar pero las emociones eran tantas que me era imposible.

— prometo que te pagaré todo, lo juro que yo...

— hey, no, es lo menos que puedo hacer por ti y por...

Mire como su rostro se dirigió ante mi pequeña, se aproximó a ella y justo cuando pensé que la revisaría, descubrió en uno de sus brazos la mancha que él también tenía.

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