5.-Capítulo 5

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Micaela
Justo ahora al idiota de Chase se le ocurría decir eso, cuando Louis me había pedido ser su enamorada, me había hecho quedar como una zorra. Ya se las vería Chase conmigo, pero ahora necesitaba encontrar a Louis y explicarle todo. No lo encontraba por ningún pasillo, hasta que me dirigí al sótano y ahí lo encontré hablando con sus amigos. No lo notaba nada triste a decir verdad.
—¿Louis podemos hablar? — Cuando me vio, cambio su sonrisa por una mirada sería.
—Está bien —dijo acercándose a mí.
—Louis, no sé qué estarás pensando, pero te quería decir que Chase no es nada mío, ni siquiera somos amigos, no sé por qué se le ocurrió hacer esa idiotez.

—Está bien Micaela.

—¿Está bien? ¿Qué quieres decir con está bien?

—Te creo.

—¿Entonces lo nuestro sigue en pie?

—¿Realmente estás enamorada de mí?

—Louis yo te quiero mucho, el estar enamorado es algo fuerte para mí.

—¿Entonces no lo estás?

—Sinceramente aún no estoy segura si estoy enamorada de ti.

—Creo que lo nuestro no funcionará...

¿Cómo me pedía que este enamorada así de rápido? Para mí eso era más profundo. Sentía que era una excusa para terminarme.

—No quiero que pienses que soy una zorra por besarte y estar con Chase, porque yo no estoy con nadie —dije con total sinceridad.
—Te creo Mica —dijo ofreciéndome una sonrisa —pero creo que mejor lo dejamos como amigos.
—¿No te gusto cierto?

—No es eso, tengo otras prioridades actualmente, espero me entiendas.

Sus amigos nos miraban atentamente.

—Entonces, ¿amigos?

—Amigos.

—¿Qué dices un abrazo? —dije estirando mis brazos
Louis me abrazo y luego regreso a su grupo de amigos, yo me dirigí al patio trasero aún extrañada, para llegar a ese lado de la escuela tenía que pasar por el lugar de las zorras. Espero no se haya hecho un alboroto de la escenita de Chase y mi ruptura con Louis.
Cuando pase por ahí vi a Chase coqueteando con Stephanie, la más zorra de las zorras habidas y por haber en la escuela. Era momento de mi venganza. Oh si, venganza dulce venganza.
—¿Stephanie, veo que ya conociste a mi novio? —dije de la misma forma en Chase lo había hecho antes.
—Tengo que seguir entrenando —dijo ella evitándome y se fue donde su grupito.
—¿Por qué hiciste eso? —me preguntó Chase.
No le hice caso y lo ignoré.
—¿Mica sigues molesta conmigo?
De nuevo no le hice caso.
En el transcurso del día intentó acercarse a mí en todas las clases que nos tocaban juntos. Mamá y Ana habían conversado con el director para que Chase esté en todas las clases conmigo, con el fin de que se pueda integrar rápidamente. Así que sí, ahora tenía a Chase como mi sombra irritándome sin cesár. Al regreso a casa me senté en mi lugar especial, sólo que esta vez a mi costado se sentó Logan, mi mejor amigo, no había hablado con él en todo el día así que el regresó a casa estuvo muy entretenido ya que charle con él y me saco muchas sonrisas.
Al llegar a mi parada Chase y yo bajamos.
—¿Mica, podemos hablar?
—No lo creo.
—Solo un minuto, no quiero estar así contigo.
—Es tu culpa, así que déjame tranquila.
Ambos llegamos a casa. Me dirigí a la cocina por comida aún con Chase insistiendo en que lo perdoné. Era más odioso que un grano en la punta de la nariz. Metí mi cabeza al refrigerador en busca de comida, pero no había nada, al retirar mi cabeza me choque contra la puerta del refrigerador muy fuerte.
—¿Estas bien?

—Sí, ya déjame en paz —dije saliendo de la cocina, pero me tropecé con un charco de agua que estaba en el suelo y caí.
—Mica déjame ayudarte —dijo ofreciéndome su mano.
Sin más remedio la tomé y me paré.
—Mica tenemos que hablar —dijo una vez que ya me había parado.
—No lo creo —dije aguantando las ganas de abrazarlo por alguna razón que desconocía. Me dolía la pierna tremendamente por el golpe.
—Pues entonces me vez obligado a que te obligue a hacerlo —dijo cargándome en su espalda como en la mañana y llevándome a su habitación. Cuando ya me había dejado en su cama decidí solucionar las cosas con él.
—Bueno, hablemos de una vez. ¿Qué quieres?—dije mirándolo fijamente a los ojos.
—Mica, sé que te molesto que diga eso, ya no volverá a pasar.
—Está bien Chase, te perdono pero ¿Por qué lo hiciste? —pregunté levantando una ceja.
—Bueno Mica, entonces ¿todo bien? —preguntó evadiendo mi pregunta.
—Sí, todo bien —respondí dedicándole una sonrisa.
—¿Cómo en los viejos tiempos? —preguntó estirando sus brazos ofreciéndome un abrazo.
—Como en los viejos tiempos —dije lanzándome a sus brazos.
Nos quedamos abrazados hasta que mi celular interrumpió la escena. Era Sabrina, mi mejor amiga, que hoy había faltado a la escuela.
—¡Sabri! —grité feliz, mientras que Chase se dedicaba a observarme —te amodio, ¿por qué faltaste?
—Me dieron unos cólicos horribles en la mañana, pero mañana voy a la escuela de todas maneras, tenemos que vernos —dijo feliz por la otra línea .
—¿Quieres venir a mi casa?, necesito ponerte al día antes de que los rumores lleguen a ti.

Un reencuentro inesperado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora